Variante alfa del coronavirus, de mayor transmisión, aparece con más frecuencia en Costa Rica

Mutaciones ya desplazaron a ‘variante tica’, tras confirmar circulación en febrero pasado. Delta aún no aparece en rastreos de Inciensa

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La variante alfa del SARS-CoV-2, virus causante de la covid-19, es la predominante en los análisis realizados en nuestro país, hasta ahora.

Alfa, vista por primera vez en Reino Unido en octubre pasado, se caracteriza por una mayor transmisión entre las personas.

El reporte del Instituto Costarricense de Investigación en Nutrición y Salud (Inciensa), con estudios genómicos al 15 de junio, confirma además, que todavía no se ha detectado la variante delta en los análisis realizados hasta ahora.

Delta ha generado brotes recientes en otros países; entre ellos, Estados Unidos, y varias naciones europeas.

De acuerdo con el reporte del Inciensa, enviado este 5 de julio, en los primeros cinco meses del año se secuenciaron 410 genomas.

Los linajes predominantes detectados fueron los siguientes:

- A.2.5.1 en un 21,2% de los casos analizados.

- B.1.1.7, correspondiente a la variante de preocupación alfa, en un 20%.

- A.2.5 en un 9,3% de los casos.

- B.1.1.389 en un 8,5% de los casos.

“(...) como hemos informado en ocasiones anteriores, el A.2.5.1 y el A.2.5 son portadores de la mutación L452R en la espícula viral que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia con un aumento en la transmisibilidad, y una reducción en la neutralización de algunos de los anticuerpos llamados monoclonales que se utilizan como opción de tratamiento para enfermedades como la covid-19.

“Además, pueden causar una reducción moderada de la neutralización del virus en pacientes vacunados”, informó el microbiólogo Francisco Duarte, coordinador del Laboratorio de Genómica del Inciensa.

Desde mediados de marzo, aumentó la frecuencia de las llamadas variantes de preocupación (VOC) y de las variantes de Interés (VOI).

De los 410 genomas analizados en cinco meses, 144 corresponden a alguna de estas variantes:

1. Se detectaron 123 genomas con variantes de preocupación (VOC). De ellos, 82 están asociados a la variante alfa.

Esta variante, según el Inciensa, aparece en casos de todas las provincias, en personas desde los 3 meses hasta los 85 años.

Al momento de la toma de muestra, 58 pacientes se encontraban sintomáticos, con fiebre, dolor de cabeza, dolor en articulaciones, tos, pérdida del olfato, dolor al tragar y trastornos en el gusto.

Otros 30 genomas corresponden a la variante gamma. Se identificaron casos en todas las provincias menos Limón, en pacientes desde los 8 meses hasta los 81 años.

En 25 de los casos, los pacientes tenían síntomas similares a los identificados en casos alfa.

Adicionalmente, 11 genomas se detectaron asociados a la variante beta. De estos, cinco eran de residentes en Heredia, cuatro de San José y los otros dos eran turistas. El rango de edad fue desde los 11 hasta los 75 años.

2. Con variantes de interés (VOI) se identificaron 21 genomas, informó el Inciensa.

Análisis activos

De acuerdo con el informe del Inciensa, en mayo predominaron las llamadas variantes de preocupación: en un 51% de los casos se detectó la variante alfa, y gama en un 11 %. El linaje A.2.5 y sus sublinajes se encontraron en un 24 % de las muestras secuenciadas ese mes.

De abril del año anterior al 15 de junio, el sistema de vigilancia genómica ha producido un total de 690 secuencias del SARS-CoV-2.

“Dada la importancia de estos hallazgos, Inciensa continuará con la vigilancia genómica del SARS-CoV-2 en el país, con el fin de identificar nuevas variantes genéticas o estructurales de importancia epidemiológica para el diagnóstico, la prevención y el control de la covid-19.

“Esta labor se lleva a cabo en conjunto con la Universidad de Costa Rica, el Laboratorio de Microbiología del Hospital Nacional de Niños (HNN) y la Universidad Nacional (UNA), con el apoyo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), dijo Duarte.

