’Dancing with the Stars’ en la mirada de tres de sus reyes: Renzo Rímolo, Daniel Vargas y Víctor Carvajal

A un día de que canal 7 inaugure la sexta temporada de uno de sus programas más exitosos, tres de los cinco ganadores de la competencia se reunieron y hablaron sobre lo que representó para ellos el programa y de cómo impactó sus vidas

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Las extenuantes jornadas de ensayo para una presentación que, al aire, no demoraría más de minuto y medio; los nervios que se plantaban como enemigos minutos antes de sus llegadas al escenario y la pugna por seducir a la audiencia con actuaciones que motivaran votos a su favor, ahora son solo recuerdos para Renzo Rímolo, Daniel Vargas y Víctor Carvajal.

Aunque esas tres personalidades son disímiles entre sí, ellos comparten la particularidad de haberse coronado triunfadores en alguna de las anteriores ediciones de Dancing with the Stars Costa Rica, la mediática competencia de ballroom de canal 7.

Por el célebre entablado, en los últimos cinco años han pasado más de 50 rostros conocidos de Costa Rica; sin embargo, solo Rímolo, Vargas y Carvajal –además de Alex Costa y Johanna Solano–han festejado con el beneplácito de un público que los llevó a alzar el destellante trofeo de cristales.

Teletica Formatos produjo y transmitió por primera vez el reality de baile de raíces londinenses en el 2014 y, desde entonces, Dancing with the Stars no falta en el catálogo de programación de canal 7, para el último cuatrimestre de cada año.

La edición debut del programa la ganó el comediante Alex Costa. El locutor radial y comediante de stand-up Renzo Rímolo conquistó el triunfo en la segunda edición del formato –en el 2015–; el chef Daniel Vargas reinó en el 2016; el popular presentador de televisión Víctor Carvajal festejó su primer lugar en el 2017 en la Fuente de la Hispanidad, y la Miss Costa Rica 2015, Johanna Solano, ganó la competición hace un año.

A pocas horas de que el Estudio Marco Picado, en canal 7, encienda nuevamente sus cámaras para la sexta entrega de la seguida competencia de baile de salón, Viva reunió a tres de los cinco reyes de esa pista, quienes revivieron su paso por el programa.

En el Costa Rica Beer Factory de Avenida Escazú, Renzo Rímolo, Daniel Vargas y Víctor Carvajal compartieron las memorias de sus respectivas participaciones por un programa que, a los tres, les marcó un antes y un después en sus vidas profesional y personal.

A la cita se ausentaron Costa y Solano. El primero porque cumplía con una agenda de presentaciones artísticas en Estados Unidos y la segunda, porque no respondió a los múltiples mensajes y llamadas realizadas a su celular para la invitación.

Proceso agotador

Tanto a Renzo Rímolo, como a Daniel Vargas y a Víctor Carvajal la convocatoria para participar en Dancing with the Stars (DWTS) Costa Rica les llegó de sorpresa. Rímolo recuerda que un día cualquiera del 2015 él recibió una llamada de la producción ofreciéndole una de las cinco plazas para hombres de las que el concurso dispone cada año.

Entre la invitación al locutor de Los 40 y el “sí, acepto” no pasaron muchos minutos (en medio solo hubo una llamada a su mamá para contarle del nuevo proyecto). “Estaba decidido (a participar). A mí todo lo que tenga que ver con arte o un reto artístico me gusta aceptarlo”, dijo Rímolo.

La propuesta a Daniel Vargas se orquestó en el 2016 en los estudios de grabación del programa de cocina Sabores (ya fuera del aire), del que fue uno de los rostros. Durante una conversación casual con la producción de Sabores salió a flote el tema de DWTS –no recuerda por qué– y fue ahí donde él habló de que aceptaría una eventual participación al programa.

A Vargas la llamada le llegó dos semanas después: su respuesta fue un rotundo sí. “Sabía que era una oportunidad bastante importante y que si decía ‘no’ no me iban a volver a invitar”, recordó el chef.

