Un ingeniero de la Municipalidad de Escazú, de apellidos Boraschi González, supuestamente se comprometió a ayudar a la constructora MECO con la adjudicación de licitaciones en ese municipio y el adelanto del pago de facturas, a cambio de que esa empresa privada arreglara el polideportivo de Santo Domingo de Heredia, pues es allí donde su hijo juega béisbol, según demuestran las escuchas telefónicas realizadas por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y que constan en el expediente del caso Diamante.
El informe de la Policía Judicial también habla de que Boraschi habría realizado una serie de “movimientos irregulares” para los proyectos del municipio, en apariencia para favorecer a MECO, pero sin precisar detalles. Aunque la pesquisa asegura que el arreglo del polideportivo sí se concretó, “lo que constituye un hecho delictivo”, no trasciende la fecha, ni el valor de las obras.
Sobre el adelanto de facturas, el expediente mencionó que el 3 de marzo pasado, Luis Fernando Gutiérrez Vargas, gerente de asfaltos de la constructora, y Boraschi conversaron sobre un cartel que el ingeniero iba a subir al Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop) y sobre una orden de compra por ¢43.286.382 que MECO necesitaba que fuera cancelada lo “más pronto posible”. Se desconoce a qué proyecto pertenecía dicha orden.
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El legajo puntualiza, además, que la constructora era quien confeccionaba o arreglaba los carteles de licitación de ese municipio con el objetivo de conseguir los contratos. Según las autoridades, Boraschi se reunía en diferentes restaurantes con Gutiérrez para dialogar temas vinculados con los proyectos. Al parecer, Gutiérrez era quien siempre pagaba los almuerzos y en esos encuentros, supuestamente, el gerente le entregaba sobres amarillos a Boraschi, los cuales, presume el OIJ, iban con dinero (dádivas).
Por estos hechos, Boraschi y seis alcaldes fueron detenidos el lunes pasado como parte de la Operación Diamante y por ser sospechosos de otorgar licitaciones a la empresa MECO, a cambio de diversos sobornos, que incluyen desde dinero en efectivo, vehículos y hasta mantenimientos en casas. Los jerarcas municipales y Boraschi fueron liberados ayer por la tarde.
Licitación acomodada
Según la presunción del Organismo de Investigación Judicial, uno de los proyectos cuestionados en la Municipalidad de Escazú es el de la licitación 2021LN-0000003-002080001, denominado Sobre construcción de alcantarillado pluvial; aceras, losas de concreto, cordón y caño.
El 22 de marzo del 2021, se dio una conversación entre Gutiérrez y Boraschi, en donde queda en evidencia que el cartel fue elaborado por un sujeto de apellido Alfaro Alvarado, quien pertenece a la constructora MECO. Sin embargo, debido a un “error” que se dio en el cartel, el gerente y el ingeniero municipal se ponen de acuerdo para remendarlo a través de una consulta en Sicop. En las intervenciones, dice el OIJ, Boraschi le insiste a Gutiérrez: “Esté tranquilo”.
Según corrobora el OIJ, esa observación por parte de MECO fue efectuada a través del sistema. El 30 de abril, el gerente y el funcionario acuerdan, por teléfono, almorzar en un restaurante en Escazú para ponerse de acuerdo y así excluir de la oferta a la empresa Pedregal. A continuación se muestra un extracto de esa llamada, que es relevante para el OIJ porque revelaría la presunta complicidad:
Luis Fernando: Entonces yo quiero sentarme con vos, para explicarte cómo vamos a ofertar porque diay definitivamente don Cristian, vamos a tener que sacrificarnos un poco y, después, si ganamos, ver cómo nos acomodamos para que todos nos ayudemos.
Boraschi: Sí, sí, sí. No, no, don Luis, usted sabe que con nosotros puede contar.
El OIJ explica que posiblemente a lo que se refería Gutiérrez es a que primero se iban a mostrar como el oferente más ventajoso para la Administración, pero, una vez adjudicado, implementarían nuevas estrategias como las adendas, para incrementar el precio adjudicado y obtener las ganancias pretendidas por la compañía.
El 5 de mayo, Gutiérrez le dijo a Boraschi que necesitaba más tiempo para presentar la hoja de delincuencia que le estaban pidiendo, a lo cual Boraschi accedió. Ese mismo día, pero en horas de la noche, el ingeniero vuelve a localizar al gerente para decirle que ya todo estaba arreglado. En efecto, el 6 de mayo, la empresa MECO fue adjudicada con esa licitación.
Otro proyecto cuestionado es el de la marginal norte y sur, de Escazú. En una de las escuchas realizadas el 14 de abril pasado, presuntamente Boraschi le indicó a Gutiérrez que le interesa que el trabajo de asfaltado quede a cargo de MECO, ya que “se paga bien”.
En efecto, esa constructora quedó a cargo del contrato y tras estas pesquisas se determinó que las dos carreteras no cumplían con los requerimientos mínimos establecidos y llama más la atención de las autoridades que el encargado de verificar la calidad de la obra era precisamente Boraschi.