La Selección de Costa Rica de futsal le arrebató el liderato del grupo A a México en el Premundial que se disputa en Managua, Nicaragua. Así dejó ver quién es el gigante de Concacaf en esta disciplina. Con su triunfo de 4-2 en la última jornada de la fase de grupos, la Sele ingresará al momento cumbre de esta cita de manera invicta.
Después de hacer lo suyo, Costa Rica tuvo que esperar novedades para conocer el nombre de su rival para los cuartos de final, esa serie de muerte súbita en la que estará en juego el pase al Mundial de Uzbekistán 2024. Su contrincante para el duelo más importante será Canadá, que venció 6-3 a Nicaragua.
El partido contra México tuvo una tónica muy distinta al insólito pulso contra Haití que se acabó antes de la hora, porque el rival se quedó sin jugadores suficientes para continuar, y también se presentó un matiz diferente al partido frente a Surinam.
Después de aquellas dos victorias de la Sele, el duelo contra México representaba una exigencia mayor, con un estilo distinto. No era un partido tan físico, sino más de buen fútbol.
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Aunque las dos selecciones ya tenían garantizada su presencia en esos cuartos de final que encierran el reto más importante del Premundial, al ser la instancia donde se definen a los cuatro países que irán al Mundial de Uzbekistán 2024, este partido no era ningún trámite.
En realidad había algo vital por resolver: estaba en juego el liderato del grupo A. Costa Rica anhelaba esa posición de privilegio para tener un mejor panorama en ese esperado cuarto partido. Y lo logró.
Así se esquivaba a Guatemala, que avanzó como primer lugar del grupo C y será un rival muy fuerte para México en cuartos de final.
Más allá de pensar en ese próximo rival contra el que estará en juego el pase al Mundial, arrebatarle el liderato a la selección azteca era un golpe de autoridad por parte de los ticos, los tricampeones de Concacaf que aspiran en este torneo al ‘tetra’.
Como se podía presagiar, el partido entre Costa Rica y México no fue nada fácil. Por segunda ocasión en este clasificatorio, la Sele empezó cuesta arriba.
Reponerse no era sencillo, pero sí muy posible si el conjunto dirigido por Alexánder Ramos retomaba su fútbol.
De arranque, empezaron los problemas. La escuadra patria parecía imprecisa y un tanto desordenada, favoreciendo el buen planteamiento con el que se presentó México en el rectángulo de juego.
La Sele fallaba, no cerró espacios y el rival encontró un camino fácil para sacar el remate y vencer a César Vargas con Eder Giorgana. Las cosas parecían complejas, porque México llegó al partido como líder y Costa Rica en segundo lugar por diferencia de goles.
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De arranque, empezaron los problemas. La escuadra patria parecía imprecisa y un tanto desordenada, favoreciendo el buen planteamiento con el que se presentó México en el rectángulo de juego.
La Sele fallaba, no cerró espacios y el rival encontró un camino fácil para sacar el remate y vencer a César Vargas con Eder Giorgana. Las cosas parecían complejas, porque México llegó al partido como líder y Costa Rica en segundo lugar por diferencia de goles.
Es decir, Costa Rica tenía que ganar sí o sí para lograr su cometido. La urgencia en el partido era retomar el juego de siempre, el que caracteriza a la Sele de futsal.
Una incursión de Daniel Gómez reflejó el intento de reacción de los nacionales, pero su remate salió desviado. Fue un aviso. Luego de un saque de César Vargas, Enmanuel Gamboa dio toda una exhibición y firmó el 1-1.
Fue un gol de mucha relevancia para Costa Rica, conseguido por un jugador que en los partidos anteriores estuvo en banca. Fue el punto de partida para reaccionar y meterse de lleno en el juego.
La Nacional entendió que estaba regalando algunas cosas para que su rival, además de sus méritos, aprovechara esos malos pases.
Costa Rica entendió que dependía de sí misma para sacar el partido. En el segundo tiempo, la Sele logró el gol que en ese momento significaba la remontada.
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Es decir, la Tricolor tenía que ganar sí o sí para lograr su cometido, como pasó. La urgencia en el partido era retomar el juego de siempre, el que caracteriza a la Sele de futsal.
Una incursión de Daniel Gómez reflejó el intento de reacción de los nacionales, pero su remate salió desviado. Fue un aviso. Luego de un saque de César Vargas, Enmanuel Gamboa dio toda una exhibición y firmó el 1-1.
Fue un gol de mucha relevancia para Costa Rica, conseguido por un jugador que en los partidos anteriores estuvo en banca. Fue el punto de partida para reaccionar y meterse de lleno en el juego.
La Nacional entendió que estaba regalando algunas cosas para que su rival, además de sus méritos, aprovechara esos malos pases.
Costa Rica entendió que dependía de sí misma para sacar el partido. En el segundo tiempo, la Sele logró el gol que en ese momento significaba la remontada.
Era el tanto que hacía ver que ese primer lugar sí era posible y lo consiguió con Daniel Gómez, a pesar del rechazo de Miguel Benítez.
La preocupación llegó con la lesión de Jean Carlo Salas, uno de los jugadores clave de la Tricolor. Ante su salida, México intentó presionar más.
Pero Costa Rica sabía que la mejor manera de defender su ventaja era aumentándola. Gilbert Vindas aprovechó un error de los mexicanos, robó el balón y su disparo significó el tercer gol.
Pronto, México descontó con un tiro de Daniel Soltero y era un llamado de atención. Después de un lapso de juego no tan fluido, la Sele regresó a hacer lo suyo con más claridad, pero extrañando siempre a Jean Carlo Salas.
El gol de Minor Cabalceta fue una recompensa al esfuerzo, luego de una buena jugada colectiva. Ese 4-2 a falta de diez minutos para el final era un buen indicio. A la postre, fue el marcador final.
Este martes 16 de abril será el día de descanso para replantear y afinar estrategias. El miércoles 17 de abril, al mediodía, será el choque trascendental, en el que Costa Rica peleará ante Canadá el boleto al Mundial de Uzbekistán.