Tan decidida como la de Daniel Vargas fue la respuesta de Víctor Carvajal al ofrecimiento de canal 7 –que ya era su casa desde varios años atrás– a estar en la edición 2017 del programa.

“Cuando me ofrecieron Dancing lo primero que se me vino a la mente fue escenario porque yo había estado en teatro y me fascina el arte, entonces dije que sí, que qué lindo. Era una bonita oportunidad para hacer arte, interpretar personajes en un proyecto mucho más retador”, contó Carvajal.

El “sí” sin reparo a estar en la competencia es hoy motivo de gratos recuerdos y aprendizajes surgidos muy a pesar de lo agotador que representó para ellos enfilarse a la producción.

“El proceso de DWTS fue muy estresante. Más de una vez estuve en la farmacia inyectándome (por intensos dolores musculares) cosa que no hago desde que salí del programa. Es que uno ensayaba prácticamente toda la semana para el minuto y medio más estresante de la vida, que era el tiempo que duraba cada presentación. Pero fue un proceso muy lindo, con una mezcla de sentimientos. De lo mejor que pude haber vivido ahí fue lo que pude haber provocado a mucha gente”, refirió Renzo Rímolo.

Según el comediante, uno de los recuerdos más gratos que tiene de su participación en el programa fue un mensaje que recibió de una televidente posterior a un baile que presentó con una pieza de Ed Sheeran.

La televidente le contó a Rímolo que su esposo había fallecido y que tiempo antes le había dedicado la canción de Sheeran a ella. “Me escribió agradeciéndome porque le había hecho revivir a su esposo y yo casi suelto una lágrima porque uno no se imagina cómo puede realmente impactar uno con un baile la vida de alguien”, resumió Renzo.

De ahí que para él, aunque DWTS se plantea como un formato meramente de entretenimiento, el programa inevitablemente impacta la vida personal de los participantes y, en ocasiones, hasta del público televidente.

“Con Dancing sufrí por el estrés y hasta llegué a llorar porque aquí salen a flote muchos sentimientos, pero cuando recuerdo ese programa digo que mejor elección en mi vida no pude haber tomado cuando acepté estar ahí. El proceso de Dancing me hizo darme cuenta de que soy capaz de lograr cosas inimaginables, cosas a las que no estoy acostumbrado pero que si uno les dedica tiempo, se esfuerza y trabaja en equipo pueden lograr muy buenos resultados”, consideró Renzo Rímolo.

Otro que estimó la competencia como agotadora pero de vasto aprendizaje fue Daniel Vargas. El chef dice que si bien uno de los objetivos por los que participó en el programa fue para posicionarse un poco más en el ojo público, aquel fin le implicó un proceso de cansancio extremo y de una pérdida de peso lamentable.

“Recuerdo que quedaban como dos semanas para la final. Estábamos haciendo una promo y Bismarck (Méndez, quien participó en Dancing en esa misma edición) y yo nos acostamos en unos sillones.

"De pronto los dos nos volvimos a ver y yo le dije: ‘mae ya no aguanto más’. Bismarck me respondió: ‘Yo estoy aquí porque usted no para, porque si usted hubiera tirado la toalla yo también’. De hecho Bismarck fue una pieza muy importante no solo para que el programa fuera interesante, sino para que yo siguiera con esa motivación de seguir dándole porque yo estaba muy cansado. Había perdido ocho kilos y estaba muy agotado”, contó Vargas.

El chef no esconde que Bismark significó su principal contrincante en DWTS, pero aclaró que entre ambos siempre hubo una competencia muy amable y sana. “Hicimos una buena amistad”, aseveró Daniel adelantándose a cualquier mala interpretación.

Vargas sintetizó así su paso por el programa de canal 7: “Para mí estar ahí fue el boom en mis redes sociales. Me ayudó montones con mi exposición, me ayudó a que la gente me reconozca como chef, me aportó mucha experiencia en cámaras y me dejó muy buenos amigos. En lo único que me afectó fue en la pérdida de peso, me había costado mucho subir de peso para las competencias de crossfit y bajar ocho kilos, que había durado dos años en aumentalos, me receteó por completo, pero fue una experiencia muy grata. Es más, deberían hacer una temporada con solo ganadores”.

