Stephen Hawking desafió las leyes de la medicina para explorar las leyes del universo

Murió a los 76 años cuando el primer diagnóstico médico pronosticó que fallecería a los 23. En medio siglo dilucidó misterios de cosmología y gravedad, aunque nunca se ganó el Nobel pues sus teorías aún no han podido ser sometidas a exámenes experimentales.

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Un diagnóstico médico a sus 21 años fue contundente: las neuronas que controlan cada movimiento de su cuerpo estaban muriendo y solo le quedaban un par de años de vida. La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) primero lo discapacitaría, para luego matarlo.

Pero Stephen Hawking desafió el pronóstico médico de su enfermedad y vivió 55 años más, tiempo en que ayudó a entender qué son y cómo funcionan los agujeros negros, demostró teorías de Albert Einstein, confirmó el origen del universo y la forma en que evoluciona.

Sus conocimientos fueron especialmente a nivel teórico, pero llevaron a una visión mucho más completa de diferentes campos de la Astrofísica, dentro de las cuáles destacan la Cosmología, ese estudio del universo y los cuerpos celestes.

Su aporte pasó por diferentes áreas del conocimiento de la física y astrofísica: su trabajo combinó la cosmología, la termodinámica (relación entre calor y esfuerzo), la gravitación, la teoría cuántica (probabilidad de que un suceso se de en un momento determinado) y la teoría de la información (leyes matemáticas que rigen la transmisión de datos).

¿Qué dijo de los agujeros negros?

La principal área de estudio de Hawking (y donde están sus mayores aportes) fueron los agujeros negros, también llamados hoyos negros. Se define así a una región en el espacio con una fuerza de gravedad y una densidad sumamente grandes.

Para entender mejor qué es un agujero negro, lo más simple es imaginar una estrella ya hacia el final de su vida. Llega un momento en el que la presión en ella es demasiado intensa y explota en una supernova.

Mas la estrella no desaparece; queda un resto muy compacto, usualmente llamado enana blanca o estrella de neutrones, y si el colapso gravitatorio continúa, acaba formándose un agujero negro.

En 1976, con base en teorías de Einstein, Hawking publicó su "teoría de hoyos negros" en la que decía que nada, ni siquiera la luz, podía escapar de ellos. Posteriormente, en el 2004, se refutó a sí mismo e indicó que los agujeros negros no lo absorben todo.

Así, según su teoría de la radiación, los agujeros negros pueden perder “negritud” y volverse más "claros" pues son capaces de contener radiación, emitir energía, perder materia e incluso desaparecer.

¿Cuál es la importancia de los agujeros negros? ¿Cómo le ayudan a la ciencia y al entendimiento del Universo? Los agujeros negros ya existían cuando Hawking comenzó a estudiarlos, él simplemente utilizó las teorías de Albert Einstein sobre relatividad al estudiarlos.

Para el físico teórico costarricense Alejandro Jenkins, la contribución de este astrofísico fue fundamental, pues "explicó que los agujeros negros producen radiación. No son totalmente negros, sino que emiten una cierta radiación, por lo tanto no son eternos sino que se evaporan lentamente".

Esa teoría, según Jenkins, ha despertado una serie de interrogantes sobre la naturaleza cuántica del espacio-tiempo "que todavía sigue siendo una de las preguntas abiertas más importantes de la física teórica".

¿Cómo explicó el Big bang?

Las contribuciones de Hawking también llevaron a demostrar y entender mejor el Big bang, esa explosión que, según la perspectiva científica, dio origen al universo.

De acuerdo con sus teorías, el espacio y el tiempo tuvieron un principio en el Big Bang y tienen su fin en los agujeros negros.

En su libro El inicio del tiempo, el científico explica que antes del Big Bang no había nada. Si pudiéramos retroceder en el tiempo, llegaríamos al punto de partida y no podríamos seguir avanzando. Sería como llegar al polo Sur y pretender seguir más al sur; es imposible.

De acuerdo con su "Teoría del todo", el universo se formó y se desarrolla, no de forma antojadiza, sino gracias a leyes estructuradas en las que confluyen la astrofísica, la gravedad y la energía termodinámica.

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Comunicar la Ciencia

Hawking sabía que sus teorías eran difícilmente entendidas por la población, pues utilizaba conceptos que no eran de fácil comprensión para quienes no se dedicaban a hacer ciencia. Por ello, buscó acercarlas con su libro La breve historia del tiempo, escrito en 1988.

