Rigoberto Alfaro ‘Gallina’: El ídolo criollo que se niega a despegar los pies de la tierra

De sus 36 años ha invertido 13 en hacer reír a los demás. Antes era conocido, pero, tras su paso por ‘Tu cara me suena’, es más popular. Aunque estuvo lejos de ser el triunfador del concurso, él ganó el cariño y respeto del público. Este es un recorrido por su historia.

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A los 12 años, Rigoberto Alfaro se ganó ¢1 millón gracias a una raspadita, él esta seguro de que “Dios no interviene en los juegos de azar”, pero jura que ese premio fue una bendición. El dinero sirvió para que su familia comprara un lote y construyera su casa propia. Más de dos décadas después de aquella afortunada situación, ese preadolescente se ha convertido en uno de los comediantes más reconocidos de Costa Rica.

Ganarse ese premio si era una de sus anhelos juveniles, mas convertirse en quien es hoy, no. Llegó hasta octavo año de colegio y se salió para trabajar en lo que saliera, siempre y cuando “fuera honesto”. Soñaba con ser profesional pero no sabía en qué área, ante la pregunta sobre qué quería ser, luego de pensar con detenimiento, él reconoce que “vivía y trabajaba para sobrevivir”. Su existencia se basaba en cada día y realmente no visualizaba un futuro brillante y rodeado de carcajadas.

* * *

Rigoberto Alfaro tiene dientes muy blancos y grandes, facciones fuertes y cabello negro con tendencia a rizarse. Todo el tiempo hace chistes, aunque a decir verdad, es una persona temperamentalmente serena cuando recorre su pasado y presente y habla de lo más valioso en su vida: la familia y su profesión.

Cuando deja salir al jocoso e inquieto humorista, o se comporta como Rigoberto Alfaro fuera de personaje, se percibe la misma modestia. Él no se llama humilde porque “qué feo hablar así de uno mismo”, pero, su forma de ser es evidente.

Rigoberto Alfaro se crió en Cebadilla de Turrúcares de Alajuela. Allí aprendió hábitos “de gente de campo”, entre ellos ser servicial, amable y a nunca despegar los pies del suelo. Gallina, como es mejor conocido, dice que “uno puede tocar el cielo sin despegar los pies de la tierra”, aunque destaca que no siente que él “esté tocando el cielo”, eso sí, admite que tras 13 años de hacer humor, este es el mejor momento de su carrera.

Hace esta aseveración porque está claro de que ahora cuenta con la madurez necesaria para sobrellevar lo que ha pasado en su vida durante este año. Se siente consolidado y además, es más conocido que antes, gracias a su trabajo en la plataforma masiva de Tu cara me suena, programa de Teletica formatos que terminó su cuarta temporada el 9 de junio.

El conocido Gallina estuvo lejos de ganar la competencia, pues sus calificaciones pocas veces fueron altas como para llegar a la final en la que el público eligió al ganador. Desde el inicio fue claro, él es humorista y no cantante, por ello, dice que se esforzó al igual que sus compañeros para dar un espectáculo de calidad, aunque su momento preferido era cuando terminaba la presentación y podía sentarse en el sillón para ponerse a improvisar.

Ese humor y esa improvisación fue lo que hizo que Gallina, quien desde hace 13 años trabaja en el Manicomio de la Risa de Omega (105.1 FM), y ha sido invitado recurrente de transmisiones de fin y principio de año de Teletica, llegará a un público más familiar, mismo que en redes sociales ha expresado lo agradable y apreciado que es para ellos Rigoberto Alfaro. Si esto hay que probarlo con números, solamente en Instagram ganó 40.000 nuevos seguidores.

Hubo momentos en los que Gallina provocó que Eugenia Fuscaldo y Duvalier Quirós lloraran de la risa. Allí entendió mucho de lo que estaba causando.

