Pandemia destapa larga lista de deficiencias en Clínica Marcial Fallas

Auditoría Interna de la CCSS halló presuntas anomalías en las compras y donaciones para combatir la covid-19. También encontró miles de quejas de usuarios y millonarios pagos en horas extras; institución evalúa intervenir el centro médico

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El diagnóstico del Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) Marcial Fallas, ubicado en Desamparados, es grave. Un reciente informe de la Auditoría Interna de la CCSS enumeró una larga lista de falencias y recomendó, entre otras cosas, su intervención.

El inventario de problemas es grande; incluye presuntas irregularidades en el pago de horas extras y en las compras y donaciones relacionadas con la atención de la pandemia de la covid-19.

Además, los auditores señalaron falta de comunicación entre las autoridades médicas y administrativas, personal ocioso en el área de odontología, miles de quejas de usuarios y ausencia de datos para determinar cuánto personal se requiere para cumplir con el servicio de urgencias las 24 horas, los siete días de la semana.

Todas esas deficiencias, según el informe, se agravaron con la pandemia.

“Preocupa la gestión realizada por la actual Dirección del centro médico, en diferentes procesos asociados al tema de la atención de la pandemia por la covid-19, pero sobre todo, aquellos actos que podrían implicar un uso no racional de los recursos asignados”, señala el informe N.° 127-AGO-2020 de la Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), del 30 de octubre de 2020.

Desamparados es uno de los cantones más afectados por el coronavirus. Hasta el 8 de enero anterior, 10.218 personas se habían contagiaron de la covid-19, y de ellas, 158 murieron, de acuerdo con los últimos datos oficiales del Ministerio de Salud.

A finales de marzo del 2020, el CAIS Marcial Fallas fue blanco de múltiples cuestionamientos por negarle a un hombre de 62 años la realización de una prueba para confirmar el contagio de esa enfermedad.

Días después, los familiares del paciente pagaron el test en un establecimiento privado, confirmaron el contagio y denunciaron que el diagnóstico tardío agravó su salud.

La situación desembocó en una investigación del Ministerio de Salud que determinó una “violación al derecho de las personas usuarias de los servicios de salud de recibir atención médica con la eficiencia y diligencia debidas”.

Además de señalar las presuntas irregularidades, la Auditoría Interna hizo 28 recomendaciones para subsanar la situación, entre ellas, resaltó la necesidad de intervenir el centro sanitario.

Eduardo Cambronero, director de la Red de Servicios de Salud, aseguró que, el próximo 27 de enero, deben presentar un informe que ayudará a tomar decisiones con respecto al CAIS Marcial Fallas, del cual dependen 650.000 habitantes, una cifra mucho mayor a la que atienden algunos hospitales regionales y periféricos del país.

¿Qué significaría intervenir ese centro médico?, se le preguntó a Cambronero, quien respondió: “Implicaría, si hay algún grado demostrable de responsabilidad, una separación de los responsables si estuvieran identificados (...). Se buscarían las áreas con problemas y se conformaría un equipo para identificar los problemas y, obviamente, su solución lo más pronto posible”, declaró Cambronero.

La Nación solicitó una entrevista con Héctor Araya Zamora, director de la Clínica Marcial Fallas el 4 de enero; sin embargo, tres días después y antes del cierre de este artículo, él pidió que se le enviaran las preguntas por escrito, alegando que asumió ese cargo en marzo pasado, cuando estaba “iniciando la pandemia de la covid-19 y con cambios de jefaturas médicas”.

Insistió en que muchos de los datos incluidos en el informe de la Auditoría “se sacaron de marzo a marzo (de 2019 a 2020), por motivo de que yo no estaba en aquí (en la Dirección del centro médico)”.

En efecto, entre 2017 y febrero de 2020, el CAIS Marcial Fallas tuvo tres personas en el puesto de Dirección Médica, dos en la Dirección Financiera y otras dos en la jefatura de Recursos Humanos.

Elevado gasto en horas extra

Uno de los problemas más graves apuntado por la Auditoría Interna es el creciente pago de horas extras.

Por ejemplo, entre abril y setiembre del 2020, a cuatro funcionarios del Servicios de Rayos X les pagaron, aproximadamente, ¢8,9 millones por depurar listas de pacientes en espera de ultrasonidos, tarea ya ejecutada en 2019.

También, el estudio señala que la falta de planificación disparó el desembolso de tiempo extraordinario en los últimos años, pues se cancelan de forma permanente y no de forma excepcional como lo establece la normativa.

En 2016, el gasto del CAIS Marcial Fallas en tiempo extraordinario fue de ¢1.480 millones; en 2019 subió a ¢2.823 millones, es decir, un 91% más.

“Los pagos por tiempo extraordinario, de manera permanente, ubican a esta Área de Salud como una de las unidades con mayores registros por este concepto a nivel institucional, con las consecuencias económicas que esto pueda acarrear, desde el punto de vista de sostenibilidad financiera y sana utilización de los recursos”, enfatizó el análisis de los auditores.

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Compras y donaciones

La Auditoría también hizo observaciones sobre los procesos de compra y donaciones recibidas para la atención de la pandemia: “Se promovieron contrataciones y donaciones en el periodo de marzo a agosto de 2020, que no se ajustan a lo estipulado en la Ley de Contratación Administrativa y su reglamento”.

Un ejemplo, es la colocación de un hospital móvil en las afueras del CAIS Marcial Fallas para la atención de pacientes sospechosos de covid-19, pues no hay claridad si ese bien fue donado o prestado por la Municipalidad de Desamparados porque no se siguieron los procedimientos establecidos por la Caja para donaciones.

Además, se compraron materiales para ponerle piso al hospital móvil sin que conste un expediente de contratación, solo se echó mano de la caja chica del centro médico.

“La situación descrita, en el presente hallazgo, obedece a que el centro no aplicó a cabalidad la normativa que rige en materia de compras mediante fondos de caja chica y procedimientos de contratación y normativa conexa, corroborándose, una débil gestión documental entre los diferentes interesados en los procesos, siendo que en algunos casos se carece totalmente de la conformación del expediente administrativo, y otros no se ajustan al ordenamiento jurídico, lo que implica ausencia de datos completos, esenciales, pertinentes, oportunos y específicos para la toma de decisiones”, concluyó la Auditoría.

Y en cuanto a las quejas de los usuarios, el informe recoge cifras de la Contraloría de Servicios del CAIS Marcial Fallas, la cual recibió 2.026 quejas por molestias de los usuarios con el servicio brindado, a lo largo del primer trimestre del 2020, o sea, en promedio, se registraron 22 reclamos por día.

Sin solución

Desde 2017, la Junta Directiva de la CCSS ordenó la intervención del CAIS Marcial Fallas. Sin embargo, los problemas persisten.

¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué, de nuevo, la Auditoría Interna halla presuntas irregularidades?

“Eso es lo que queremos entender con todo este proceso, lo que uno globalmente podría decir es que hay identificadas debilidades de gestión, pero queremos precisar las causas, eso es fundamental”, contestó Cambronero.