Empresas deciden caótica expansión metropolitana

Búsqueda de tierras más baratas dispara construcción hacia la periferia

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Todas las mañanas, la presa en la ruta 27 se inicia desde La Guácima, Alajuela. Cientos de conductores intentan atravesar los 21 kilómetros que los separan de San José para llegar a sus trabajo o centros de estudio.

La extensa fila de vehículos es apenas una de las consecuencias del crecimiento urbano descontrolado.

Según el Quinto Informe del Estado de la Región , la mancha urbana del país pasó de 8.544 hectáreas en 1975 a 21.200 hectáreas en el 2014.

De acuerdo con la investigación, la ausencia de políticas de ordenamiento territorial ha provocado que los desarrolladores inmobiliarios busquen urbanizar la periferia de las ciudades, donde el valor de los terrenos suele ser más bajo.

LEA: Olman Vargas, director del CFIA: 'El desorden es generalizado'

Esta tendencia ha disparado, en los últimos 20 años, la construcción de complejos residenciales en cantones como Grecia, Naranjo, Orotina, San Rafael de Alajuela, La Unión de Cartago y San Isidro de Heredia, por citar solo algunos ejemplos.

“¿Hacia dónde ha crecido la ciudad? Básicamente, ha crecido hacia donde las inversiones del sector privado han dirigido sus esfuerzos.

”En general, ha sido hacia la periferia, donde el valor del suelo es menor al del centro de la ciudad. Eso significa que estamos dejando de optimizar territorios con alta disponibilidad de inversión pública y servicios urbanos”, explicó Pablo Mora, investigador del Estado de la Región.

Olman Vargas, director ejecutivo del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA), comparte el hecho de que la falta de controles ocasiona que el Estado y los inversionistas construyan “en cualquier lado”.

“Coincidimos en que el gran problema es la falta de políticas públicas para el ordenamiento territorial y también el mal manejo que han hecho los municipios de los planes reguladores, que son, realmente, la única herramienta de regulación que existe”, aseguró Vargas.

La mayoría de los 31 ayuntamientos de la Gran Área Metropolitana (GAM) carecen de planes reguladores. Además, el país lleva más de una década tratando de concretar un plan de ordenamiento territorial que defina las reglas urbanísticas.

En los últimos diez años, el Poder Ejecutivo gastó $22 millones en elaborar tres propuestas de planificación, pero ninguna fue implementada. El último planteamiento fue el denominado Plan GAM.

José Luis Salinas, directivo de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), enfatizó que el desarrollo urbano sin planificación afecta la calidad de vida de las personas.

“El desarrollo horizontal de las ciudades ha sido literalmente desmedido y carente de sentido, porque ha obligado a que la gente tenga que recorrer mayores distancias”, declaró Salinas.

Costa Rica y Panamá son las naciones del Istmo donde la zona urbana ha crecido más en los últimos años.

No obstante, la densidad de población en San José es de 3.441 habitantes por km², la más baja de las capitales de Centroamérica.

Reto

Más allá de fijar el modelo de desarrollo por seguir, Rosendo Pujol, ministro de Vivienda, comentó que el país debe invertir en modernizar el sistema de transporte público y en mejorar la red de carreteras.

Estos esfuerzos incluyen, según el jerarca, la sectorización de las rutas de autobús y la construcción de un nuevo sistema de ferrocarriles.

“El problema más importante no es cuánto aumenta la huella física de la ciudad, sino la calidad del crecimiento en términos de la facilidad de circulación para peatones, ciclistas y vehículos, especialmente, de transporte público”, concluyó Pujol.

Olman Vargas, director del CFIA: 'El desorden es generalizado'

Olman Vargas, director ejecutivo del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), afirma que el desorden en el crecimiento urbano ha sido generalizado y no se le puede achacar a la responsabilidad a un solo sector.

¿Coincide en que han sido los desarrolladores inmobiliarios los que han decidido hacia dónde crece la ciudad?

Coincidimos en que el gran problema es la falta de políticas públicas para el ordenamiento territorial y, también, el mal manejo que han hecho los municipios de los planes reguladores, que son realmente la única herramienta de regulación que existe.

"Cuando hablamos de mal manejo, nos referimos a los planes reguladores mal hechos, a municipios sin planes reguladores y, de otros, que ni siquiera tienen coordinación para establecer proyectos regionales".

¿Quiénes son los responsables del problema?

Nos parece un poco arriesgado decir que el desarrollo se ha dado al nivel que han marcado los desarrolladores. En realidad, no solo los desarrolladores (tienen responsabilidad), el Estado ha hecho construcciones en cualquier lado, la empresa privada ha comprado obras y se han desarrollado en cualquier lado, el desorden es generalizado.

¿Qué consecuencias tiene este tipo de crecimiento?

Lo que genera son consecuencias negativas, la congestión vial es una de ellas, no hay una relación clara de dónde trabaja la gente y dónde vive la gente (...). Entonces, las personas trabajan en un lado y viven muy largo de ese lugar y ocupan hacer grandes desplazamientos para movilizarse.