Ya empecé a usar HBO Max: recuento de lo bueno, lo malo, lo feo (y lo que no nos dieron)

La plataforma de streaming de Warner Media debutó con fuerza en Latinoamérica. Este es un resumen de sus aciertos iniciales y sus omisiones con respecto a lo que ofrece en EE.UU.

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Las comparaciones pueden ser tan odiosas como inevitables. Y por eso, en las primeras horas de funcionamiento de la plataforma HBO Max en América Latina, uno toma como referencia lo que ese mismo servicio ofrece desde hace más de un año para el público de Norteamérica. Y las diferencias sí son notables.

HBO Max incursionó en 39 países de Latinoamérica y el Caribe el 29 de junio del 2021. Se trata del más reciente actor en integrarse a un competitivo mercado de streaming para nuestra región, donde llega a sustituir al ya descontinuado HBO Go y competir, de tú a tú, con Netflix, Amazon Prime, Disney+, Claro Video, Movistar Play y Apple TV+.

Y si bien tiene sensibles oportunidades de mejora, al menos en un primer vistazo general se puede decir que sí es un servicio cuya suscripción no le decepcionará.

Vayamos por partes.

Lo bueno

HBO Max no llega a reinventar la rueda, sino que aprovecha las características que el público ya conoce de otros servicios similares y las incorporó a su plataforma. Así, por ejemplo, la navegación tanto en móviles como en computadora y smart TV es bastante similar a la que estamos acostumbrados, por ejemplo, con Netflix: grandes categorías de películas, series de televisión, documentales, infantiles, etc.

Adicionalmente, el recién llegado se inspiró en lo hecho por Disney+, donde los títulos se agrupan bajo las grandes sombrillas de sus principales franquicias (Marvel, Pixar, etc.), haciendo lo propio con sus cinco principales casas: HBO, Max Originales, Warner Bros., DC y Cartoon Network. Eso estuvo bien jugado.

Sin duda, en el catálogo hay dos activos preponderantes: el repertorio completo de series de alta calidad de HBO (Game of Thrones, The Sopranos, Sex and the City, Westworld, The Wire...) y la enorme filmografía de los estudios Warner Brothers, que abarca desde clásicos absolutos del sétimo arte hasta títulos terribles de esos que uno no vería ni en una madrugada de insomnio. En otras palabras: hay cine para todos los gustos, lo cual es más de lo que se puede decir, por ejemplo, de Disney+.

Tome nota de que, por ejemplo, si usted es amante de los clásicos del cine de todos los tiempos, HBO Max puede rajar de que tiene en su galería a joyas como Casablanca, Lo que el viento se llevó, Psicosis, La naranja mecánica, Ben-Hur, El resplandor, 2001: Odisea en el espacio, El mago de Oz, Los pájaros y la que es considerada la mejor película de la historia del cine: El ciudadano Kane. Y eso pesa.

También brilla con luz propia el espectacular catálogo de Cartoon Network, con algunas de las mejores series animadas de las últimas décadas (y cuya pérdida le debió doler en el alma a Netflix). Es un lujo tener a la mano títulos como Hora de aventura, Clarence, Gumball, Escandalosos, Las Chicas Superpoderosas y Jóvenes Titanes. Si en su casa hay niños, solo esto ya es para considerar la suscripción.

Además, ojo, que HBO Max se hizo con dos de los títulos para preescolares más buscados en el streaming, como lo son Paw Patrol y Dora la Exploradora. Eso ya es enorme (los padres de familia de los más chiquitillos lo entenderán).

En cuanto a los dibujos animados clásicos, hay que aplaudir la incorporación de las tradicionales caricaturas de Looney Tunes, así como de tres de las series más emblemáticas de Hanna Barbera: Los Picapiedra, Los Supersónicos y Don Gato. Ojalá pronto les sigan más títulos insignia de esa casa, como El Oso Yogui, Maguila Gorila y La Hormiga Atómica, entre muchos otros.

Y sí, súmele la muy notoria presencia de los caballos de batalla anunciados desde hace meses, como las infalibles Friends, The Big Bang Theory, Rick and Morty, la saga completa de filmes de Harry Potter y buena parte de las películas del Universo Cinematográfico de DC Cómics.

