Tres personas, dos hombres y una mujer, sospechosos del homicidio de Manfred Barberena, un joven de 23 años que murió en junio del 2022, producto de varias puñaladas en la espalda y tórax, irán a una audiencia para definir si enfrentan un juicio por su asesinato.
La audiencia está programada para el 4 de agosto y también tiene como objetivo evaluar si dos de los tres imputados, que actualmente se encuentran en prisión preventiva, se someten a un procedimiento especial abreviado. Este procedimiento implica reconocer su culpabilidad para evitar ir a juicio y recibir una pena inmediata, con la posibilidad de que esta sea reducida.
Mientras tanto, el tercer sospechoso también se encuentra recluido en prisión, pero cumple una condena de tres años y cuatro meses por un delito de robo agravado cometido antes del homicidio de Manfred. El sujeto de 23 años, de apellidos Chacón Parajeles, fue detenido en 92 oportunidades antes de ejecutar el crimen.
Según Jonathan Chaves Arias, abogado de la familia de Manfred, esta es la tercera vez que el caso llega a audiencia preliminar, después de que dos audiencias anteriores resultaran fallidas debido a factores externos.
En una de ellas faltaba una prueba relevante para uno de los defensores de los presuntos responsables, mientras que en la otra hubo una circunstancia durante el debate que generó dudas en la Fiscalía respecto al tercer imputado.
“Se tomó la decisión de, por un par de días, enviar la causa al Ministerio Público y que la misma se devolviera al Juzgado, para que se evacuara una circunstancia particular y ya tener el señalamiento definitivo”, explicó Chaves quien no ahondó en detalles por la prohibición del Código Procesal Penal.
Chaves añadió que, a pesar de que el asesinato de Manfred ocurrió cerca del de Marco Calzada, el proceso ha llevado más tiempo en llegar a los tribunales debido a que no hay menores de edad imputados y a la diferencia en las fechas en que se realizaron las detenciones.
“En el caso de Manfred, el proceso es diferente al de Marco Calzada porque ha transcurrido más tiempo entre la detención de los sospechosos y el momento del homicidio, a diferencia del caso de Marco. Esto claramente afecta los plazos del proceso”, mencionó.
Generoso y con una gran sonrisa
Manfred Barberena Novoa murió el 26 de junio del 2022 en una camilla del Hospital Calderón Guardia, dos días después de que fuera atacado con un puñal en su espalda y tórax, para aparentemente despojarlo de sus pertenencias, mientras esperaba el bus de regreso a su casa, en una parada de Cuesta de Moras, San José.
El joven de 23 años era vecino de Salitrillos, Montes de Oca, trabajaba en una empresa de mudanzas y le encantaban los idiomas, estaba estudiando inglés y soñaba con convertirse en un profesional de criminología.
Al momento en que ocurrieron los hechos, familiares y amigos que conversaron con este diario, contaron que lo recordaban como una persona humilde, honrada y que siempre mostraba una gran sonrisa y carisma a quienes lo conocían, no le negaba la ayuda a nadie y daba a manos llenas sin esperar nada a cambio.
Poco después del crimen, el 28 de junio, se detuvo al primer sospechoso, de apellidos Chacón Parajeles, de 23 años. El 3 de agosto, agentes del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) capturaron en un búnker en María Reina de Hatillo a una mujer de apellidos Vargas Solano, de 28 años, quien tenía una orden de captura por el homicidio de Manfred. La detención del tercer implicado no trascendió.
La Nación intentó conversar con la familia de Manfred, pero por medio de su abogado manifestaron que no desean comunicarse con la prensa ‘ni profundizar en detalles de una circunstancia dolorosa’, como el fallecimiento del muchacho de 23 años.
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