Crítica de cine ‘Todos somos Óscar’: Tres cortos de Tito Oses que se quedan cortos

Aparece una nueva película costarricense y también deja los pelos en el alambre, como la mayoría, según el crítico de ‘Viva’

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Todos somos críticos o, al menos, nos sentimos críticos cuando de cine se trata. Este país, como muchos otros, está lleno de críticos de cine y de entrenadores de fútbol. La diferencia es que algunos lo son profesionalmente y otros no. Punto.

Un crítico profesional no puede salir de una sala de cine tan enojado, tanto como una señora lo estaba luego de asistir –ella– a ver el filme costarricense titulado Todos somos Óscar (2019), escrito, dirigido, actuado y todo lo que él se permitió, por el cantautor Tito Oses. Su primera película.

Por mi parte, justo es decirlo, sin necesidad de ser budista ni de manejar sus cuatro principios, debo hablar sobre Todos somos Óscar con intención correcta (“recto entendimiento”) y así, de primera entrada, les digo que se trata de una película en la que “todo comienza con brío y termina con frío”, con la aclaración de que el brío es de corto plazo.

Todos somos Óscar trata de involucrarnos en una realidad que, aunque ficticia, habla sobre el sufrimiento y la injusticia: se trata de mostrar aquello inhumano de lo humano: ¡bien por la intención! Es esa idea la que le da alguna relación –no tan bien lograda– a tres cortos que aúnan la totalidad del filme.

Todos somos Óscar intenta hablarnos de aquello ante lo cual la voluntad política prefiere volver la cara: ignorarlo. Se trata de la violencia, la soledad, la indiferencia y otras inequidades sufridas por muchos: por cada Óscar. Este compromiso del filme hay que aplaudirlo.

El problema es que la correspondencia conceptual de los tres cortos, lo que supone una sola ética del filme, no tiene calidad narrativa ni eficacia visual destacables. Su temática común está unida por la figura de Tito Oses en cada uno de los personajes de los cortos.

Para reforzar esa presencia histriónica, como quien actúa ante un espejo para aplaudirse su “yo”, la mano de Oses se siente por todo lado (guion, montaje, música, fotografía, etcétera), lo cual puede ser válido, pero que en este caso no ha dado los mejores resultados.

Los errores formales saltan por momentos y lo narrativo se desestructura por secuencias, al punto de que hay instantes en que me pareció estar, más bien, ante un video casero sobre la marginalidad.

Creo que a Oses le faltó conocer sus limitaciones y, de un Óscar a otro de los tres cuentos, dejó los pelos en el alambre, sin tono ni ritmo.

Del cine podemos decir lo que Tzvetan Todorov decía de la literatura: “es un juego formal de sus elementos y al mismo tiempo una instancia ideológica”; he ahí en lo que falla Tito Oses con su película: sus imágenes parecen ir al azar y sin mayor competencia del equipo dirigido por él, al punto que no se facilitan las consistencias que necesitan sus tres cortos para ser una buena película.

Si alguien quiere ver en Todos somos Óscar un filme experimental, la verdad es que le falta audacia para lograrlo. No le veo afanes artesanales ni se demuestra que es otra cosa distinta a lo que siempre vemos. Sea como sea, se trata de una película que prefiero no recomendar.

Ficha técnica

Título original: Todos somos Óscar.

País: Costa Rica, 2019.

Género: Drama.

Director: Tito Oses.

Elenco: Tito Oses.

Duración: 187 minutos.

Cines: Magaly, Nova, Cinépolis.

Calificación: Dos estrellas de cinco posibles.