En cuanto al precio, pues está dentro de lo esperable. El servicio ofrece distintos paquetes, empezando por uno bastante básico para personas que, digamos, viven solas y no se molestan en ver Game of Thrones en su celular, pues está diseñado solo para dispositivos móviles (¢2.999 al mes; ¢7.990 trimestral y ¢24.900 anual). Este es un modelo ideal para quienes no le “patrocinan” la contraseña a sus amigos.

Luego está la opción estándar que le brinda hasta cinco perfiles de usuarios diferentes, de los cuales tres pueden usar el servicio en simultáneo. Además, este sí admite todo tipo de pantallas. Yo ya empecé a usar el app de HBO Max de televisores inteligentes Samsung y sí vale resaltar que funciona mucho mejor que su predecesora de HBO Go.

Para esta opción, los costos son de ¢3.999 la mensualidad; ¢10.990 la suscripción trimestral y ¢33.900 la anualidad.

Tome en cuenta que si usted tiene el paquete de canales premium de HBO con su servicio de cable, esto le da acceso “gratis” a HBO Max. Consulte con su proveedor de cable cómo será el cambio para quienes ya venían usando HBO Go.

Hasta aquí, todo bien.

Lo malo

A primera vista, todo en HBO Max parece estar bien. Sin embargo, conforme uno se adentra en su catálogo se notan ausencias o incluso sin sentidos difíciles de explicar.

Lo primero es que el surtido de filmes basados en títulos de DC Comics está incompleto. En el caso del vigente Universo Cinematográfico DC, películas esenciales como Aquaman y Shazam brillan por su ausencia, y ni qué decir de los filmes animados de DC, de los cuales hay apenas un puñado de todos los títulos que Warner ha hecho a partir de los personajes de la Liga de la Justicia.

De las franquicias cinematográficas que HBO Max presume, varias de ellas están mermadas y desordenadas. Así, por ejemplo, de la saga de Mad Max hay tres de cuatro filmes y el que falta es el tercero (Thunderdome); de la popular trilogía romántica Antes de... (Before) falta la película del medio, mientras que la trilogía de acción Los Indestructibles extraña su primer filme. Y así podemos seguir: del terrorífico universo cinematográfico de El Conjuro, compuesto por ocho filmes, solo está la mitad y, más desconcertante aún, para su trilogía de la muñeca Anabelle se ofrecen los filmes 1 y 3 (¿?).

Esto puede responder, en algunos casos, a que aún hay cintas de Warner bajo licencia en plataformas que ahora son su competencia, como Netflix y Amazon Prime. Sin embargo, eso no explica por qué, por ejemplo, de la franquicia de Freddy Krueger (Pesadilla en la Calle Elm), HBO Max ofrece cinco de las nueve películas (y ni siquiera en orden cronológico).

Otro aspecto negativo es que, al menos para efectos de sus listados, el servicio despliega la mayoría de sus títulos no con su título original sino con la traducción que se le asignó, en su momento, para su proyección en los cines de Latinoamérica. Bien sabido es que por estos lares muchas veces los títulos al castellano que se le endilgan a los filmes estadounidenses no guardan ninguna relación, por lo que, por ejemplo, Hearts in Atlantis —adaptación de la novela homónima de Stephen King y protagonizada por Anthony Hopkins— la encontrará como Nostalgia por el pasado (¿?).

De Scooby-Doo hay abundancia, entre películas y series de televisión, pero es una lástima que la serie clásica de Hanna Barbera no esté dentro de HBO Max aún. Eso sí, tener la posibilidad de ver a Shaggy y Scooby al lado de la banda Kiss en la absurda película El misterio del rock and roll es una bienvenida sorpresa de la nueva plataforma.

Sobre la oferta de contenidos originales de HBO Max aún es pronto para emitir un veredicto. Este apartado se apalancó en grandes y rimbombantes especiales que sin duda captaron la atención mediática pero que se limitan a una única entrega, como la versión definitiva de Zack Snyder para La Liga de la Justicia y las reuniones de los elencos de Friends y El príncipe del rap. Sin embargo, por ahora la serie original del nuevo servicio que más está dando de qué hablar es The Flight Attendant, estelarizada por Kaley Cuoco. Esta es la que se está erigiendo como la serie insignia de HBO Max en su debut, al modo que en su momento The Mandalorian lo fue para Disney+ o The Morning Show para Apple TV+.

