A seis meses del inicio de la vacunación contra la covid-19, ¿será momento de abrir la campaña a quien quiera protegerse contra esta enfermedad, sin límite de edad o riesgo?
La Nación consultó el criterio de cinco especialistas: la inmunóloga pediatra y directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas Arguedas; el demógrafo y salubrista, Luis Rosero Bixby; y la infectóloga y exministra de Salud, María Luisa Ávila Agüero.
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También lanzó la pregunta a los epidemiólogos Ronald Evans, coordinador de la Unidad de Investigación de la Universidad Hispanoamericana, y Juan José Romero Zúñiga, de la Universidad Nacional (UNA). Estas son sus consideraciones.
Olga Arguedas: ‘Faltan más vacunas’
Para la directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas Arguedas, quien es especialista en Inmunología, la apertura de la vacunación depende de un factor esencial: la disponibilidad de vacunas.
Por esto, explica, se ha tenido que trabajar en grupos prioritarios, vacunando a quienes tienen mayor riesgo de mortalidad.
“Si tuviéramos una llegada importante de vacunas, podríamos hipotetizar que se abriera para este grupo (tres) la vacunación de manera irrestricta”, afirma la inmunóloga.
A Arguedas no le preocupan los aspectos organizativos y logísticos que podrían estar vinculados con esa apertura. Costa Rica, afirmó, siempre ha tenido una excelente respuesta en la organización de programas de vacunación.
Luis Rosero: ‘No se debe abrir aún’
Para el demógrafo Luis Rosero Bixby, la vacunación no se debe abrir todavía. Estas son sus razones:
- Razón económica: “La vacuna todavía es un bien muy escaso con una demanda mucho mayor que la oferta. Cuando se dan estas situaciones de mucha más demanda que oferta, se requiere algún mecanismo para racionar el bien. En los mercados, ese mecanismo es el precio: obtiene el bien quien más paga por él.
“Pero la vacuna no va a ir al mercado. ¿Comó hará la CCSS para racionarla si se abre? ¿Que la gente llegue a hacer filas en la madrugada en sitios de vacunación? ¿Que saquen citas por Internet, como para los exámenes de manejo? Es fácil imaginarse los problemones que esta forma de racionar causaría. Probablemente, los más beneficiados serían los gavilanes”, dijo Rosero.
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- Razones de equidad o justicia distributiva: Esto significa, explica, que la vacuna no llegue primero al que más tiene o al más hábil con Internet, sino a quien más la necesita. La composición de los grupos en parte se hizo por este principio de equidad, explica.
- Razón epidemiológica o de salud: Con la vacuna debe maximizarse el beneficio para la salud de la población y eso se logra vacunando primero a quienes más muerte y dolor causa esta enfermedad, aclara.
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“La manera más eficiente de identificar a estas personas que sufrirían más o con mayor riesgo de morir es mediante la edad. Hay que seguir vacunando escalonadamente, de mayor a menor, por lo menos hasta llegar a la edad de 40.
“Comparando con las personas en edades de los veintes, las personas en los cincuentas tienen 20 veces más riesgo de morir si se contagian. Evitar un contagio de una persona en los cincuentas tiene, entonces, 20 veces más valor que evitar uno de una persona en los veintes”, afirma el demógrafo.
“Esta comparación para las personas en los cuarenta es de 7 a 1; es decir, aún en ese caso hay mucho beneficio en seguir por orden de edad. Cuando se considera a las personas en los treintas ya el beneficio no es tan grande: de 2 a 1 comparada con las personas en los veintes.
“Desde este punto de vista, me parece que no se debe abrir la vacunación antes de haber cubierto, por lo menos, a las personas de 40 años”.
María Luisa Ávila: ‘Es momento’
La pediatra infectóloga y exministra de Salud, María Luisa Ávila Agüero, cree que las autoridades de Salud deberían decidir pronto la apertura de la vacunación contra la covid-19.
“Si a las personas se les está llamando y hay gente que no quiere vacunarse, y hay otros más jóvenes, sin factores de riesgo, pero que pueden enfermar y quieren vacunarse, creo que esa es una decisión que hay que tomar lo antes posible.
