‘Yo lo perdono’: Padre dice no tenerle rencor a conductor ebrio que le mató hija de 5 años

Asegura que la muerte de su hija menor lo acercó a él y su familia más a Dios y ora por el sospechoso

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Mariángel Mora Pérez habría cumplido 6 años el próximo 1.° de mayo. Para su papá, Osvaldo Mora, Mariángel era una niña feliz, muy pegada a él y muy cariñosa con su mamá y su hermano. Tristemente, para Mariángel ya no habrá más queques de cumpleaños, ni velitas que soplar. La niña murió el 9 de abril en el Hospital de Niños, dos días después de que un conductor borracho se saliera de la vía, colisionara una moto y la golpeara a ella en la cabeza, en la Esperanza de Cariari, Pococí.

El presunto responsable de la muerte de Mariángel es un hombre de apellidos Bermúdez Quirós, de 61 años, quien está siendo investigado por el Ministerio Público, por el supuesto delito de homicidio culposo, bajo el expediente N.° 24-000474-0485-PE.

Según relató Osvaldo Mora en una entrevista con La Nación, la pérdida de su hija ha fortalecido la fe de su familia en Dios, lo que les ha permitido no guardar rencor hacia el hombre que les arrebató a su hija.

Mora, de 31 años, explicó que Bermúdez es conocido por su familia, ya que todos son vecinos en la Esperanza de Cariari, en Pococí, Limón. Por esta razón, el sospechoso ha intentado acercarse; sin embargo, el padre prefiere mantener distancia y dejar que “la ley de Dios y la ley del país” actúen.

“Yo le pido a Dios por él y por nosotros. Yo sé que en algún momento le voy a tener que ver y si lo llego a ver le voy a decir en la cara que lo perdono. Uno no puede vivir con odio, lo que yo sí creo es que Dios se encarga de hacer cumplir la ley celestial y aquí en la tierra también hay leyes y yo no me le voy a atravesar a la ley”, sostuvo Mora.

10 segundos

El 7 de abril, como era costumbre todos los domingos, Mariángel estaba en casa de su bisabuela paterna compartiendo con familiares. Cuando la reunión terminó y todos se retiraban, la niña se quedó con su abuelo en el portón de la casa.

“Mi papá puso la moto afuera. Nosotros íbamos saliendo. Yo salí primero en el camión, luego mi hermano y después mi hermana. Mi papá estaba ahí con mi hija y se devolvió a cerrar el portón. En cuestión de 10 segundos, cuando mi papá cierra el portón y va hacia la moto donde está mi hija, se salió un vehículo de la carretera, golpeó la moto y luego golpeó a mi hija”, narró Mora.

Para ese momento, el padre de Mariángel ya había avanzado más o menos un kilómetro cuando recibió una llamada de su madre para que regresara porque su hija estaba gravemente herida. Regresó y lo único que recuerda es ver a su pequeña en los brazos de su abuelo, pero ella “se hacía como un trapito”.

Él la tomó, la subió al vehículo y se dirigió a encontrarse con la ambulancia para que la llevaran a la clínica de Guápiles, donde le practicaron una tomografía axial computarizada y una intervención quirúrgica, debido a una fuerte contusión en el cerebro. Confirmaron que la niña tenía sangre acumulada y necesitaba ser drenada, por lo que fue trasladada de urgencia al Hospital Nacional de Niños, en San José.

“Tenía un traumatismo craneoencefálico severo que, prácticamente, desde que ingresó, venía en una condición crítica. Fue llevada de inmediato a la sala de operaciones; sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos que se hicieron en sala de operaciones y, posteriormente, en Cuidados Intensivos, la niña no soportó más”, explicó el doctor Carlos Jiménez, director del hospital infantil.

‘No olvide mi canción favorita’

Mora, quien tiene una empresa de vidrios, reconoce que los domingos suelen ser días de labores, pero ese 7 de abril decidió pasar la mañana con su familia viendo películas, algo que raramente hacían.

Osvaldo y su esposa, Anny Pérez, procrearon dos hijos, Mariángel y David, de 9 años. Osvaldo sostiene que los ama a ambos, pero confiesa que existe “una conexión diferente” de los papás con las hijas que no sabe cómo explicar. Esa mañana que él se quedó en la casa, la niña le dijo en medio de juegos: “Papá, que nunca se le olvide cuál es mi canción favorita (Tacones Rojos, de Sebastián Yatra), acuérdese que es esta”.

“Mi pedazo de sol, la niña de mis ojos, la que baila reggaetón...”, coreó Mora mientras recordaba la canción.

Recientemente, Mora y su familia hicieron un viaje a Guatemala y durante ese paseo él le decía a Mariángel que, por lo amorosa que era, quería que se quedara “pequeñita”. Hoy, después de la tragedia, considera que Dios así lo hizo. Ella siempre será su niña pequeñita, “aunque pasen los años”.

El próximo 1.° de mayo, a pesar del dolor, la familia tiene planeada una conmemoración en nombre de la chiquita, quien quería una fiesta temática de Rapunzel.