PAC logra sosegar sus pugnas para buscar ‘objetivo superior’

Resultado positivo del 2 de febrero vino tras enfriamiento de tensiones internas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El Partido Acción Ciudadana (PAC), favorecido el 2 de febrero con la mayor cantidad de votos presidenciales frente al resto de agrupaciones, es ahora territorio de sosiego tras las disputas abiertas que se libraron hace solo unos meses.

La línea tradicional representada por el fundador Ottón Solís (ahora diputado electo), se resistía a perder el control frente a una o varias tendencias más reformistas .

Las tensiones internas reflejaban parte de la crisis de identidad del partido, 12 años después de fundado como una tercera vía, en medio de los dos grandes de entonces: Liberación Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

Luis Guillermo Solís era un desconocido precandidato y la bancada legislativa (de 11 diputados) estaba todo lo dividida que se podía estar, sin llegar al punto de la ruptura formal.

Había problemas financieros, dificultades confesas de organización territorial y el Partido estaba presionado por una acusación del Tribunal de Elecciones debido a una supuesta estafa con deuda política en la campaña del 2006 , proceso que sigue vigente.

Esta fue la agrupación política que sacó el mayor respaldo en la contienda presidencial (30,64% de los votos válidos) , a solo 16.516 de su máximo histórico en los comicios del 2006, en los que casi vencen a Óscar Arias , del Partido Liberación Nacional (PLN).

Voces de uno y otro bando del PAC dejan claro que sus diferencias persisten, pero los bloques se obligan a estar unidos ante la posibilidad de triunfar y por el deseo de sacar del poder al PLN y gobernar con ideas y formas distintas.

“Hay bienes superiores que inducen a tratar de ignorar esas diferencias: las propuestas del Partido por el país y los principios éticos. Creo en la madurez emocional para luchar por ese bien superior, sin dejar de lado las diferencias”, contestó Ottón Solís, ahora fuera de la dirigencia formal de su partido, donde “hay más diversidad que en la propia la Asamblea Legislativa”.

La respuesta parece calcada a la de Juan Carlos Mendoza, adversario suyo en la lucha de tendencias dentro del PAC. “Ha habido un proceso de madurez; hemos entendido que hay un objetivo superior”, dijo el actual diputado.

Las tendencias de Ottón Solís y Mendoza se enfrentaron por la posibilidad de tener alianzas con otras fuerza s, como lo impulsó el diputado al unirse en el Congreso a cuatro partidos opositores en 2011.

Ottón Solís también estuvo opuesto a incorporar sectores organizados al Partido y al cambio de reglas internas para poder usar más dinero en la campaña política , como decidió la asamblea interna, dominada por afines a Mendoza.

Ahora, el excandidato y el exprecandidato no solo se reconocen méritos entre sí, también están trabajando fuerte en la campaña de Luis Guillermo Solís.

El candidato debió tomar hilo y aguja para coser las rasgaduras. Parte del cosido fue colocar a Ottón Solís como principal carta legislativa y dar bastantes puestos elegibles a miembros del grupo interno Esperanza , liderado por Mendoza.

Ahora, con la bancada ya electa, se anunció que la jefatura de fracción no estará en manos del fundador Ottón Solís, sino de Emilia Molina, quien también es miembro fundadora del PAC , pero apoyó en este periodo a Luis Guillermo Solís.

El PAC no busca para el 6 de abril alianzas con cúpulas de otros partidos, pero sí uniones informales con dirigentes y seguidores en los cantones, según Olivier Pérez, presidente del PAC.