“Yo diría que sí. En las próximas semanas, se tiene que tomar esa decisión, tomando en consideración que muchas áreas (de Salud) están informando de que se quedan esperando a las personas que les correspondía vacunarse”, dijo la infectóloga.
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Ávila aclara que todavía hay que salir a buscar a los adultos mayores y a aquellas personas con algún impedimento para salir de las casas. “Necesitamos el 70% de la población vacunada para reducir el riesgo”, advirtió.
Según la exministra de Salud, la apertura eliminaría los problemas que se han venido dando; como la alteración de los certificados sobre factores de riesgo.
“Puede ser una persona de 35 años, sin factores de riesgo, que quiera vacunarse... Yo creo que hay que ofrecerle esa posibilidad”, dijo Ávila, para quien abrir la campaña tendría más más ventajas que desventajas.
“Siempre habrá gente que critique la medida, pero evitaríamos a todo este montón de gente que dice que tiene factor de riesgo sin tenerlo; médicos que, lamentablemente, de manera inescrupulosa están dando dictámenes falsos, quitándole la oportunidad a las personas que sí necesitan la vacuna.
“¿Cómo se soluciona todo esto? Que ya haya una apertura de la vacunación para quienes la quieran, pero guardando vacunas para aquellas personas que son de riesgo”, advirtió.
Ronald Evans: ‘Dependerá de proveedores’
Para el médico y epidemiólogo, Ronald Evans, la condición básica para pensar siquiera en abrir la vacunación es contar con más cantidad de dosis y de más casas farmacéuticas.
“El problema que veo no son solo deseos y la planificación que puedan tener el Ministerio de Salud o la Caja, sino que todo va a depender de los proveedores y de la cantidad de vacunas que nos llegue. Ahora dependemos de dos: Pfizer y AstraZeneca.
“Es condición sine qua non que haya una diversificación de vacunas. Desde un principio he dicho que el Gobierno debía ampliar el abanico de contactos, no depender de una o dos casas farmacéuticas. Otros países han sido más audaces.
“El talón de Aquiles no está en la capacidad operativa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). En todo caso, si hubiese más cantidad de vacuna estoy seguro que habría un movimiento nacional para apoyar, pero si hubiera producto”, dijo Evans.
Para el médico, si el país pretende llegar a la inmunidad colectiva en el último trimestre del año, debe disponer de más vacunas.
“El Gobierno debería hacer lo imposible por comprar vacunas. Si otros países lo están logrando, ¿por qué no nosotros? Es la pregunta que yo me hago.
“Además, hay que comenzar las tramitaciones de esa tercera dosis, no sabemos si ahora en diciembre, o en los primeros meses del año entrante porque, desgraciadamente, este virus llegó para quedarse”, advirtió
Juan José Romero: ‘Logística no es problema’
“Sin duda, la posibilidad de abrir la vacunación a personas de cualquier edad, con o sin factor de riesgo, depende principalmente de que las vacunas lleguen en la cantidad que este tipo de decisión permita”, concuerda Juan José Romero, epidemiólogo de la UNA.
Si se llegara a sobrepasar la cantidad que el país recibe, acotó, la CCSS contaría con apoyo de muchas organizaciones no gubernamentales, empresas y universidades.
“Creo que, definitivamente, (la apertura) va a tener un efecto muy positivo. (...) Claro, estamos hablando de muchas dosis de vacunas. Ya hemos visto que inclusive para el grupo 3, con factores de riesgo, las campañas de vacunación masiva han sido todo un éxito, y es lo que ha permitido llegar a 230.000 o más personas en una sola semana.
“Yo, por cualquier lado, lo veo sumamente positivo. Creo que es posible realizarlo pero depende de la cantidad de dosis.
“Además, el hecho de que se haya ampliado a 12 semanas el periodo entre dosis facilitaría cubrir a una gran parte de la población, al menos con la primera vacuna, mientras se da chance la segunda”, dijo Romero.