Los 6 apuros que Marcelo Prieto le generó al Gobierno con sus declaraciones

En ocho meses de labor, el Gobierno y él mismo se vieron obligados a hacer aclaraciones o pedir disculpas

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La gestión de Marcelo Prieto al frente del Ministerio de la Presidencia, durante casi ocho meses del 2020, estuvo marcada por declaraciones que obligaron al Gobierno y a él mismo a hacer aclaraciones o a pedir disculpas. Él renunció al cargo a partir de este 22 de diciembre.

El exministro asumió el cargo el 1.° de mayo proveniente de la Universidad Técnica Nacional (UTN), en donde era rector. De hecho, desde esa posición, había demandado a la administración Alvarado, ante el Juzgado Contencioso Administrativo, por las medidas de ahorro que la reforma fiscal ordenó aplicar en los pluses salariales del sector público.

Un mes después de asumir el cargo, Prieto protagonizó la primera de seis polémicas declaraciones.

EL 2 de junio, un mes después de haber asumido el cargo, Prieto dijo en conferencia de prensa que el asesinato del ciudadano estadounidense George Floyd, a manos de la policía en Estados Unidos fue “una circunstancia policial mínima”.

El comentario provocó la molestia de la vicepresidenta Epsy Campbell, quien calificó la afirmación de desafortunada. Al día siguiente, el entonces ministro ofreció disculpas; dijo que se había expresado “muy mal”.

El 11 de junio, en conferencia de prensa, el mandatario Carlos Alvarado dijo que su ministro generó confusión al afirmar, en entrevista con La Nación, que la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas no incluye a las universidades públicas.

“No lo dice en ningún lado”, había alegado el exrector de la UTN.

Al respecto, el presidente dijo que “todo el sector público está sujeto a una regla superior, que es la regla fiscal, que es la regla de la pandemia”.

Al día siguiente, el 12 de junio, durante una entrevista en el programa Enfoques del medio digital Crhoy, Prieto declaró sobre las agencias calificadoras de riesgo:

Las calificadoras no le van a venir a dar de comer a nadie. Las respetamos y las medimos. Las valoramos y tomamos muy en cuenta sus opiniones, pero tenemos que gobernar de acuerdo a las necesidades de los costarricenses”, dijo.

Así lo afirmó luego de que la calificadora Standard & Poor’s bajó la calificación de riesgo para Costa Rica al nivel B, lo que implica una peor situación para que el país acceda a financiamiento internacional.

La declaración provocó una reacción inmediata del presidente Alvarado, quien salió a decir: “Tomamos los informes y criterios de las calificadoras internacionales con toda seriedad y como un indicativo de que el país deberá adoptar medidas de consolidación fiscal adicionales, a raíz del impacto económico y fiscal de la pandemia”.

El mismo 12 de junio, Prieto afirmó que se expresó mal, luego de haber dicho que el Gobierno debería considerar ya la posibilidad de cerrar la plataforma de los bonos Proteger.

Esa declaración se la dio al periodista de la Asamblea Legislativa, Pablo Quirós, luego de que los diputados rechazaron en ese momento, por falta de recortes en el gasto público, el segundo presupuesto de la República para el 2020.

El 23 de agosto, en el programa Estado Nacional de Canal 7, Prieto respondió ante una consulta de la periodista Liliana Carranza sobre la comunicación entre sectores y políticos: “Yo cierto que hay un cierto autismo de diversos sectores del país. Pero bueno, sin duda hay que mejorar en todo y hay que hacer un esfuerzo por comunicar mejor lo que se está haciendo y lo que se está pensando. El problema no es de comunicación”.

Ante las críticas por la referencia al autismo, el entonces jerarca calificó sus palabras de desafortunadas y justificó que se trata de “metáforas utilizadas en Ciencias Sociales para describir ciertos procesos sociales”.

El 24 de agosto, a pocas horas de que el Gobierno iniciara un diálogo virtual con diversos sectores con la idea de conocer ideas para una propuesta de ajuste fiscal que se le presentaría al Fondo Monetario Internacional (FMI), Prieto aseguró que ese plan estaba listo y solo faltaba revisarlo.

“El Poder Ejecutivo tiene ya una propuesta que le va a plantear al Fondo Monetario Internacional. La discusión que planteará en los diversos foros es con el propósito de enriquecer, si fuera posible, esa propuesta”, declaró a La Nación desde el lobby del antiguo edificio legislativo, en Cuesta de Moras, San José.

Luego de esas opiniones, las apariciones de Prieto ante los medios de comunicación disminuyeron y, en la Asamblea Legislativa, se empezó a notar más su ausencia en su labor de conectar a los diputados con Zapote en temas vitales.

A finales de octubre, desde su despacho, Prieto orquestó una reacción de instituciones para oponerse a las mociones de reducción del presupuesto 2021 planteados por la oposición.

“Fue un ministro ausente, sin comunicación en temas Hacendarios. No estuvo presente durante el trámite del presupuesto ordinario 2021 en la comisión, cuya discusión y análisis abarcó seis o siete semanas continuas de arduo trabajo; tampoco en la discusión de los dos presupuestos extraordinarios que se sumaron con prioridad de trámite; solo llegó a la comisión una vez a presentar el presupuesto de su cartera”, señaló la diputada verdiblanca, Ana Lucía Delgado.

“El papel de Marcelo fue muy desteñido. Carecía de liderazgo y de la fuerza que un ministro de la Presidencia debe tener en la Asamblea Legislativa. Creo que es producto de que no existía una cercanía, una confianza del presidente de la República con él, situación que debe ser vital”, analizó Luis Fernando Chacón, jefe de fracción del PLN.

Chacón asevera que la labor de Prieta era muy de llamadas telefónicas o correos electrónicos y no tanto de estar presente en el Congreso como se requiere, sobre todo en periodo de sesiones extraordinarias como la de ahora.

“Debo decirle que con Marcelo, la última vez que estuve con él, fue cuando (los jefes de fracción) nos reunimos en un desayuno (en Zapote, el 3 de diciembre) donde el presidente anunciaba su intención del periodo extraordinario. Don Marcelo llegó tarde, inclusive. Para esa época, veíamos venir la renuncia”, agregó Chacón.

Otto Roberto Vargas, del partido Republicano, agregó:

“Me parece que las debilidades en la gestión con el parlamento se dieron en los temas de financiamiento y la negociación con entes internacionales, en donde el presidente Alvarado relegó al señor Prieto y encomendó al Ministro de Hacienda y a la jerarca de Planificación la tarea. En estos temas hubo poca claridad y comunicación entre ellos y, por lo tanto, la falta de credibilidad”.

Roberto Thompson, también legislador del PLN, opinó que al jerarca le faltó construcción política en el Congreso, pero coincide con Chacón en que el problema trasciende su figura. “Muestra de ello es que con él ya van tres ministros de la Presidencia que dejan el cargo”, aseveró.

Carlos Avendaño, diputado del Partido Restauración Nacional (BID) cree que con una buena gestión de Prieto,el crédito de $250 millones del BID se habría salvado.

“Estuvo ausente en esta negociación. No hubo ese acercamiento. Por eso Restauración, a través de su jefa de fracción, había pedido más acercamiento del ministro”, señaló.