Lo feo

Aquí llegamos a la parte de las comparaciones... y no son bonitas.

HBO Max no trajo a Latinoamérica todo lo que le proporciona a sus suscriptores en Estados Unidos, sin que estén claras las razones.

Una de las ausencias más notorias en nuestro menú en comparación a lo que la plataforma sí brinda a sus audiencias en Norteamérica es la veterana e irreverente serie animada South Park, exclusiva en streaming solo para HBO Max. Eso dolió.

En esa misma línea, ausentes del catálogo que acá se hizo disponible están las producciones de BBC (incluyendo a la gustada serie Doctor Who); los aclamados títulos de animación del estudio japonés Ghibli (como Mi amigo Totoro y La princesa Mononoke); series de la plataforma de animé Crunchy Roll; los programas de Plaza Sésamo, o las distintas versiones del reality The Bachelor (para todo hay gustos).

HBO Max también privó a Latinoamérica, al menos para su inicio, de series populares que adquirió a otras cadenas con el fin de integrarlas a su catálogo en Estados Unidos, como son Babylon 5, Key and Peele, The Nanny, The New Adventures of Old Christine, Rizzoli & Isles y, muy en especial, The West Wing (la que a título personal más eché de menos).

Sin embargo, todo lo anterior se queda corto en la lista de diferencias del HBO Max estadounidense y el latino, pues la principal variación es que por acá Warner Bros. no cumplirá con su controversial directriz de estrenar en simultáneo en la plataforma sus principales lanzamientos cinematográficos del 2021.

La medida empezó en diciembre del 2020 con Wonder Woman 1984, que debutó al mismo tiempo en la pantalla grande y en la joven opción de streaming de la compañía, en una movida que causó conmoción en Hollywood y la molestia de muchos de los cineastas y talento involucrado.

Hoy, títulos nuevos de alto presupuesto de Warner como El Conjuro 3 y En el barrio (In The Heights) están en HBO Max de Estados Unidos por espacio de un mes, al mismo tiempo que se exhiben en las salas de cine. Sin embargo, dichos filmes no figuran en el HBO Max latinoamericano aunque sí se pasan en los cines de la región.

La compañía informó que el modelo será distinto, pues sus suscriptores latinoamericanos deberemos esperar poco más de un mes desde el estreno cinematográfico para que la plataforma online incluya estos lanzamientos en sus contenidos.

Sin embargo, la regla no es retroactiva, pues de los estrenos que ya recibieron este año dicho tratamiento por el momento solo se ofrece justamente la más reciente película de la Mujer Maravilla, sin que aún sepamos cuándo HBO Max incluirá, por ejemplo, Judas y el Mesías Negro, Godzilla vs Kong o Mortal Kombat.

Conclusiones

Digámoslo claro: HBO Max merece que le pongamos atención y tiene con qué defenderse para enfrentarse a Netflix.

Su catálogo de series y películas es robusto, cumple para un amplio espectro de públicos (algo que Disney+ no logra aún) y se apalanca en marcas que ya son harto conocidas y queridas por la audiencia, por lo que no va a retarle con misterios (como sucede, por ejemplo, en Apple TV+, que prácticamente empezó su catálogo desde cero).

Sin duda, la plataforma tiene aún mucho por andar y mejorar. Eso no se discute. Sin embargo, no es arriesgado decir que si usted está buscando quedarse con un único servicio de streaming, el recién llegado tiene con qué cumplirle.

Además, no podemos perder de vista que eventualmente será el destino final de producciones muy gustadas de TNT, CNN y otras cadenas de Warner Media que están, por ahora, alojadas en otras plataformas, así como de las series televisivas más emblemáticas de Warner Channel que hoy son ganchos de Netflix, al estilo de Arrow, Flash y Riverdale.

Recuerde que todos los planes de suscripción del servicio ofrecen un período de prueba gratuito de siete días. Además, el plan económico para dispositivos móviles está bien pensado, pues se dirige a un segmento que no quiere (o puede) permitirse suscripciones mensuales de $15 dólares como las que se dejan cobran algunos de sus competidores.

Por ahora, HBO Max tiene un balance positivo. Tómelo en cuenta.