Embargo solicitado por Dragos Dolanescu congela cuentas del partido Republicano

Dragos Dolanescu exige el pago inmediato y con intereses del 3% mensual del dinero que le prestó al partido cuando era su presidente; el PRSC alega que el legislador montó ‘un ardid’ para cobrar

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Una pugna judicial entre el diputado independiente Dragos Dolanescu y el partido que lo llevó al Congreso, el Republicano Social Cristiano (PRSC), mantiene congeladas y sin fondos las cuentas bancarias de esta agrupación política.

Dolanescu exige el pago inmediato y con intereses de ¢9,7 millones que prestó para financiar los gastos operativos del partido el 10 de enero del 2020, cuando él se desempeñaba como presidente del grupo político.

En garantía, el diputado le extendió al Republicano dos letras de cambio que suman el mismo monto, con vencimiento el 10 de abril del mismo año, y con una tasa de interés del 3% mensual.

La agrupación, por su parte, alega que el legislador montó “un ardid” para cobrar la deuda antes de los demás acreedores del partido, a sabiendas de que no había recursos suficientes para pagar mientras el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) no aprobara el giro de la contribución estatal correspondiente a los comicios municipales del 2020.

El diputado llevó su reclamo al Juzgado Especializado de Cobro del Primer Circuito Judicial de San José, en agosto del año pasado, un mes después de renunciar en julio del 2020 al PRSC en medio de denuncias por presuntas simulaciones de costos y sobreprecios cobrados al Estado.

Mientras se resuelve el caso, el juez encargado dictó el embargo cautelar de las cuentas del Republicano.

El partido tiene meses de no recibir dinero de la contribución estatal, pues la cúpula de la agrupación decidió atrasarse a propósito con los requisitos que debe cumplir, ante el TSE, para que se le depositen esos fondos.

La decisión implica que a las cuentas del partido no entra dinero para pagar salarios, teléfonos ni electricidad. De esa forma, tampoco se giran los recursos que automáticamente se redirigirían a una cuenta señalada por el juez por el embargo en favor de Dolanescu.

Así lo reconoció Javier Gamboa, secretario general del Republicano, quien afirmó: “¿Para que esa plata se vaya para la Corte? Diay no, que se espere el señor Dolanescu para cobrar”.

Dolanescu, por su parte, insiste en que él prestó ese dinero a solicitud de la Tesorería del PRSC, que entonces encabezaba Anabelle Soto de Alba, quien también renunció al partido y ahora trabaja en su despacho en la Asamblea Legislativa.

El diputado afirma que prestó los ¢9 millones porque había “problemas de liquidez para cubrir gastos operativos” del partido y que la operación fue totalmente lícita, por lo que ahora está haciendo valer sus derechos.

“Me parece sorprendente que el Partido realice estas acciones lesivas a mi honor cuando todo lo que concierne a estos préstamos se hizo apegado a la legalidad.

“Se elaboró un contrato de préstamo, se emitió una letra de cambio que cualquiera dentro de la organización pudo haber hecho, el dinero salió de mis cuentas personales y se depositó en las del partido.

“Ahora resulta que, cuando quiero exigir que se honre el contrato que firmamos de forma libre y que se incumplió, se me está cuestionando y acusando de privilegios. Es inaceptable. No hay ningún trato preferencial o privilegiado como lo quiere hacer ver el Republicano” aseguró el congresista alajuelense, quien avanza en el proceso de formación de una nueva agrupación, llamada Costa Rica Justa.

Letras de cambio firmadas por su asesora

Dragos Dolanescu exige que se le pague un total de ¢9,9 millones: ¢9,7 millones es el monto que prestó y el resto, según alega, son los intereses que se ganó.

El diputado argumenta que tiene en su poder dos letras de cambio, firmadas por Anabelle Soto de Alba, extesorera de Republicano, que lo facultan a cobrar ese dinero.

Lo que Dolanescu alega, según consta en el expediente judicial 20-014619-1044-CJ, es que el PRSC incumplió su obligación de pagarle a tiempo.

Sin embargo, el secretario general del partido, Javier Gamboa, afirmó que Dolanescu obtuvo sus letras de cambio de forma “privilegiada”.

“¿Cómo alguien que con vehemencia se para en el parlamento a defender y apoyar la ley de usura, que me parece muy bien, pareciera que no aplica para él, para cobrar intereses?”, dijo Gamboa.

Según el dirigente, entre todas las personas que le prestaron dinero al partido, solo Dolanescu y dos de sus amigos, quienes también dejaron el partido, recibieron los títulos valores.

