Fiscalía sin pronunciarse sobre plan de golpe de Estado

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La Fiscalía General de la República no se pronunció este miércoles sobre el plan de golpe de Estado que, según describió el diputado y expresidente del Congreso, Eduardo Cruickshank, se fraguó en el 2020 en contra del presidente de la República, Carlos Alvarado.

Cruickshank reveló los hechos en un libro dado a conocer esta semana. Según contó el congresista, durante los bloqueos viales del autodenominado Rescate Nacional, un grupo de manifestantes —que evadió identificar— le pidió que se prepara para asumir el poder y que alistara un equipo de ministros.

El legislador de Restauración Nacional (PNR) sostiene que él se negó al planteamiento.

La Nación envió consultas sobre el tema al fiscal general interino Wagner Molina; sin embargo, la oficina de prensa detalló que “el fiscal general a. i. se encuentra fuera de funciones entre hoy (miércoles) y el próximo lunes”, luego de confirmar que las preguntas serían tramitadas.

A Molina se le consultó si el Ministerio Público abrirá una investigación por esos hechos, además de que si le tomarían declaración al diputado Eduardo Cruickshank. Al momento de esta publicación, no hubo respuesta.

El ofrecimiento de asumir la Presidencia, durante los bloqueos callejeros contra las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue narrado por Cruickshank en el libro Historia de una Presidencia.

Sin embargo, en declaraciones a La Nación, el diputado dijo que no presentó una denuncia ante la Fiscalía.

“No hice ninguna denuncia porque, para mí, eso era inaceptable; entonces, no consideré necesario hacer ningún tipo de denuncia al respecto. Yo no puedo decir el nivel de seriedad o no, eso yo no lo puedo valorar; simplemente, distintos manifestantes me hicieron esa propuesta”.

Cruickshank explicó que a él lo buscaron porque, en aquel momento, como presidente del Congreso, era la tercera persona en la línea de sucesión presidencial, después de los vicepresidentes Epsy Campbell y Marvin Rodríguez.

“Me llamó gente que me decía que debía empezar a pensar en nombres para ocupar cargos de ministros y que me convenía prepararme para ocupar esa otra función.

“Mi respuesta fue siempre un rotundo ‘no’. Dije que, en esas circunstancias, no querría ser el sucesor en el mando, porque nací, me eduqué y me formé en democracia y creo en la institucionalidad de este país. Sería además para mí vergonzoso que, en los albores del bicentenario de la independencia, el país tuviera un retroceso en el sistema de gobierno”, narró Cruickshank en el libro Historia de una Presidencia, que se publicó esta semana.

“La consigna de un sector de los manifestantes era romper el orden constitucional y quitar al presidente Carlos Alvarado y, por completo, a su equipo de gobierno, para que la conducción del país recayera, de acuerdo con la Constitución Política, en el presidente de la Asamblea Legislativa”, agrega el libro.

Uno de los episodios más violentos de las protestas, lideradas por Rescate Nacional, se presenció frente a Casa Presidencial, en Zapote, el 12 de octubre de 2020.

En esa jornada de bloqueos, los manifestantes intentaron derribar la barrera de policías que les impedía acercarse a Casa Presidencial. Con golpes, pedradas y tubazos, hirieron a 11 policías de la Fuerza Pública.

Por esos hechos, enfrentaron procesos judiciales los líderes del movimiento como Célimo Guido, hoy candidato a diputado por el Partido Integración Nacional (PIN), y el aspirante presidencial Óscar Campos, del Partido Encuentro Nacional (PEN), ambos exdiputados de la República.

También tuvo que enfrentar causas José Miguel Corrales, quien decidió abandonar el movimiento, al alegar que el narcotráfico había penetrado las manifestaciones.

El autodenominado Movimiento Rescate Nacional surgió de otro agrupación que pretendía quitar presidentes vía referendo, llamado Grupo Prorevocatoria de Mandato.