Esta obra vendió más de 10 millones de copias y lo volvió aún más popular.

Años después, vio que era posible hacer su libro más corto y ligero para llegar a más personas y lanzó una segunda versión, con igual aceptación.

Salud no fue impedimento

La enfermedad que durante tanto tiempo lo acompañó nunca fue un obstáculo para este hombre; más bien, la ELA se convirtió en un aliciente para seguir trabajando y ampliar sus conocimientos.

Según el neurólogo costarricense Alexánder Parajeles, la ELA da inicio cuando las neuronas o células nerviosas que controlan las funciones musculares comienzan a morir lentamente, lo cual hace que la persona pierda fuerza muscular y tenga movimientos involuntarios.

"Todas nuestras neuronas están programadas para vivir hasta cierto momento, pero en esta enfermedad el proceso se acelera para las neuronas relacionadas con el movimiento. Entonces se afectan, poco a poco, habilidades como sentarse, ponerse en pie, caminar, subir escaleras, mover manos o brazos, hablar, tragar y hasta respirar", detalló el especialista.

Aún no hay una explicación exacta de cómo sucede esto; se cree que la condición está relacionada con la acción de sustancias inflamatorias u oxidantes en las células motoras.

En general, este mal se ve en personas mayores de 50 años –es más común en hombres que en mujeres– y en el 90% de los casos, las personas fallecen en los primeros cinco años de vivir con la enfermedad.

No obstante, este trastorno se comportó de forma muy diferente en Hawking. Parajeles resaltó que la edad de su diagnóstico (21 años) fue sumamente temprana para lo usual y además, la evolución del desgaste neuronal fue lenta e incluso en algún momento se detuvo.

"En algunas personas ocurre que genéticamente el fenómeno se da, pero luego se estabiliza, llega un momento en el que las células terminan de morir y la persona sobrevive. Hawking se 'encerró' en su cuerpo, pero su mente permanecía íntegra y por eso nos legó esa magnitud de trabajo", indicó Parajeles.

Trabajar con esa enfermedad fue un reto constante para el astrofísico. El trastorno no le impidió estudiar ni graduarse de la Universidad de Oxford y sacar su posgrado en la Universidad de Cambridge. Tampoco lo detuvo para formular sus teorías ni dar lecciones e impartir conferencias.

¿Cómo lo hizo? De acuerdo con datos recopilados por la cadena BBC, cuando perdió la movilidad de los brazos, se empeñó en ser capaz de resolver los cálculos más complejos solo con la mente, sin anotar ni resolver ecuaciones.

Cuando su voz comenzó a flaquear, una computadora se encargaba de plasmar sus ideas en una voz que pudiera entenderse.

Su silla de ruedas también estaba diseñada para cargar con dicha computadora y ayudarle a movilizarse cuando ya solo podía mover los músculos de dos de sus dedos.

¿Por qué no llegó a obtener un Nobel?

Una de las preguntas más comunes de sus seguidores es por qué, pese a descifrar misterios del universo y dilucidar más de un reto científico, este hombre nunca llegó a recibir un premio Nobel.

La razón es que este galardón reconoce, principalmente, aplicaciones demostrables y no teorías, y Hawking era un científico teórico.

De acuerdo con una entrevista publicada por la agencia AP a Sean Carroll, físico del Instituto de Tecnología de California, las mejores teorías de Hawking no han sido sometidas a la prueba experimental, y por eso nunca recibió dicho premio.

En esa misma nota de AP, el astrónomo de la Universidad de Harvard, Avi Loeb, manifestó que la "teoría de la radiación de Hawking podría ser demostrada si los astrónomos llegaran a encontrar los agujeros negros del tamaño adecuado. Los agujeros negros más pequeños, los que poseen la masa de un asteroide, probablemente producirían más radiación de Hawking que los más grandes".

"Se han buscado miniagujeros negros con esta masa, pero hasta ahora no los han encontrado", dijo Hawking en una conferencia en el 2016.

Aún sin ese premio, el mundo reconoce su valiosa contribución al conocimiento, lo que lo lleva a estar en la memoria de la Ciencia como uno de sus grandes, con una vida fructífera y siempre llena de curiosidades, por ejemplo, nació un 8 de enero, día de la muerte de Galileo Galilei y murió un 14 de marzo, día del nacimiento de Albert Einstein.