A pesar de ser llamado el Divo de Juárez, lo que menos tenía Juan Gabriel era aires de grandeza y superioridad.
El cantante mexicano falleció este domingo y la estela que dejó su paso por Costa Rica durante las dos ocasiones en las que se presentó (2002 y 2009) fue la de un hombre humilde y accesible.
LEA: Juan Gabriel se despidió cantando
Al menos así lo recuerdan productores y músicos costarricenses quienes formaron parte de la producción del músico en los dos conciertos que ofreció en el país, primero en la antigua cancha de fútbol de Pedregal y luego en el estadio Ricardo Saprissa.
Carlos Chaves y Arlette Arroyo fueron dos productores que trabajaron para las presentaciones del ídolo de la canción. Chaves colaboró en la parte logística y Arroyo, en la técnica, por lo que compartieron de cerca con el intérprete de El Noa Noa.
"Aunque mi relación directa era con el manager, sí le puedo decir que era una persona muy amigable, no un divo como tal. Siempre tenía un trato cordial para todos los que trabajaban con él", asegura Chaves, quien recordó que en las dos ocasiones que Juan Gabriel visitó Costa Rica venía con alguna afección respiratoria.
El productor, encargado de la parte logística y los trámites de permisos para eventos masivos, refirió que siempre se preocuparon por ofrecer una atmósfera de privacidad en torno a la estrella; sin embargo, afirma que cuando sus fanáticos lo abordaban los atendió con cariño.
"A lo que recuerdo, la producción de Juan Gabriel nos pedía un control estricto de seguridad en el piso del hotel donde se hospedaba, pero él muy amable firmaba autógrafos", dice Carlos Chaves para luego agregar el exitosos primer concierto de la estrella en Pedregal, donde se presentó ante unas 15.000 personas.
"A Juan Gabriel lo llegaban a ver tres generaciones, la abuela, la hija y la nieta porque tuvo esa particularidad de que otros artistas cantaran sus éxitos. Él era todo un artista, un showman", rememora Chaves.
A Arlette Arroyo, por su parte, la noticia de la muerte de Juan Gabriel le causó sorpresa. "Trabajé con la producción las dos veces en que vino acá. Tuve roce con él en el camerino. Recuerdo que era una persona muy serena, calma, amable y educado. Me acuerdo que a Erick (León, telonero de primer concierto) lo llamó al camerino para felicitarlo por su presentación. Con todo el talento que él tenía no era un tipo arrogante", comentó Arroyo.
LEA: Seguidores de la 'plancha' nacional lamentan su muerte
Además recordó que en los camerinos de Juan Gabriel no podía faltar una tabla de picar, un chuchillo, limones ácidos, miel, sal marina y unas cinco cabezas de ajo. "El personal manager le hacía una mezcla con todo eso para la voz", aseveró Arroyo.
La productora técnica también formó parte del equipo de trabajo del primer concierto que Juan Gabriel ofrecería en el país a mediados de los 90 en el estadio de Heredia y que fue suspendido por problemas de salud del intérprete.
"Montamos todo y trajimos un techo especial de Estados Unidos. Teníamos todo armado y se canceló por un problema de salud. Se debió desmontar todo", alude la productora.
LEA: Juan Gabriel muere a sus 66 años debido a un infarto
Músicos. Erick León tiene vigente los recuerdos de cuando le abrió el concierto a Juan Gabriel en el Pedregal. El costarricense dice que conoció a Juan Gabriel en el 2002 pues viajó en el mismo vuelo en el que el divo de Juárez venía para Costa Rica.
"Lo conocí antes del concierto y le regalé un disco que acababa de hacer en México. Era una persona muy amable y humilde. Le conté un poco que yo iba a abrir el concierto y que esperaba que le gustara el show previo", contó León a Viva.
Agregó: "Juan Gabriel era una persona absolutamente accesible, amable y humilde".
León confirma que tras el concierto en Pedregal, Juan Gabriel lo llamó al camerino para felicitarlo y darle algunos consejos.
ADEMÁS: 'Su música vivirá por siempre': celebridades le dicen adiós a Juan Gabriel
"Después de que terminé el show él me llamó al camerino y me dijo que le había gustado mucho que si en algún momento podía grabar baladas que sería increíble, porque las baladas perduraban en el tiempo. Eso es algo que nunca se me olvidará", dijo León, quien mantiene en su repertorio dos temas de Juan Gabriel: No tengo dinero y el Popurrí, conocido por interpretarlo Pandora.
Otro tico que cuenta experiencia con Juan Gabriel es Marvin Araya, director de la Orquesta Filarmónica, agrupación que en noviembre del año pasado le realizó un tributo de tres fechas al artista en el Teatro Popular Melico Salazar.
"El año pasado tuvimos la oportunidad de hacerle el tributo a Juan Gabriel. Nos comunicamos con él vía email y muy cariñosamente nos mandó saludos y estaba agradecido con el homenaje. Le pudimos mandar videos del concierto y estaba muy conmovido por la calidad. Nos envió na segunda carta de agradecimiento y nos dijo que le encantaría que lo invitáramos a cantar con nosotros pero no nos alcanzó el tiempo, pero nos queda la satisfacción de verlo tan feliz y agradecido con lo que hicimos", reveló Araya.
El director de la Filarmónica dijo que la agrupación se acercó al artista en el 2003 para que acompañara a la orquesta en su concierto debut en el viejo Estadio Nacional; empero, no se concretó la idea por temas de presupuesto y fechas, en su lugar el grupo se presentó con Armando Manzanero en el Teatro Nacional.
OPINIÓN: Juan Gabriel 1950-2016, autor del amor
"Un artista como Juan Gabriel representa más que solo canciones, lo más importante para mí fue la identidad que le dio al pueblo mexicano de tener un cantante que les pertenecía, un cantante que es de ellos. Nadie en el mundo tiene un Juan Gabriel, solo México lo tuvo como uno de sus hijos y como tal, él le dio a México lo mejor: fue un hijo caritativo, orgulloso de su Patria, no se vendió a ningún otro idioma", terminó Araya.