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Alrededor del Parque Nacional Manuel Antonio, en el Pacífico central, hay un intenso desarrollo de la actividad turística. (Archivo.)
La salida del Parque Nacional Manuel Antonio, que se ubica en Quepos de Aguirre, fue cerrada temporalmente debido a la presencia de cocodrilos.
Alfonso Duarte, jefe de Áreas de Conservación del Pacífico Central (Acopac), dio la orden de clausurar la salida hasta nuevo aviso.
Mauricio Salazar, director del Parque Nacional Manuel Antonio, confirmó que la decisión obedece a la aparición de los reptiles en un lago que atraviesa la salida, conocida como Quebrada Camaronera.
“Esta es una problemática que ya hemos estado analizando desde hace un tiempo atrás, pero las noticias que han salido, últimamente, sobre los cocodrilos, nos dieron la alerta para agilizar los trámites y evitar un accidente. Esto fue lo que impulsó a cerrar la salida del Parque”, dijo Salazar.
El funcionario agregó que algunos turistas extranjeros no comprenden el peligro que estos animales representan y desean tocarlos como a una mascota.
La distancia que existe desde la entrada del Parque Nacional a la playa es de aproximadamente un kilómetro y 300 metros, la cual deben recorrer los turistas para entrar y salir del sitio.
Según Adrián Arce, coordinador de Vida Silvestre de Acopac, los seres humanos son los que han invadido el territorio de los cocodrilos, ya que el agua es su hábitat desde muchos años atrás.
Más agresivos. En los meses de abril y mayo los cocodrilos se muestran a la defensiva porque es la temporada del año en la que aparecen sus neonatos y deben cuidarlos.
Con la entrada de la estación lluviosa es más común ver a estos reptiles desplazarse en el agua, ya que las precipitaciones aumentan el caudal de los ríos.
En todas las aguas del Pacífico central hay cocodrilos.
“Ahora hay como cinco cocodrilos. Vamos a llevar una patrulla especializada para sacarlos y llevarlos a un zoocriadero que tenemos en Turubarí. Ahí, ellos no le hacen daño a nadie”, aseguró Arce.
Erick Asch, un empresario de la zona, dijo que para los hoteleros la presencia de cocodrilos es negativa, pues los turistas no quieren acercarse porque les da miedo.
