Retratos del dibujante Ricardo Ulloa para Ancora. (JORGE CASTILLO)
Un soneto de Francisco de Quevedo ha cristalizado, en el tiempo, el genio de Pedro Morante, cuando este calígrafo dibujó, con un trazo continuo, un retrato ecuestre del rey Felipe IV: “Bien con argucia rara y generosa / [...] / bien vuela así su pluma victoriosa”. Ricardo Ulloa Garay ha heredado mucho de aquel arte, pero lo ha aligerado de reyes y lo ha poblado de niños, mujeres, hombres, plazas, gatos sutiles y estrellas fugaces. En el ancho de una línea le cabe el universo.
Ulloa es un artista costarricense que ha cursado otras técnicas en su vasta trayectoria, pero la fineza del dibujo ha sido el vuelo que lo ha llevado a protagonizar la portada de Line and Sculpture in Dialogue (Línea y escultura en diálogo), libro de arte publicado por la Universidad de Chicago en inglés y alemán.
El libro ofrece más de 50 dibujos y fotos de esculturas reunidos por la Fundación Kasser-Mochary. Entre los artistas representados están Auguste Rodin, Paul Cézanne, Marc Chagall, Pablo Picasso, Edgar Degas, Henri Matisse, Amedeo Modigliani y Alberto Giacometti.
¿Por qué pusieron su dibujo en la portada de aquel libro? “No lo sé. Los editores quizá buscaron algo diferente”, responde el artista. En todo caso, es un honor para este josefino también psicólogo y poeta. Ulloa recuerda:
–Hace un tiempo me llegó un mensaje de correo en pésimo español de una alemana desde Arizona, y me preguntó si yo había vendido seis dibujos a un húngaro apellidado Kasser, en 1989. Le respondí que sí. Luego, hace unos meses, me pidió mi autorización para incluirlos en este libro. Me siento rodeado en él por gigantes: soy como un solo de violín en medio de una orquesta wagneriana”.
Visión cambiante. En el campo del dibujo, Ricardo empezó con monocopias y con imágenes cósmicas. Luego realizó dibujos a plumilla más complejos, de selvas fantásticas, y ha derivado en los dibujos a línea.
El otro yo del artista Ulloa es su profesión de psicólogo, cursada en la Universidad de California. Vale recordarlo pues un hilo –una línea– une su interés en la psicología cognitiva con su dibujos, y es que estos ofrecen ambivalencias: ignoramos cuándo la silueta de un viandante se convierte en árbol, como esas figuras de pruebas psicológicas que son a la vez dos perfiles y una copa.
“Uno no ve las cosas como son, sino como el cerebro está preparado para verlas. Mi interés se acentuó en México cuando vi un libro del artista rumano Saul Steinberg, quien realizó dibujos con un solo trazo”, recuerda Ulloa en su taller de arte, en Sabanilla, San José.
“Más tarde procuré encontrar un trazo que sugiriese o una ‘lectura’ u otra de un mismo dibujo, reduciendo el número de pistas”, expresan el artista o el psicólogo, y probablemente ambos.
Para Ricardo Ulloa, la percepción desempeña un papel cambiante cuando se dibuja: “Uno juega con planos y espacios que se intercambian; y los mismos personajes participan pues se ven más cerca a veces, y a veces más lejos”.
“Al dibujar, lo más importante es la percepción. Cuando se traza una línea, el papel se transforma en un espacio blanco y tridimensional, muy ambiguo. Si la línea se curva hacia un lado, lo convierte en volumen; pero el otro lado continúa siendo espacio. Luego aparecen lugares y personajes. Al final, el espectador pone su propia historia cuando interpreta el dibujo”, explica Ricardo.
Empero, no todo fue línea y claridad. Ulloa precisa: “Cuando regresé de California en 1967, estaba influido por los expresionistas, y muchos tratábamos de ser existencialmente problemáticos. Sin embargo, al final comprobé que, por más que trataba de ser un artista trágico, me ganaba el humor”.
Amigos en línea. “Yo soy autodidacto como artista, aunque asistí a algunas clases de Carlos Salazar Herrera en Bellas Artes de la UCR. Él era buen dibujante estilístico; parecía muy solemne, pero era muy chistoso”, recuerda Ulloa. Luego rememora la tarde en la que visitó a un vecino: Paco Amighetti. “Le mostré unos dibujos de línea; él insistió en que yo publicase un libro con ellos, y fue mi primer libro de dibujos: Línea en vacaciones , que don Paco prologó”.
En el 2008, la Editorial de la UCR Rica publicó su libro de dibujos y prosas humorísticas Vida y costumbres del astrónomo . En este, una media Luna vista con los “cuernos” hacia arriba está “en su fase de hamaca”. En otra página, se ve un astrónomo que ha fracasado “porque tuve mala estrella”.
Su primera exposición data de 1969, cuando exhibió monocopias no lineales usando témpera, e imprimiendo y reimprimiendo una obra en un mismo papel.
Ulloa brindó otra exhibición en 1983 en la Galería Forma, de César Jaramillo, en las arcadas el Hotel Costa Rica. Allí, más tarde, presentó más exhibiciones, a veces de imágenes de selvas fantásticas: “Eran muy profusas, hechas a plumilla con toda la intención de que fuesen siniestras, pero con una gran variedad de formas y texturas”.
–En 1974 partí hacia México a hacer mi posgrado en psicología. Allá expuse ya dibujos de línea, en los que se me juntaron arte, percepción y humorismo, y empezó mi estilo de hoy.
¿Siempre resulta la imagen que pensó?: “No. A veces comienzo trazando un paisaje de ciudad, pero luego aparecen figuras que ocurren sobre la marcha, con espacios normales y espacios ambiguos. Me gustan las paradojas. Curiosamente, me salen mucho figuras de provincia”.
¿Cree que hay algún artista costarricense con el que comparta algo del estilo? “No, pero sí hay dibujantes que trabajan la línea. Paco Amighetti tenía una línea muy hermosa, muy discreta. Juan Manuel Sánchez era admirable. También cabe mencionar a Sonia Romero, quien practicaba una línea maciza. Me agradan asimismo Eugenio Murillo, gran técnico y de un sarcasmo excepcional, y Miguel Hernández, muy bueno, quien empezó con el dibujo”.
¿A cuáles dibujante no costarricenses prefiere? “A Rembrandt, a Rubens, a los pequeños maestros holandeses, y al Durero medieval, el anterior a su conversión en renacentista. El dibujo de Degas es excelente y muy sobrio, y no ahoga. Más cerca en el tiempo, no puedo olvidar a Pablo Picasso, de cuyo cubismo tomé algunos elementos”.
Asimismo, poeta. Ricardo Ulloa traza también otras líneas: los versos, y ha publicado dos libros de poesía: Cómo nacer al tiempo y La mañana en el espejo, y un libro de traducciones de poemas estadounidenses y británicos, Theodore Roethke del siglo XX, elaboradas con el novelista Gerardo César Hurtado.
La lluvia siempre desea caer bien, pero nadie la mira porque va de incógnita en su traje gris. Unas palomas cruzan la ventana del atelier , tan de prisa que no logran meter el pico en la conversación.
Al fin, a las vueltas de los trazos, como Morante y Quevedo, en Ricardo Ulloa se encuentran también el dibujante y el poeta: “La vacación del astrónomo: Cuando lo fueron a visitar, lo hallaron en el patio tostándose a la luz de la Luna”.