“Siento que vivo el mejor momento de mi carrera. Vivo un momento maduro. Si hubiera ido a TCMS cuando tuve el primer llamado (en la segunda temporada), siento que no hubiera tenido tanto éxito por la inmadurez profesional. Ahora me siento más preparado y creo que eso me ayudó este año.

Es como que he estudiado muchos años y este año me tocó graduarme, así me siento en la comedia, lo digo por la exposición, considero que le doy mejor manejo al tema. Me siento calmado, tranquilo, sereno, tal vez en otra oportunidad me hubiera puesto más loquillo”, asegura, quien se caracteriza por hacer un humor familiar.

El nacimiento de Gallina

Rigoberto Alfaro habla serio, sin embargo, es inevitable que espontáneamente le salga algún chiste, suelte una carcajada solo y luego retome la idea.

Dice que desde niño era vacilón y le encantaba andar divirtiendo a otros. Aunque jamás pensó que podía vivir del humor. Todo en su carrera ha sido muy natural. En uno de los tantos trabajos que realizaba, Gallina conoció a Carlos Ramos, el famoso Porcionzón, y empezó a ayudarle con temas de sonido. Por nueve años fue la mano derecha de “Porcio” y en una de esas andadas, el destino de Rigoberto cambió.

“Empecé jalándole los cables a Porcio. Él siempre fue espléndido conmigo. Mi carrera empezó porque llamaron a Carlos Ramos a ser parte de De 5 a 7 de Omega. Ahí conocí a Carlos Álvarez (actual director de Teletica Radio) y caí en gracia. Yo siempre vacilaba con ellos, pero el momento decisivo fue un día que Rolando (Carmona) y Franklin (Vargas) no iban a estar y Carlos Álvarez me dijo que si quería estar en la radio, le dije que nunca había estado y él me dijo ‘hacete a un pachuquillo, se llama Gallina, bueno, se llama Jeffry Steven, pero le dicen Gallina’. Eso me lo dijo un viernes, llegué un lunes y desde entonces han pasado 13 años”, recordó.

Hoy Gallina es su personaje ícono, al punto de que pocos lo llaman como Rigoberto, para todos es Gallina. En sus presentaciones, el humorista interpreta a Paco el paco (un policía), a Gallina y a Doña Caroline, la chillante señora que hoy muchos reconocen, por sus constantes intervenciones (llamadas) en TCMS.

“Doña Caroline está inspirada en doña Ceci, una señora de San Carlos que es muy conocida. La he visto por Ciudad Quesada, Doña Caroline es la maqueta de ella, es una persona que llamaba a la radio y que quería participar, ir por la camisa o por el disco, este personaje es inspirado en personas que siguen la radio y llaman al aire”, cuenta.

Es difícil de creer, pero Rigoberto dice que siente un poco de pena cuando está en su propia piel, por ello, ve difícil que pueda hacer humor fuera de personaje (aunque en TCMS con sus intervenciones demostró que le sale natural).

“Respeto a las personas que hacen humor en primera persona, los que hacen stand up, los humoristas cuentachistes que lo hacen sin personaje. Pero la verdad es que siento cómodo haciendo personajes. Aunque usted no me lo crea, me da vergüencilla hacer humor siendo yo mismo. El personaje te da licencias para hacer cosas que no podes hacer como vos”, revela.

Su vida

Rigoberto Alfaro es el menor de cinco hermanos. Su mamá se pensionó hace poco, ella trabajó en la Fuerza Pública. En la infancia de Gallina hubo carencias, mas recalca que el alimento nunca faltó. Siendo un niño, su familia dejó Turrúcares y se asentó en muchos barrios de San José. Desde edades infantiles soñó con poder ayudar a su familia y tener un carro nuevo.

Hoy, gracias al trabajo, ambos anhelos se materializaron y él se siente pleno por lo alcanzado y por haber hecho el recorrido correcto hasta una vida exitosa.

