El empresario Harry Bodaan, uno de los tres sospechosos de asesinar a María Luisa Cedeño Quesada en julio del 2020, cuenta con capacidad mental para afrontar el juicio programado a partir del próximo 13 de setiembre. Así se concluye en el dictamen pericial psiquiátrico– psicológico forense número PPF–2022–0001776, que se le hizo al hombre esta semana.
Según el documento, del cual La Nación tiene copia, el adulto mayor tiene un trastorno mixto ansioso–depresivo, pero esto “no limita sus capacidades mentales”, aunque sí “provoca altos niveles de ansiedad que disminuyen la capacidad de concentración”. La pericia agrega que “no hay evidencia de franco deterioro cognitivo que le impida al evaluado distinguir entre lo lícito e ilícito o hacer frente al proceso judicial”.
Como parte de la evaluación, Bodaan describió su situación como privado de libertad, su vida personal y familiar para después pasar por un examen mental donde se midieron sus capacidades de afecto, pensamiento, trastornos sensoperceptivos, funciones cognitivas, consciencia, orientación, atención, memoria, cálculos matemáticos, capacidad de abstracción, dominio de información general para funcionamiento social y capacidad de juicio.
“Antes de este problema (el crimen de la Dra. Cedeño) no padecía de nada de problemas mentales ni emocionales. Es que ser inocente y estar encerrado con 165 prisioneros, personas entre 65 años y más, que son violadores, estafadores y escuchar sus historias de cómo mataron gente y violaron a sus propios familiares, eso me ha afectado. Todos los días yo escucho esas historias”, explicó el empresario a las dos expertas de Medicatura Forense que le hicieron la valoración.
Durante los exámenes también se tuvo a mano la información acerca de los padecimientos del hombre, la evolución de sus enfermedades y el tipo de medicación que requiere diariamente, la cual no se ha tomado como debería desde que está en prisión preventiva en el Centro de Atención Institucional (CAI) Adulto Mayor, en San Rafael de Alajuela.
A partir de este resultado, el próximo martes debería reanudarse sin problema el juicio contra Bodaan y otros dos imputados, un administrador de empresas, de apellidos Miranda Izquierdo, y un bailarín, apellidado Herrera Martínez.
Juzgado niega salida de prisión preventiva
Paralelamente, este 8 de setiembre, el Juzgado Penal de Quepos negó a Bodaan un cambio de medidas cautelares para pasar de prisión preventiva a arresto domiciliario, ya sea con monitoreo electrónico o con vigilancia policial.
Hugo Navas Vargas, abogado de Bodaan, explicó que como en el pasado su representado incumplió con las reglas de casa por cárcel, a raíz de un mal asesoramiento, eso pesó en la decisión del juez e hizo que no fuese posible la salida de su cliente del CAI Adulto Mayor, en San Rafael de Alajuela.
El defensor planteó la solicitud de cambio de medidas cautelares argumentado que el empresario padece de parkinson y por esto requiere asistencia para poder movilizarse, asearse e ir al baño, necesidades que se le complican al tener que alistarse a tempranas horas en la cárcel para ser llevado a los Tribunales del Segundo Circuito Judicial de San José, en Goicoechea, donde a partir del próximo martes se espera que se desarrolle el juicio.
Navas también dijo este jueves que el juzgador a cargo de la audiencia realizada en Quepos, Puntarenas, pidió que a Bodaan se le haga una valoración completa en la sede de Medicatura Forense, del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), con el fin de que no solo se conozca su capacidad mental, ya evaluada este miércoles, sino también física para afrontar los hechos.
Agregó que este nuevo análisis fue ordenado luego de que la Fiscalía de Quepos diera a conocer que “no encuentra examen reciente que le permita cambiar su posición jurídica con base en el estado de salud de Harry Bodaan”; sin embargo, esa versión no pudo ser corroborada por el ente fiscal hasta las 6 p. m. de este viernes.
Los hechos
María Luisa Cedeño Quesada, de 43 años y quien era jefa del Servicio de Anestesiología y Recuperación del Hospital Cima, en Escazú (San José), fue hallada sin vida en la habitación 21 del hotel La Mansion Inn, donde se encontraba de vacaciones. Su cuerpo estaba envuelto en una cobija, ensangrentado y con varios golpes.
El hecho trascendió el 21 de julio del 2020, al día siguiente del crimen. Ese día quedó detenido un bailarín de apellidos Herrera Martínez, quien era empleado del hospedaje. Al momento del arresto, los policías le observaron rasguños en su cuerpo, uno de varios elementos claves para su captura.
Cinco días después fue aprehendido un administrador de empresas apellidado Miranda Izquierdo, quien se hospedaba en el hotel, y luego el empresario Bodaan. A ellos dos se les vinculó por unos mordiscos que tenía la víctima en la mejilla y el antebrazo.
Empero, tanto Erick Gatgens Gómez, defensor de Miranda, como Navas han reiterado en diversas ocasiones que las pruebas contra sus clientes son insuficientes, por lo que están dispuestos a demostrar la inocencia de sus representados en el debate.
No obstante, la semana pasada, el fiscal Edgar Ramírez Villalobos dijo que la acusación es muy “sólida” y que a lo largo del contradictorio comprobarán que los tres hombres participaron en el homicidio.
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