Aferrado a un hilo de esperanza. Así correrá André Solano la final de la Serie Latam de Automovilismo que se realizará, entre el 17 y 18 de noviembre, en Puebla, México.
Después de disputarse ocho carreras dobles en pistas aztecas y estadounidenses, el torneo de los vehículos monoplaza más rápidos de Latinoamérica tiene como líder al venezolano Francisco Cerullo, con 337 puntos, seguido de Solano, quien acumula 283 unidades.
La única forma de que el costarricense supere esa diferencia entre ambos (54 puntos) es que Cerullo, del equipo RE Racing, no puntúe en Puebla y que Solano se adjudique las 55 unidades que obtiene el ganador de la dos competencias (sábado y domingo).
“Sabemos que es difícil, pero mientras haya esperanza, André (Solano) saldrá a ganar. En el automovilismo muchas cosas pasan”, dijo Carlos Solano, padre del corredor y jefe de la escudería A3 Energy Drink, para la que corre su hijo.
El director del equipo enfatizó lo anterior debido a los problemas que tuvo el carro de su vástago en las jornadas dobles siete y ocho, en Houston y Dallas, donde enfrentaron problemas con la inyección de combustible y caja de cambios.
“Ya estamos maduros en el automovilismo, así que asumimos las cosas como son. Nuestro plan era que en Houston y Dallas asumiéramos la primera posición, pero el carro falló y no se pudo”, añadió.
A pesar de las fallas mecánicas, Solano consiguió una octava y segunda casillas en Houston y dos terceras en Dallas, Texas.
Satisfecho. El director del A3 apuntó que se siente contento por la labor de la escudería, pues su hijo tenía dos años de estar retirado.
André Solano fue subcampeón y novato del año en el 2008 y campeón de la serie Latam en el 2009.
“Él (André) se adaptó rápido al ritmo de carrera a pesar de que no corría, pero fueron problemas de motor y el carro los que nos quitaron la posibilidad del título. Además, reconozco que Francisco Cerullo es otro gran competidor; no puedo quitarle méritos”, señaló.