“Por supuesto que la tesorera firma a sabiendas de que no hay dinero para honrar esa deuda. La deuda existe, nadie está diciendo que no, pero una cosa es que la deuda exista y otra cosa es el título ejecutivo que se le gira al señor y sus amigos, que curiosamente son las tres personas que se van del partido”, cuestionó Gamboa.

Los otros dos expartidarios que obtuvieron letras de cambio, según el dirigente, son dos hombres de apellidos Vargas y Solís, quienes tampoco han podido cobrar el dinero prestado y no existe un embargo pendiente.

Gamboa añadió que, cuando Dolanescu prestó el dinero, en enero del 2020, sabía, al igual que las demás personas que financiaron al partido, que recuperarían la inversión hasta que el TSE depositara la cuota estatal correspondiente a los comicios municipales del 2020, lo cual aún no ha ocurrido. Además, reprocha que pretenda cobrar intereses.

En el expediente judicial consta el contrato de préstamo que firmaron él y Anabelle Soto de Alba, extesorera de Republicano, el 10 de enero del 2020. El documento indica que el dinero “no generará interés alguno”.

El diputado independiente alega, por su parte, que las letras de cambio de abril del 2020 fueron firmadas por Soto de Alba porque, como tesorera, era la única que podía hacerlo a lo interno del partido. Insistió en que la contrató en su despacho porque tenía que llenar una plaza disponible y sabía de su calidad profesional.

“La señora Soto renunció meses después de mi salida del Republicano aún cuando el partido le debía salarios atrasados. Es una persona que ha demostrado su capacidad y profesionalismo en su trabajo, y decidí contratarla en mi despacho al haber una plaza vacante que necesitaba llenar. Ella estaba sin obligaciones laborales, pero con los salarios pendientes que el Republicano no le ha pagado”, aseveró Dolanescu.

¢14 millones retenidos en el TSE

El TSE confirmó que, desde el 17 de noviembre del 2020, existe una orden judicial de embargo sobre “todos aquellos montos aprobados, en aquellas liquidaciones trimestrales por gastos permanentes de capacitación, u organización por gastos de campaña” del PRSC.

La suma a congelar asciende a ¢14,8 millones, compuestos por el monto que reclama Dolanescu más un 50% adicional que prevé la ley.

A la fecha, el Tribunal de Elecciones ordenó la retención de ¢6,5 millones, los cuales deberán depositarse en una cuenta señalada por el juzgado.

Como la contribución estatal del Republicano está embargada, el partido tiene meses de no recibir dinero del TSE. De acuerdo con Gamboa, eso les ha imposibilitado pagarles el salario a los tres empleados que tiene el Republicano.

“Lo más grave: se mete a embargar el partido, ¿sabe qué fue lo que provocó? Nosotros lo que tenemos son tres empleaditos..., meterse con la comida de esas personas. Tuvimos que dejar de pagarles, porque iba a caer el dinero de esos trabajadores.

“Entonces qué le digo. Como estamos atrasados con la Caja (Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Tribunal no gira. Pues que no gire, pues que no gire, para que el señor no cobre, porque no se vale. No se vale meterse con la comida de personas humildes, y eso fue lo que hizo”, reclamó Gamboa.

Sin embargo, el dinero embargado ni siquiera se ha trasladado a las cuentas bancarias del juzgado, porque el Republicano no ha publicado sus estados financieros, un requisito que deben cumplir todos los partidos para que el TSE les deposite su cuota trimestral y las liquidaciones de las campañas electorales.

Gamboa reconoció que el partido, a propósito, aplazó el cumplimiento de algunos trámites, como el pago de las cuotas obrero patronales de la CCSS, con tal de aplazar la transferencia del dinero al juzgado.

“Cuando Dragos mete el embargo, evidentemente, ese dinero iba a caerle directo al juzgado. Entonces nosotros dijimos, bueno, los empleados no van a comer, entonces ¿por qué yo voy a depositarle esa plata al juzgado? No, no, no. Ya veremos qué se resuelve”, dijo el secretario de la agrupación.

El TSE tiene pendiente retener otros ¢8,2 millones, los cuales se inmovilizarán en las próximas resoluciones de aprobación de fondos que emita la institución.

Gamboa afirmó que, cuando el partido reciba el dinero, buscará llegar a un acuerdo con Dolanescu.

“Yo muy posiblemente cuando giren le voy a decir ‘mire Dragos (Donalescu), ¿quiere la plata? ¿La ocupa? Porque me imagino que los gastos de formar un partido nuevo son importantes. Si quiere, aquí va a estar la platica, pero sin intereses, le pago el principal, como corresponde moralmente’”, afirmó Gamboa.