Costa Rica reportó el primer caso de alfa en febrero pasado en una costarricense de 35 años, quien se recuperó sin complicaciones. Un mes después, también se halló en una turista francesa con historia de un viaje a Argentina.

Ya para inicios de mayo eran 21 los casos de esta variante de los que estaban en Costa Rica.

En segundo lugar, aparece la variante gama, surgida en Brasil.

“En las últimas semanas, se han visto como dominantes”, manifestó José Molina, microbiólogo y bioinformático de la Universidad de Costa Rica (UCR), integrante del equipo de investigación.

La llamada “variante tica” también ha ido quedando atrás.

Para inicios de año, hubo un linaje, propio de la región, llamado “linaje Centroamérica”, el cual comenzó a verse muy frecuentemente, pero hacia abril, la variante alfa fue ganando terreno, y, aunque la centroamericana persiste, lo hace con menos frecuencia.

¿A quiénes afecta alfa en nuestro país?

El análisis genómico muestra que esta se ve más en el Valle Central y un poco menos en Puntarenas. No obstante, hay presencia de variantes de preocupación en todo el país.

No obstante, hay que recordar que por las limitaciones de la cantidad de estudios al genoma que pueden realizarse, también puede haber presencia en otros lugares en los que el análisis no ha arrojado o lo ha hecho de forma escasa.

Gama, por su parte, tiene más presencia en Guanacaste.

¿Qué caracteriza a la variante alfa?

Se cree que alfa comenzó a circular en setiembre de 2020 en Londres, pero fue en diciembre cuando se comenzó a ver su mayor impacto, primero en Renio Unido y luego en los países cercanos.

El primer nombre con el que fue conocida es el B 1.1.7, el nombre científico de su linaje.

Al 29 de junio, su presencia estaba reportada en 172 países. Algunos científicos internacionales consideran que está es un 50% más transmisible que las variantes “regulares” del virus.

Para Duarte, una de las razones por las que esta variante es preocupante son sus mutaciones en una proteína clave, llamada espiga o espícula en español, o spike o S en inglés.

Esta proteína es la “llave” que utiliza el virus para entrar a las células humanas por lo que, bajo algún mecanismo, esta variante sería hasta un 70% más contagiosa.

Aún más: estas mutaciones están en una región decisiva: en el dominio de unión al receptor celular (RBD).

Esto puede estar relacionado con una forma más fácil del virus de “engancharse” al ACE2, el “candado” de nuestras células que es abierto con la llave spike, o podría causarle una replicación más rápida o una absorción más lenta.

Esta mutación, llamada N501Y, se sitúa también en la proteína spike, algunos estudios sugieren que le permite al virus adherirse mejor y penetrar en las células humanas.

Variante beta, con menos movimiento

La variante beta, vista por primera vez en Sudáfrica y una de las que más preocupan a la ciencia por su impacto, ya casi no se ve en nuestro territorio.

“Sí ingresó, pero no aumentó mucho más en casos”, subrayó Molina.

Esta variante incluso tiene la capacidad de que la vacuna de AstraZeneca no tenga la misma efectividad para combatir la enfermedad leve (aunque sí las hospitalizaciones y muertes). Sin embargo, esto no le significó una ventaja para dispersarse por nuestro país.

“Probablemente cayó en una zona geográfica en la que no tuvo mayor diseminación, no porque el virus no sea eficiente, si no porque cayó en una zona menos densa y esto no le dio tantas oportunidades”, agregó.

Formas de prevención no cambian

Más allá de que las variantes, sean o no más contagiosas, el virus causante de la covid-19 ya es muy contagioso.

El que en nuestro país ya haya preponderancia de variantes de preocupación no cambia el modo de prevenir la enfermedad, y por eso se debe ser riguroso con ella.

“Debemos hacer lo que está a nuestro alcance para evitar contagiarnos: lavado de manos, distancia física, mascarilla en sitios cerrados y evitar espacios pequeños, aglomerados y con poca ventilación”, recalcó Duarte.

“Tenemos vacunas y estas son una gran herramienta, pero todavía hay muy pocas personas vacunadas, debemos seguirnos cuidando”, concluyó.