Otra mirada

Distinto a Renzo Rímolo y a Daniel Vargas, Víctor Carvajal vivió el otro lado de la moneda en Dancing. Él estaba sumamente posicionado en el medio costarricense; sin embargo, el reality le planteaba un reto distinto, el de no decepcionar, de mantenerse encantador y de darle la espalda a las inseguridades que querían jugarle una mala pasada.

“Cuando uno entra a competencia las inseguridades comienzan a surgir: que no me aguanto a la bailarina, que no puedo hacer esta vuelta, que no me sale esto. Para mí fue una etapa muy inestable emocionalmente porque para ese entonces Jose (su pareja) estaba internado a la espera de una operación, entonces era dividirme entre ir a los ensayos, ir al hospital, salir de madrugada del hospital para ir a la casa a bañarme y de nuevo al canal, a ensayos… Fue muy muy cansado. Recuerdo una vez que una enfermera del hospital se puso a ensayar conmigo”, expresó Carvajal.

El presentador de De boca en boca dijo que DWTS le significó un antes y un después, principalmente por el cariño que la gente le demostró desde la primera gala de la competencia.

“Uno en la tele quizá siempre anda con la chispita encendida y en un puro brinco, pero Dancing le permitió a la gente conocer al Víctor fuera de la zona de confort que no es solo adrenalina, sino un Víctor más tranquilo, más persona y más gente. Eso fue muy lindo para el público y para mí, porque cambió mi vida saber que tengo una responsabilidad muy grande por tanto cariño que la gente me ha dado. Es una responsabilidad de no defraudarlos y de no hacer algo inapropiado”, aseveró Carvajal.

Sin estrategia

Ni él, ni Daniel Vargas ni Renzo Rímolo diseñaron una hoja de ruta que los llevara a la cima del programa. Los tres dicen que la mejor fórmula fue mostrarse auténticos frente a las cámaras y tener una firme presencia en redes sociales, fundamental para cosechar votos electrónicos que solicita la competencia en algunas de sus instancias.

Por ello, a las 10 estrellas que este domingo 25 de agosto a las 7 p. m. por canal 7, inaugurarán la sexta temporada del esperado baile de las estrellas, el triunfante trío les hace algunas recomendaciones.

“Esto es una combinación de popularidad y técnica, pero aquí la popularidad sí tiene mucho peso porque si la gente vota por usted es porque lo quieren ver ahí todos los domingos por más mal que usted baile. Entonces les recomiendo horas extras de ensayo y postear mucho del proceso en redes sociales porque todo el mundo lo tiene que saber”, aconsejó Renzo Rímolo, quien recientemente sumó dos nuevos proyectos a sus facetas de locutor y comediante: una empresa de ventas en línea de BBQ (Fait) y otra de generación de contenido (Sick Advertising).

“Para el que quiera ganar, primero enfóquese en disfrutar la competencia porque a pesar del cansancio sí se puede disfrutar montones, sea disciplinado y muestre toda la energía a la cámara, eso a la gente le gusta”, advirtió Daniel Vargas, quien actualmente está concentrado en el crossfit y en un Fit Avenue, un gimnasio funcional que abrió recientemente.

“Aquí hay que confiar en el bailarín asignado, hay que dejarse llevar por él o ella y no ver el trabajo de los demás compañeros de que aquel hizo una vuelta así de que el otro hizo esta pirueta. No se pongan a ver eso, mejor confíen en los bailarines que ellos saben lo que hacen y sí, póngase las pilas, porque el que gana no es el bailarín sino la estrella”, apuntó Víctor Carvajal.

¿Cuál es su recomendación? ¿A cuál estrella le apuesta para ganar Dancing with the Stars 6? Teletica Formatos tirará la moneda al aire el domingo y al final de tres meses se conocerá a la nueva estrella en el firmamento de la competencia de ballroom más prestigiosa del mundo. ¡Qué empiece el show!