Para comprender los hechos que marcaron el 2015 de Europa hay que ir más allá de París, Madrid, Berlín y Roma, hay que mirar al otro lado del Mediterráneo.
La guerra siria y la consolidación del Estado Islámico como el grupo yihadista más importante de la actualidad están directamente relacionadas con los dos temas que más impactaron al viejo continente en este año que acaba: la crisis migratoria y los atentados yihadistas.
Éxodo. Las calles se llenaron de migrantes y el mar de muertos. Los conflictos de Medio Oriente (especialmente el de Siria) y las crisis humanitarias de África desataron una ola migratoria que se le salió de las manos a las autoridades europeas.
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En setiembre, la UE tomó varias medidas para contener la crisis, entre las que destaca un sistema de cuotas para aceptar a unos 120.000 refugiados en la Unión.
La Organización Internacional para las Migraciones dice que los arribos, de 2015, superarán el millón de personas.
Terror. Los atentados del 13 de noviembre en París no solo provocaron 130 muertes y una gran herida en los franceses, sino que le dejaron claro a Europa que es uno de los objetivos principales del Estado Islámico fuera de Medio Oriente.
Los atentados, que se unieron a la matanza de la revista Charlie Hebdo (en enero de 2015), motivaron una participación más activa en Siria por parte de Francia, Reino Unido y Alemania. Así como el fortalecimiento de partidos que condenan la migración (como el de Marine Le Pen en Francia).
Deuda. Grecia vivió toda una novela referente a la negociación de su deuda, entró en cesación de pagos y realizó un referendo para aprobar la negociación. Alexis Tsipras perdió parte de su capital político, pero logró firmar un nuevo plan de rescate y mantenerse a la cabeza de los helénicos.
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Freno al independentismo. Cataluña fue a unas elecciones que los independentistas calificaron como plebiscitarias y trataron de impulsar el proceso de cesación desde el Parlamento Regional. Sin embargo, sus intenciones toparon con la negativa del Tribunal Constitucional español.
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Fin del bipartidismo. La irrupción de los partidos Podemos y Ciudadanos rompió con el bipartidismo reinante en España desde la transición a la democracia (tras la muerte de Franco).
El Partido Popular (PP), de Mariano Rajoy, fue el que consiguió más escaños en las elecciones del domingo, pero sus posibilidades de formar gobierno son complicadas. El PP logró solo 123 escaños y nadie ha gobernado en España con menos de 156 diputados.