Tras siete meses de operaciones en los que se dieron fallas eléctricas, finalmente la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) logró conectarse a una red de alta tensión.

Eso fue posible luego de que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) pusiera a funcionar la subestación eléctrica de la plataforma portuaria, lo que permitió a la terminal conectarse a una red eléctrica de 230 kilovoltios.

Hasta entonces, el megapuerto operaba con una red de apenas 34,5 kilovoltios, que según el ICE, solo fue diseñada para la etapa de construcción de la plataforma portuaria.

El Instituto había responsabilizado a la empresa concesionaria del megapuerto, APM Terminals, por los retrasos que impedían la puesta en marcha de la subestación, necesaria para conectarla a la red eléctrica de alta tensión.

La entidad pública señaló en agosto anterior, que la conexión que tenía la TCM funcionaba en condiciones óptimas dentro de sus parámetros y que la plataforma enfrentaba problemas porque la red con la que funcionaba nunca fue diseñada para soportar operaciones portuarias.

La situación provocó apagones.

Según había reconocido la empresa concesionaria del megapuerto, APM Terminals, un apagón de cinco minutos podría generar atrasos por hasta cinco horas. Eso a su vez generó malestar entre empresarios y transportistas.

Los problemas eléctricos atormentaron los primeros meses de funcionamiento de la terminal portuaria, pues enfrentó varias crisis que obligó a enviar decenas de embarcaciones al muelle de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).

Esos traslados significaron a la concesionaria pérdidas por cerca de $3 millones.

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Ahora, pareciera, que ICE y APM le dan vuelta a la página.

“La puesta en operación de una subestación es un gran reto. Para el Instituto es vital apoyar a empresas como APM, que administra infraestructura portuaria esencial para el sector productivo, la industria y el pueblo de Costa Rica”, señaló Marco Acuña, director corporativo de electricidad del ICE.

Esa es la primera obra eléctrica edificada sobre una isla artificial y cuenta con dos transformadores, uno principal y otro de respaldo.

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“Alcanzamos la conclusión formal de la conexión al Sistema Eléctrico Nacional, lo que nos dota de energía limpia y confiable para esta fase y las futuras. La experiencia del ICE nos respaldó en diseño, construcción y puesta a punto de la subestación”, señaló Kenneth Waugh, asesor de APM Terminals.

Problemas eléctricos

En junio pasado, la Terminal de Contenedores tuvo que reemplazar el transformador principal de la planta, luego de que una falla ocurrida el 19 de mayo dejó sin suministro eléctrico a las seis grúas pórticas e inhabilitó al megapuerto para recibir buques durante 10 días.

En aquella ocasión, APM Terminals tuvo que contratar una de las aeronaves más grandes del mundo (un Antonov AN-124) para traer desde Estados Unidos ese nuevo componente, cuyo peso es de 30 toneladas.

Luego de superado el problema ocasionado por el transformador, el megapuerto de Moín volvió a sufrir un apagón, el pasado 19 de julio, que provocó retrasos en las operaciones y, por ende, largas filas de furgones en la ruta de acceso a la plataforma, la cual conecta la carretera a Limón con la TCM.

A raíz de esos problemas, la compañía de capital holandés instaló generadores propios que reducían la dependencia de aquella red de tensión insuficiente que tenían.