OIT señala sobreestimación de CCSS en cálculos de gastos en Seguro de Salud

André Picard, jefe de Unidad de Servicios Actuariales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), detalló imprecisiones en valuaciones actuariales de CCSS y ratificó solidez financiera de entidad

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) planteó este jueves una serie de cuestionamientos a los informes de valuación actuarial que fueron utilizados meses atrás por Marta Esquivel, presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), para afirmar que la entidad está en quiebra.

La exposición estuvo a cargo de André Picard, jefe de la Unidad de Servicios Actuariales de la OIT, en una reunión con miembros de la Junta Directiva de la institución, entre ellos la jerarca Esquivel.

Entre las principales observaciones están las sobreestimaciones en el cálculo de gastos del Seguro de Salud, que financia la atención médica de los asegurados. Se halló duplicidad en gastos relacionados con mantenimiento de instalaciones y omisiones en la depreciación de infraestructura. Las conclusiones de Picard están basadas en información oficial suministrada por la propia Caja.

Por ejemplo, la Organización detectó que los gastos totales del Seguro de Salud para los años 2020 y 2021 fueron un 8,1% y un 13,7% menores a los previstos en la valuación actuarial de 2017. La brecha es mayor si se comparan los gastos totales ejecutados en esos años con los previstos en la valuación actuarial de 2019, en este caso las diferencias son de 22,7% y 30,3%, respectivamente.

Los cálculos actuariales de la CCSS tasaron en ¢2,4 billones los gastos totales del Seguro de Salud para el 2022 y definieron que, para el 2036, llegarían a ¢12,7 billones.

“Todo indica que las principales razones de la marcada desviación de la tendencia (en los gastos) son una sobreestimación”, expresó la OIT en su presentación ante los directivos de la CCSS. Esa sobreestimación, agregó, se debe a “una probable duplicación del costo de proyección de proyectos de inversión”.

“La Dirección Actuarial de la CCSS no ofrece una explicación o justificación que sustente técnicamente un cambio tan abrupto en la tendencia del gasto”, enfatizaron.

Además, comentó que los resultados financieros de las liquidaciones presupuestarias del Seguro de Salud entre 2012 y 2021 muestran que los gastos corrientes permanecen por debajo de los ingresos corrientes. “Se observa que los ingresos corrientes han sido suficientes para el financiamiento tanto de los gastos corrientes como de la inversión física”, declaró la Organización.

Tras la exposición del experto, miembros de la Junta plantearon aclaraciones. Una de ellas fue Martha Rodríguez, representante de los trabajadores, quien señaló que en su criterio lo más importante es que se incluyan criterios de transparencia, para que cualquier ciudadano pueda entender este tipo de estudio y permita al máximo órgano de la entidad resolver de la mejor forma.

Rodríguez además planteó tomar acuerdos para solicitar acompañamiento a la OIT en temas actuariales.

La presidenta ejecutiva, Marta Esquivel, aseguró que “a partir de esto” tendrán que tomar decisiones, pero pidió dejar los acuerdos de petición de ayuda para enero.

Otro aspecto destacado por la OIT es que los estados financieros de la entidad para el año 2021 muestran un excedente de ¢419.000 millones. Adicionalmente, los estados financieros de ese mismo año muestran excedentes acumulados por más ¢3,8 billones, cifra que incluye deuda del Estado con la Caja correspondiente a varios años.

Una de las recomendaciones de Picard es que “antes de tomar decisiones importantes sobre el futuro de proyectos” se revisen las proyecciones actuariales.

Esa sugerencia contradice la decisión tomada por la CCSS en marzo del presente año, cuando decidió, de forma repentina, suspender todo el portafolio de inversiones, entre los que estaban importantes centros hospitalarios como el de Cartago y Limón, áreas de salud y Ebáis en todo el país. Esa determinación fue parcialmente revertida en noviembre anterior.