“Cuando uno crece en barrios de escasas posibilidades se expone a muchas cosas. Yo no era persona de calle pero salía todas las mañanas a ver qué deparaba el futuro, que tenía Dios para mí. Siempre he sentido que Dios me dio talento para poder explotarlo. Él nos lo da y uno se encarga de administrarlo. Durante 13 años mi familia se ha visto beneficiada. Yo sigo ayudando a mi mamá y apoyo a mis hermanos. Trato de meterles el hombro, si necesitan que les ayude siempre estoy ahí”, detalla.

Aparte de popularidad, ¿qué más ganó tras su paso en Tu cara me suena?

Creo, lo digo con humildad, que me gané más el respeto de las personas, mostré que se puede ser serio y profesional en la comedia. Conseguí que observaran más allá de lo que hago aparte de mis personajes. Vieron la parte más humana. Conocí nuevas personas, nuevos contactos y aliados, quienes tal vez no sabían quién era yo. Por supuesto que rescato el cariño de la gente.

Durante su carrera, qué errores siente que ha cometido y qué lecciones le han dejado?

En el plano personal a veces soy muy indeciso. A veces necesito consultar muchas opiniones de la gente para tomar una decisión mía. Entonces he cometido errores de consultar a personas no tan indicadas. Creo que uno de mis errores es la indecisión. Creo que hay decisiones que tenía que haber tomado hace años y las tengo frenadas.

¿Cómo entendió que el humor de improvisación es lo suyo?

No es que no tenga mis rutinas, porque tengo una base de un 50%, el otro 50% es de improvisación. Lo que pasa es que la improvisación es como el fútbol, no todo te sale. No siempre vas inspirado para que todo te salga. Somos seres humanos, hay días en los que no sale nada.

Cuando uno hace un chiste y te lo aceptan, te motiva. Si hago dos salidas buenas y a la gente no le hace gracia, eso te va apagando. No me ha pasado mucho, pero sí, a veces no comprenden lo que uno dice o no lo captan como era y no hay reacción.

¿Hay que ser buena persona para ser buen humorista?

Hay que tener sentido agradable, amor por la vida, hacer reír es salud. Es querer ayudar.

¿Qué se visualiza haciendo en el futuro?

Dios tiene un plan para la vida de las personas. Yo lo voy a aceptar, pero responsablemente uno tiene que tener un plan en la Tierra, pero dejándolo claro, mi plan terrenal es no hacer comedia siendo tan adulto. Tal vez un proyecto radial puede ser. Si lo tengo que hacer lo hago, pero no me veo vestido de Gallina siendo mayor.

¿Le han salido ofertas laborales? Llegó a un nuevo público...

Al tener exposición sale nuevo público. Agradezco a quienes me han apoyado desde siempre. El trabajo incrementa. Las marcas se empiezan a fijar más en uno. He trabajado con marcas con mucho prestigio, pero sean grandes o pequeñas las trato con el mismo respeto.

¿Se considera una persona con suerte o esforzada?

Dios me dio un talento. El hecho de que lo tengás no significa que vas a ser exitoso. Tenés que ser un buen administrador. El talento es un 30% y la actitud 70%.

¿Piensa que es exitoso?

El éxito es la aceptación, el sentirse usted cómodo, pleno, eso es el éxito. El dinero no. Hay personas que se han pegado el premio mayor, y uno ve en algunos casos que su vida fue un desastre, el éxito no es el dinero, creo que el éxito viene de la mano de tu familia, de tu entorno. De qué me sirve tener dinero si todo mundo me odia o si no me llevo con mi mamá.

¿Es feliz?

Claro. Tengo familia bonita y relación bonita con mi novia.

¿Cree que conocer a Carlos Ramos, y que años después Carlos Álvarez le diera un personaje, es buena suerte como la que tuvo cuando se ganó ¢1 millón?

No son coincidencias. Son ‘diosidencias’. Así lo tenía Dios planeado. Nada pasa por casualidad.