‘O actualiza datos o paga cita′, le dijo recepcionista de Ebáis a adulta mayor

Sucedió en Tibás, este lunes 21 de noviembre. Información errónea sobre afiliación fue el origen de mala atención

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Myriam Naranjo Calderón, de 85 años, estuvo a punto de perder su cita médica y también dinero por una información errónea que le dio una recepcionista en la Clínica de Tibás, este lunes 21 de noviembre, sobre un trámite de afiliación que fue modificado hace alrededor de un año.

La señora, quien tiene varios padecimientos crónicos, acudió puntual a la cita programada, al mediodía de ese lunes. Sin embargo, la trabajadora le informó de que aparecía como “desafiliada” y debía actualizar sus datos. Si no lo hacía, debía pagar el monto de la cita (alrededor de ¢30.000) o perdía la consulta con el médico.

El trámite de actualización que le mencionó la encargada existe. Antes se le conocía como beneficio familiar, pero la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lo cambió hace alrededor de un año y ahora se le conoce como protección familiar. El cambio pretende facilitar la gestión a asegurados como doña Myriam, quien está cubierta por el seguro de salud de su marido pensionado.

Fue él quien le sacó la cita una semana antes, de manera presencial, pero en ese momento no le informaron sobre la situación de aseguramiento de su esposa, pues los técnicos de redes a cargo de programar las citas no tienen dentro de su protocolo dar esos datos de aseguramiento. De esto se entera el paciente hasta que se presenta a su cita médica.

Este proceso lo explicó a La Nación el director médico de Coopesaín, Eddy Salas. Esta cooperativa administra los servicios de primer nivel de atención en el área de Salud de Tibás, desde hace 33 años.

“El cambio de nombre (de beneficio a protección familiar) hace que el trámite sea más expedito. Antes había que presentar papeles; ahora lo que se hace es una nota o se firma un papel. En el caso de doña Miriam, se le había vencido. Solo tenía que actualizar la información para que siguiera con la cita”, explicó el médico.

Eddy Salas aseguró que cualquier persona tiene derecho a sacar una cita. Sin embargo, el manual de procedimientos de la CCSS, dijo, no indica que en ese momento se deba verificar la condición de aseguramiento de quien solicita la consulta. Tampoco el centro de salud ha sugerido un cambio en esa vía para ahorrar situaciones como la que vivió Myriam Naranjo y su pariente, este 21 de noviembre.

Doña Myriam enfrenta problemas de movilidad. Acudió a la cita con una hija quien, ante la información que le dio la recepcionista, se movió lo más rápido que pudo para que su mamá no perdiera la consulta.

La mujer acudió a la ventanilla de validación de derechos de la clínica para corroborar la información que le había dado la recepcionista, quien antes le había advertido que perdería la cita porque a esa hora (mediodía) difícilmente encontraría personal de validación.

Para suerte de la hija de doña Myriam, a esa hora había una encargada de redes quien lamentó la situación y le dijo que se trataba de un error, y que se iba a corregir. Además, manifestó que a los adultos mayores siempre se les atiende.

Doña Myriam Naranjo finalmente pudo ser vista por su médico general como estaba programado, gracias a la funcionaria de validación de derechos, quien actualizó los datos y facilitó la cita.

Protección del seguro

Lo que antes se llamaba beneficio familiar y hoy se conoce como protección familiar, es una cobertura que da el Seguro de Salud a quienes tienen relación con un asegurado directo, mantienen un vínculo y una dependencia económica, y cumplen con las demás regulaciones establecidas en el reglamento del Seguro de Salud.

La CCSS tiene un Reglamento para la Protección Familiar, aprobado en octubre del 2021, que establece quiénes pueden asegurar (trabajador asalariado, independiente, pensionado o asegurado voluntario o asegurado por cuenta del Estado), y quiénes pueden ser cubiertos por esta protección (cónyuge, compañero (a) o hijos, bajo ciertas condiciones).

Para el director médico de Coopesaín, en estos casos el funcionario de recepción (o técnico de redes) lo que hace es plantearle al usuario cuál es su panorama. “De ninguna forma se le tramita ninguna factura ni mucho menos. Lo correcto en este caso es que se procedió con la cita”, dijo.

Eddy Salas confirmó que la jefatura de Registros de Coopesaín entrevistó a la técnica de redes del módulo en donde se dio esta situación. Según dijo, la jefatura le indicó a la funcionaria que no se le puede negar la atención a un paciente y que hay que facilitar su consulta.

Al hablar con la jefatura de Registros de la cooperativa, dijo Salas, se espera que esta, a su vez, emita un recordatorio de estos procedimientos a los empleados a cargo de estos servicios.

“Hay personas a las que hay que ayudar. De una u otra forma se le hubiera ayudado (a doña Myriam Naranjo). Mucha gente lo que hace es venir a la Dirección y aquí le coordinamos todo. Si es por tiempo y que en el peor de los casos hubiera perdido la cita, se coordina para que sea atendido. Ya lo hemos hecho cuando han ocurrido otras situaciones”, manifestó el director médico.

“Tenemos claro que, en el caso de los adultos mayores, hay que facilitarle los trámites a ellos. Todos estos cambios, a ellos se les hace más difícil por la parte tecnológica; también se les dificulta estar al día con trámites como lo del seguro, o retirar una receta, pero siempre se procura ayudarles”, reiteró Salas.