Rodrigo Chaves, su percepción de las STEM y las ciencias sociales

Según la visión del presidente Chaves, ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas deberían ser el objetivo de la educación superior

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Durante su visita a los Estados Unidos, el presidente Rodrigo Chaves planteó interrogantes acerca de la pertinencia y relevancia de las carreras universitarias de Sociología, Antropología y las ciencias sociales en su conjunto.

Lo anterior se suma a su discurso en el que pone en tela de juicio los compromisos financieros del gobierno con la educación pública y su enfoque particular acerca de los recursos destinados a la enseñanza e investigación en las universidades.

Según la visión del mandatario, las carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) deben ser el objetivo de la educación superior.

La dicotomía entre las ciencias sociales y las disciplinas STEM es una simplificación que no refleja la complejidad de la educación superior y el mundo académico, o la naturaleza misma del conocimiento.

En primer lugar, es importante reconocer que estas dos categorías no son mutuamente excluyentes. De hecho, muchas disciplinas de las ciencias sociales utilizan métodos y herramientas de las ciencias naturales y de las matemáticas. La economía, carrera estudiada por el presidente Chaves, por ejemplo, a menudo se clasifica como una disciplina de las ciencias sociales y utiliza los métodos cuantitativos y estadísticos en las ciencias naturales.

La antropología genética, mi área de investigación y docencia en la Universidad de Costa Rica, se enfoca en analizar la diversidad genética en poblaciones actuales y antiguas para entender cómo esta variabilidad está relacionada con la evolución humana, la historia demográfica de las poblaciones, su adaptación a ambientes particulares y la interacción entre genética y cultura.

Las herramientas y métodos de esta disciplina, al igual que muchas otras en el campo de la antropología, abarcan desde la química molecular hasta la arqueología.

La idea de que las disciplinas STEM son inherentemente superiores a las disciplinas de las ciencias sociales es una simplificación que conlleva falacias. Por ejemplo, en la investigación científica y tecnológica, la comprensión de las implicaciones sociales y éticas es crucial. Esto implica la incorporación de conocimientos de las ciencias sociales para evaluar el impacto de la tecnología en la sociedad, la ética de la investigación y la toma de decisiones informadas.

Las ciencias sociales nos ayudan a comprender las implicaciones sociales y éticas de los avances tecnológicos, tales como el impacto de una nueva tecnología en el medioambiente, la salud pública o la economía.

La visión planteada por el presidente Chaves, de generar una dicotomía entre las ciencias sociales y las disciplinas STEM, es una falsa disyuntiva que no reconoce la naturaleza interconectada e interdisciplinaria del conocimiento.

Las universidades deben promover la excelencia académica en todos los campos, fomentar tanto la investigación básica como la aplicada y una comprensión integral de los desafíos complejos que enfrenta la sociedad contemporánea.

Lo anterior requiere un compromiso con la educación pública que valore todas las disciplinas y su aporte a la formación de ciudadanos críticos y profesionales competentes.

Urge superar visiones reduccionistas para avanzar hacia un modelo de universidad pluralista, interdisciplinaria y comprometida con los valores democráticos que requiere Costa Rica en el siglo XXI.

norberto.baldi@ucr.ac.cr

El autor es antropólogo.