Ingresos al hospital por covid-19 estarían acercándose al pico

Analista advierte de que las elecciones y la entrada a clases podrían tener un impacto en el número de casos y con ello, de internamientos

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Desde finales de la semana pasada las hospitalizaciones por covid-19 en Costa Rica muestran un número que podría ser alentador: la cantidad de personas que ingresan al hospital (ingresos hospitalarios) es cada vez menor.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud todavía ingresan más personas de las que salen (ya sea porque son dadas de alta o porque fallecieron), pero si se mantiene la tendencia a la baja de nuevas personas en centros médicos, llegará el momento en el que sí ingresen menos personas de las que salen.

Para Tomás de Camino, profesor de la Escuela de Sistemas Inteligentes de la Universidad Cenfotec y quien ha seguido de cerca la pandemia, esto podría indicar que ya se está llegando a un pico de ingresos hospitalarios. Esto da una buena señal, pero deben tomarse en cuenta factores que podrían tener un impacto y eventualmente estancar el ritmo o (algo menos probable, pero posible) revertirlo.

“Empezó esta nueva ola y ya se comenzó a ver el aumento en las hospitalizaciones. Aumenta de forma acelerada, cada día entran más, es como un carro acelerando, que cada vez va más rápido. Cuando ya va a acercarse a un pico, comienzan a entrar cada día, más o menos, la misma cantidad de personas. A partir de ahí empieza a desacelerar y cada día entran menos”, manifestó.

La tarde de este miércoles se registraron 808 personas hospitalizadas, según el Ministerio de Salud; de ellas, 135 estaban en cuidados intensivos. Pero si se observa a quienes van ingresando, se podrá ver que a partir del 18 de enero, día en el que 74 personas fueron internadas, el aumento en nuevos hospitalizados era constante y llegaron a un tope de 105 nuevos internados el 28 de enero, posteriormente la cifra comenzó a bajar lentamente, pero aún en números bajos. Este martes ingresaron 94 personas, este miércoles se reportaron 103 nuevas, lo que da a entender que estas son las cifras en las que está oscilando la llegada a la cima.

“Nosotros ya llegamos a esa velocidad constante, ya pareciera que no va a seguir aumentando las personas que llegan por día y a partir de ahí podrían comenzar a bajar. Pareciera que vamos encaminado hacia ese pico”, añadió.

Por lo visto en las olas pasadas, es más rápida la llegada a la cumbre que el descenso y esto hace que se permanezcan varios días en un punto alto y se debe permanecer alerta.

De Camino citó, por ejemplo, que si el pico fuera de 1.000 personas hospitalizadas al mismo tiempo (independientemente de cuándo ingresaron al centro de salud y de cuánto les falta para salir), entre el punto donde se llega a 500 casos en la curva de ascenso y el punto en el que se llega otra vez a los 500 casos en la curva de descenso, podría rondar entre 53 y 60 días.

Nuevas variables en juego

De Camino hace una salvedad, hay dos factores que podrían incidir sobre la velocidad con la que bajan o se mantienen constantes estos números: las elecciones y la entrada a clases.

“Decir que no van a tener impacto es difícil, porque movilizan una gran cantidad de la población. Yo me moveré en familia para que mi esposa vote, por ejemplo. Otras familias harán lo mismo. Hay ventajas porque al sitio más cerrado solo entra una persona a la vez, se está poco tiempo en el centro educativo, pero sí habrá impacto”, resumió.

La entrada a clases también podría tener un efecto en el aumento de casos y esto también podría reflejarse en las hospitalizaciones. El especialista indica que ya eso sucedió el año pasado.

Ante esto no hay una ventaja: las pandemias (y las enfermedades infecciosas en general) siempre llegan a un punto máximo y luego bajan.

“Aunque no se haga nada, llega un punto en el que el virus no encuentra a cuántos infectar. Cuando crecen muy rápido los infectados, en poco tiempo va a quedarse sin más personas para infectar. No puede seguir creciendo de forma arbitraria”, concluyó.