Estas fueron algunas curiosidades de la sesión de este 1.° de mayo

Pequeños detalles o gestos sobresalieron en medio del protocolo del domingo que dio inicio a un nuevo cuatrienio en el Congreso

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La sesión solemne de este 1.° de mayo transcurrió con absoluta normalidad y en total armonía. Sin embargo, algunos pequeños detalles fueron la nota diferente, por ejemplo, la saturación en los ascensores del moderno edificio, la la bandera provida colocada en un escritorio del Directorio legislativo y los pañuelos morados en defensa del aborto.

La jornada empezó temprano. Al ser las 7 a. m., la mayoría de los nuevos diputados ya se encontraban en el recinto legislativo, donde pasarán más tiempo que en casa por los próximos cuatro años; afuera, los periodistas, camarógrafos y fotógrafos trataban de acomodarse en una larga fila para pasar los controles de seguridad del Congreso.

En la entrada principal del edificio, ubicado sobre la popular Cuesta de Moras, un perro colo negro, de brillante pelaje, se encargaba de olfatear los bolsos, maletines de prensa e invitados, con el fin de impedir el paso de alguna sustancia u objeto ilícito o que representara alguna amenaza.

Así, mientras los medios esperaban la venia para ingresar, los nuevos legisladores comenzaban el desayuno con sus respectivas fracciones. La primera comida del día fue sustanciosa y muy tica: gallo pinto, huevos y plátano maduro, con buen café caliente para despertar a cualquiera.

Lo normal es que los nuevos legisladores comenzaran el día con sus bancadas y así fue para casi todos. Una excepción se dio en la fracción oficialista del Partido Progreso Social Democratico (PPSD), pues el legislador Waldo Aguero no se integró al desayuno y optó por comer en el salón de al lado con su esposa e hijos.

Este legislador oficialista es el padre de Sofia Agüero, la joven que prestó sus cuentas bancarias para manejar dinero de una de las estructuras de financiamiento paralelas que sufragó los gastos de campaña del presidente electo Rodrigo Chaves. El caso está bajo investigación del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).

Según explicó la encargada de prensa del diputado Agüero, la decisión de comer lejos de sus compañeros de bancada se debió a que aparentemente no había espacio para él y su familia en el salón.

Ascensores llenos

Mientras los legisladores apuraban el gallo pinto, en uno de los pasillos del tercer piso subterráneo se vio a un reconocido miembro de Nueva República, Juan Manuel Tirado, quien dirigió el equipo económico del congresista y ex candidato presidencial, Fabricio Alvarado, durante su campaña, pero que ahora, aparentemente cambió de bando y se convirtió en asesor del diputado Eli Feinzag, del Partido Liberal Progresista.

Con el estómago lleno y listos para una larga jornada, algunos legisladores se lanzaron al ruedo ante la prensa, mientras que otros se quedaron haciendo tiempo en sus oficinas con familiares, asesores y compañeros de partido. El problema fue que cinco minutos antes de que iniciara la sesión, a las 9 a. m., los ascensores no daban abasto, incluso el elevador exclusivo para diputados estaba saturado.

Entre los congresistas, que por código de vestimenta lucían trajes enteros y atuendos de color negro, descataron las corbatas y pañoletas de los legisladores del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), todas con el mismo estampado.

Entretanto, un pañuelo morado llamaba la atención en una de las muñecas de las diputadas Sofía Guillén, Rocío Alfaro y Priscilla Vindas, del Frente Amplio, con el que buscaban levantar la voz por la legalización del aborto.

Mientras tanto, en el plenario, mientras se elegía a los miembros del Directorio, una bandera con un feto y los colores de Nueva República apareció en la mesa de la ahora vicepresidenta del Congreso, Gloria Navas, para dejar clara la lucha de esta agrupación por la no legalización del aborto.

Están claras las posiciones.