Yo pensé que todo estaba bien, porque los impuestos me han ido aumentando. Además, usted me dice once propiedades y parece que uno fuera una persona rica. Yo lo que tengo son terrenos que no valen nada, valen solo para mí. Yo no me di cuenta; no hubo mala intención de mi parte.
Don Justo, hay propiedades a las que no se les actualiza el valor desde 1995...
Vea, después de que usted me llamó yo aumenté la declaración de dos propiedades: una la pasé de ¢3,6 millones a ¢38,1 millones y la otra la aumenté de ¢ 5.000 a ¢5 millones.
También hay tres de sus propiedades que no están declaradas ante la municipalidad...
Una de esas es un fundo enclavado, un lote que está detrás de mi casa y que se la compré a un manquito para evitar que se le inunde la casa a unos vecinos.
Otra de sus propiedades en Hatillo está declarada en ¢700.000,...
Vea, algunas de esas propiedades son de interés social, son casas de la alameda en Hatillo, casas que yo le doy a la gente para que viva y ni alquiler les cobro. Otras son lotes colindantes a mi empresa.
¿Usted acudirá a actualizar el valor de todas estas propiedades ante los municipios?
Es que en la Municipalidad de San José yo cotizo mucho, yo más bien pago demasiado. Pero no sé, siempre como que están en contra mío, uno va ahí y lo mandan de un lado para el otro.
”Yo siempre he tratado de estar en orden con mis cosas y en este caso es lo mismo. Yo no le digo que voy a actualizar todo este mes, ni el mes que sigue, pero sí pagaré en el tiempo de Dios”.