Paso hacia reforma fiscal ayuda a Costa Rica a recobrar confianza de mercados financieros

Analistas coinciden que el fallo favorable de la Sala IV permite reducir la incertidumbre local y externa que rodea a las captaciones del Gobierno y a la evolución de la economía del país

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El voto favorable de la Sala Constitucional al trámite de la reforma fiscal permite a Costa Rica iniciar el proceso para recuperar la confianza de los mercados financieros, tanto locales como internacionales.

También, colabora en la reducción de la incertidumbre que se ciñe sobre el futuro de la economía costarricense.

Este paso hacia el saneamiento de las finanzas públicas, coincidieron analistas consultados por La Nación, ayudará al Ministerio de Hacienda en las subastas de captación de recursos destinados a financiar los gastos corrientes y el pago de bonos de deuda e intereses por parte del Gobierno.

Asimismo, permitiría que, poco a poco, los empresarios y los consumidores reduzcan el pesimismo que ha predominado durante las últimos meses en la economía.

Los siete magistrados de la Sala IV declararon, por unanimidad, que no encontraron vicios de procedimiento ni de forma en el proyecto, al analizar las consultas que hicieron los diputados, lo que permite someterlo a votación en segundo debate para, posteriormente, pasarlo a la firma del presidente de la República Carlos Alvarado.

El proyecto no requerirá los 38 votos para ser ratificado, pues los magistrados concluyeron que este no afectará el funcionamiento del Poder Judicial, a diferencia de lo que expresó la Corte Plena.

Con la reforma fiscal, el Gobierno pretende recaudar ¢422.400 millones, menos de dos puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB), para reducir el déficit fiscal que supera el 7% del PIB.

La iniciativa también incluye mecanismos de contención del gasto con la creación de la regla fiscal, más discrecionalidad con los egresos de los destinos específicos y freno a las remuneraciones con el tope a beneficios como anualidades, cesantía, dedicación exclusiva, entre otros.

Momento clave

La resolución de la Sala IV llega en un momento clave, pues favorece a que Hacienda logre completar los $600 millones que adjudicó mediante los contratos de colocación de deuda interna con inversionistas internacionales.

Los primeros $200 millones de esta captación están en firme, pero otros $400 millones fueron asignados a un intermediario “a mejor esfuerzo”, lo que significa que tiene que salir a colocarlos entre inversionistas.

Además, tanto el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial confirmaron el apoyo al país con créditos en condiciones blandas hasta por $800 millones con la aprobación del plan fiscal.

Fidel Jaramillo, representante del BID en Costa Rica, confirmó a La Nación que se mantiene dicho compromiso con el país.

“La decisión de los magistrados de la Sala Constitucional sobre la reforma fiscal es trascendental para Costa Rica y es un paso clave hacia restaurar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Reiteramos el apoyo del BID al país en esta importante tarea”, señaló Jaramillo.

Este financiamiento es trascendental porque permitiría obtener liquidez en mejores condiciones financieras y enfrentar deterioros en la estructura de deuda del Gobierno.

Ya en su Memoria Anual 2017, la Contraloría General de la República alertó que, en solo dos años (entre el 2015 y el 2017), Hacienda aumentó sus deudas a plazos más cortos, a tasas variables y en dólares.

Las calificadores de riesgo como Moody’s y Fitch Ratings también estaban a la espera de una señal de compromiso del país con cambios fiscales. Ambas pusieron en observación, en las últimas semanas, la calificación de riesgo de Costa Rica para una eventual reducción.

Además, se abren un poco más las puertas a los mercados de deuda globales. Esto será muy útil si fructifica en el Congreso la ley para que el Gobierno emita $6.000 millones en bonos, durante los próximos seis años.

Rocío Aguilar, ministra de Hacienda, afirmó la noche de este viernes 23 de noviembre que con el fallo de la Sala IV se inició el camino de la consolidación financiera de las finanzas públicas.

“La aprobación de la reforma fiscal antes de finalizar el 2018 genera confianza. Es la confianza para los inversionistas y para las empresas que estaban a la espera para tomar decisiones", enfatizó Aguilar.

En el sistema financiero de Costa Rica, la resolución también comenzó a despertar tranquilidad.

Douglas Montero, director de Fondos de Inversión de Aldesa, comentó que el discurso de Fernando Castillo, presidente de la Sala IV, envió un mensaje muy claro a los fondos de pensiones, fondos de inversiones, inversionistas internacionales, empresarios y consumidores.

“Es la primera vez que una reforma fiscal no se cae en la Sala IV y eso es muy importante. Si bien no es todo lo que se necesita, es el primer paso de que sí se hará algo", recalcó Montero.

Añadió que las mejoras en las captaciones de Hacienda se verán de manera paulatina, durante las próximas semanas.

Para Vidal Villalobos, asesor económico de Grupo Prival, la revisión que hacen las agencias calificadoras de la deuda a largo plazo de Costa Rica podría ser menos drástica con la decisión de la Sala IV.

“Pienso que el panorama para el país puede ser más positivo porque se envió un mensaje claro. Además de que hay situaciones que siguen bien como la llegada de turistas y de inversión extranjera", comentó el economista.

Por su parte, Freddy Quesada, gerente general de INS Valores, dijo que acudir a los mercados internacionales con la reforma fiscal aprobada mejoraría el perfil de riesgo de Costa Rica, en un momento de alza en tasas de interés de la Reserva Federal.

“Con una reforma fiscal los inversionistas internacionales y calificadoras de riesgo nos evaluarían con un mejor perfil de deuda, que al final del camino se traduce en la prima por riesgo por invertir en Costa Rica y eso se traduce en costo para el país", enfatizó el especialista.

Quesada recalcó que el país debe sopesar la opción más conveniente: “captar a un costo relativamente alto a largo plazo en el extranjero o bien estrujar el mercado local captando a corto plazo".

Pese al espardarazo que el proyecto fiscal recibió en los tribunales de justicia, varios de los retos de este cierre de año siguen vigentes.

Aprobar en segundo debate el proyecto Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas es uno; y que el Ministerio de Hacienda salga a flote de la marejada de compromisos financieros que se vienen en las próximas semanas: vencimientos de bonos, letras del Tesoro y pagos de aguinaldos y transferencias en el sector público.

Colaboraron los periodistas: Esteban Ramírez y Patricia Leitón.