Zapping: ¿Qué fue aquello, YouTube?

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Que Google cometa un “error” es algo extraño. La mayoría de los productos de la compañía digital son de uso común para la gran masa de usuarios de Internet, desde el famoso buscador hasta el correo electrónico, los documentos en línea y YouTube, entre tantas otras maneras en las que Google domina a la humanidad – aunque ese es un tema para otro día–.

En todo caso, Google se ha comprometido a mantener cierta solidez en todos sus productos, lo que siempre genera mucha expectativa sobre lo que se hace bajo su ala, a pesar de los resultados. Por ejemplo, por un lado, todos los Doodles que publica son alabados por el mundo entero, pero por otro, Google+ es la red social que en la que nunca pasa nada.

No tarda Google (o alguna de sus tantas subsidiarias) en anunciar algo nuevo, cuando todos inmediatamente pensamos que al menos será algo interesante de observar, porque la compañía es el paladín del nuevo milenio, es un ícono de la modernidad, por las tantas maneras en las que ha revolucionado nuestro diario vivir (solo imagínese Internet sin la posibilidad de buscar cosas).

Es por esa razón que los premios que recientemente organizó YouTube (la página de videos más importante del mundo) fueron un gran bocado agridulce para los espectadores. Si usted no los vio, se lo ahorro: los YouTube Music Awards fueron un fracaso rotundo, y esa es una triste noticia, porque estamos hablando de YouTube, la razón por la que a nadie le importa que MTV sea una basura.

MTV viene a la mente porque los premios de YouTube se inspiraron en el formato de los Video Music Awards, ese dinosaurio al que MTV intenta darle relevancia cada año , pero que es imposible soportar de inicio a fin. Ambas premiaciones están llenas de momentos tan incómodos que uno promete no ver espectáculos de esa índole nunca más, pero siempre vuelve a caer en lo mismo.

Las decisiones inconsecuentes de ambos espectáculos vienen desde la raíz: MTV premia –año tras año– los mejores videos musicales, al mismo ritmo que disminuye la rotación musical en su programación regular. Por otro lado, YouTube anuncia sus primeros premios a los videos musicales, y toma en cuenta a más superestrellas ya construidas que a artistas emergentes que estén saliendo a superficie por medio de su plataforma.

Además, craso error el de YouTube otorgarle al público la posibilidad de votar en todas las categorías desde su página. Por ejemplo: One Direction, Taylor Swift, Justin Bieber y PSY eran algunos de los nominados a artista del año, pero ganó Eminem, rapero que lo único que había hecho durante el año fue anunciar y promocionar el disco que empezó a vender dos días después de la premiación; a veces los “ likes ” no son tan confiables.

Un ejemplo más grotesco: I Knew You Were Trouble , de Taylor Swift, fue premiado como el fenómeno del año en YouTube, ¡por encima del ‘Gangnam Style, de PSY’, y del ‘Harlem Shake’, de Baauer! Eso no tiene sentido. Ah, sí, pero sucedió solo porque las fans de Swift tuvieron mejor suerte en esta votación que en la de artista del año.

Es tan solo la primera vez que YouTube organiza una premiación , y es probable que –de hacerlo nuevamente– haya mejoras tanto en la selección como en la votación, producción, ejecución y guion del programa. Y si no, ¿quién necesita otra premiación, de todas formas?

Sin embargo –más allá de las expectativas que se tengan sobre la invasión de la televisión a la web, y las distintas formas en las que los medios tradicionales se adaptan a la confusa era digital–, lo más extraño de que los YouTube Music Awards fueran un desatino es que, a pesar de lo de las nominaciones, todo pintaba bien: Spike Jonze dirigió la transmisión, Jason Schwartzman fue el anfitrión, hubo presentaciones en vivo de Arcade Fire y Eminem, y la idea era que las presentaciones fueran en forma de videoclips.

Entonces, ¿qué carajos pasó?