Hogares recuperan ingresos pero están renuentes a gastar en carros, electrodomésticos y ropa

Las familias han recobrado parte de los ingresos perdidos con la pandemia, sin embargo, todavía el consumo de bienes duraderos, como vehículos, y de semiduraderos, como ropa, no se sobreponen

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Los hogares costarricenses han logrado, en este 2021, recuperar parte de los ingresos perdidos con la pandemia; aunque todavía su consumo en bienes duraderos como vehículos y refrigeradoras, y semiduraderos, como ropa y zapatos, no repunta.

Según la información que arroja la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) que elabora, en julio de cada año, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el ingreso promedio en el hogar, por persona (actualizado a valores del 2020 para ver las variaciones reales), era en el 2019 cercano a los ¢384.000; luego, con la pandemia en el 2020, bajó a ¢330.000, y en el 2021 subió a ¢375.000.

Estos son los ingresos promedio de los hogares; no obstante, en algunas regiones del país, como la Brunca y Huetar Norte las entradas no se han recuperado.

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Por el lado del consumo, se nota que las familias han mantenido sus gastos en bienes no duraderos, como los alimentos, pero en bienes duraderos, que son aquellos que pueden utilizarse repetida o continuamente durante un periodo igual o superior a un año –como los automóviles–, el consumo bajó 7% entre el segundo trimestre del 2019 y el segundo trimestre del 2020, y se redujo todavía 18% más entre ese periodo y el segundo trimestre del 2021.

Lilliana Aguilar, directora ejecutiva de la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema), destacó que la cantidad de unidades importadas cayó 32% en octubre del 2020, respecto al mismo mes del 2019. Pero en la comparación de 2021 en relación con el año pasado, recuperó 19,4%. “Si comparamos el año prepandemia (2019) versus 2021 la caída se reduce a 18% y en vías de recuperación”, agregó.

En bienes semiduraderos, como la ropa, el consumo cayó 15% con la pandemia (entre el segundo trimestre del 2019 y el segundo trimestre del 2020) y luego bajó 12% más entre el segundo trimestre del 2020 y el mismo periodo del 2021.

En servicios, el consumo cayó también con la pandemia, y se ha recuperado, aunque no a nivel prepandemia. Un servicio que se ha recuperado, por ejemplo, es el de los viajes al exterior.

Según la Encuesta, el 44% de los hogares del país resultaron afectados económicamente por la crisis sanitaria, lo cual afectó, principalmente, su capacidad para comprar alimentos o productos básicos, de adquirir servicios y en tercer lugar, para pagar el alquiler o la hipoteca.

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¿Por qué si tienen más ingreso los hogares no consumen más bienes duraderos?

Una primera razón, que indicaron los economistas de Cefsa, Fernando Naranjo y Daniel Ortiz, y desde el punto de vista de los empresarios, Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio, es que el ingreso de los hogares no se ha terminado de recuperar.

“Según la encuesta de Hogares del INEC, el ingreso promedio del hogar costarricense ya superó el equivalente del 2020. No obstante, aún se encuentra por debajo al ingreso del 2019. Esto implica que la capacidad adquisitiva de las familias aún se encuentra golpeada”, comentó Elizondo.

Los economistas añadieron que, además, dicha recuperación en la entrada de dinero no ha sido para todos los hogares. Naranjo citó como ejemplo que en actividades como la construcción y la agricultura, todavía no se ha recuperado, mientras que en manufactura hay una repunte importante; en comercio apenas está llegando al nivel prepandemia y en turismo todavía el ingreso promedio del 2021 está muy debajo del que tenía en el 2020.

Una segunda razón es que los consumidores todavía no han recuperado la confianza y eso se nota en el índice de confianza del consumidor que publica la Universidad de Costa Rica, el cual si bien ha mejorado levemente sigue por debajo del 50%, en una zona de pesimismo (38,6% en la última medición de agosto del 2021).

“Laconfianza de los costarricenses ha experimentado muchos altibajos en el último año. No obstante, previo a la pandemia ya se encontraba contraída, y posterior a ella aún se encuentra alejada de cifras alentadoras. Sin confianza no hay consumo, dado que existe una expectativa negativa por los tiempos venideros y esto detona a un consumidor muy prevenido y receloso”, indicó Elizondo.

Los economistas añadieron que la encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP UCR) de octubre del 2021 (fecha más próxima a los datos de la Enaho) muestra que las personas siguen preocupadas por el desempleo y el costo de la vida.

Según dicha encuesta, el 84% de los entrevistados indicó que la situación del desempleo está peor que hace un año y el 91,6% se manifestó así sobre el costo de la vida.

En costo de vida, interpretó Naranjo, no es tanto la inflación, que sigue baja, sino que las personas perciben que no les alcanzan los ingresos para sus gastos.

Elizondo indicó que si bien la tasa de desempleo ha venido reduciéndose paulatinamente, la velocidad de recuperación es muy lenta.

Naranjo sumó otra razón que es el nivel de endeudamiento de las familias, el cual en su criterio sigue siendo muy alto, un promedio de ¢13 millones por hogar en crédito formal, con menos personas trabajando en la familia, más desempleo, y remuneraciones menores, las deudas consumen una porción importante del ingreso de las familias.

“Usted no puede prescindir de los servicios, tiene que usar el autobús, (pagar ) la renta, la electricidad; tampoco puede prescindir de los bienes no durables: los alimentos, el agua, todo lo que se consume en los hogares, eso tampoco se disminuyó, excepto en el nivel más crítico de la pandemia. Entonces, ¿de dónde viene el ajuste de las familias? En otro tipo de bienes, en los duraderos y semiduraderos”, indicó Naranjo.

En materia del crédito, Elizondo sumó la contracción que ha tenido el financiamiento para consumo. “Como secuela de la crisis económica y de algunas medidas políticas paralelas, (como la ley de usura), el crédito al consumo se ha contraído en 5% entre diciembre del 2019 (previo a la pandemia) y setiembre 2021 (último dato disponible). La falta de crédito afecta el consumo de bienes tecnológicos y algunos otros de lujo”, manifestó el vocero empresarial.

Elizondo consideró que no va a ser hasta que los ingresos se restablezcan en su totalidad, el desempleo regrese al nivel previo a la pandemia y se recupere la confianza de los costarricenses, que todo el sector comercial logre reponerse por completo, esto implica que no existan medidas de aforo restringido ni limitación horaria; y aún así, añadió, se necesitará un periodo de adaptación y reactivación para lograrlo.