Lussania Víquez emprendió un nuevo proyecto alrededor de su afición por el maquillaje

Presentadora de ‘Informe 11: Las Historias’ y su cuñada lanzaron, hace casi un año, Lu-Mi Makeup Design, un proyecto en el que, a través de talleres, enseñan a las mujeres a cómo maquillarse

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Hace casi un año, la presentadora de Repretel y voz de la emisora Bésame (89.9 FM), Lussania Víquez, emprendió un proyecto con el que llevó a buen puerto su afición de toda la vida: el maquillaje.

Víquez comenta que siempre le apasionó el tema de maquillarse, de maquillar y de aprender técnicas, secretos y trucos relativos a ese arte, un gusto que ponía en práctica consigo misma o con su círculo cercano de amigas, a quienes maquillaba para actividades especiales.

Con ellas, la presentadora de Informe 11: Las Historias no solo exploraba nuevas posibilidades para embellecer los rostros de las mujeres, sino que también fue moldeando un proyecto que, aunque lanzó hace casi 12 meses, ahora ha tomado la forma de lo que ella buscaba.

Lu-Mi Makeup Design es el nombre del emprendimiento, un negocio que ella lanzó junto a su cuñada Michelle Jones (una actriz que se radicó por mucho tiempo en Estados Unidos) y con el que recorren gran parte del país enseñando a las mujeres, por medio de talleres, el arte del maquillaje

El proyecto resultó de una recomendación que le hizo su esposo hace dos años y medio, y que ella fue puliendo hasta dar con lo que verdaderamente buscaba.

“Mi esposo me dijo que si a mí me gustaba mucho lo del maquillaje que por qué no lo estudiaba, pero le decía que es que yo no me quería dedicar a eso exclusivamente, pero él me impulsó. Entonces hablé con mi cuñada Michelle que estaba de vuelta en Costa Rica tras vivir en Estados Unidos muchos años y trabajar en Telemundo. A ella también le gustaba el tema del maquillaje y empezamos a preguntarnos qué podíamos hacer y las dos coincidimos con los talleres de maquillaje”, resumió Víquez sobre la génesis del proyecto.

Entonces iniciaron con la conceptualización de la idea, la búsqueda de un nombre y la ejecución de un emprendimiento que se basaría en talleres que impartirían en empresas ejecutivas, de negocios o banca, principalmente, y la apertura de cursos para público en general.

Así nació Lu-Mi Makeup Design, que involucra las primeras dos letras de los nombres de sus gestoras y que refleja, además, la intención precisa del proyecto: ayudar a las mujeres a diseñar su propio maquillaje según sus particularidades faciales.

“Nosotros en nuestros talleres lo que hacemos es ayudar al diseño de imagen de cada mujer y lo que nos destaca de otras personas que hacen lo mismo es que nosotras enseñamos qué le va y qué no le va a una mujer según su tipo de rostro. Hay gente que ve tutoriales y se maquilla a partir de esos tutoriales, pero es que no a todas se nos ve bien lo mismo. Entonces enseñamos qué les va o no a esas personas para resaltarles la belleza interna de cada uno y generar empoderamiento”, refirió Víquez.

Precisamente, eso es lo que buscan los talleres de Víquez y Jones: usar el maquillaje como una herramienta más que incida positivamente en el empoderamiento de las mujeres.

El cupo máximo por taller es de 12 personas, así Víquez y Jones pueden garantizar el control del grupo y la atención de las necesidades de todas las participantes al momento de poner en práctica lo aprendido. Además, previo al trabajo individual de cada matriculada al curso, hay una introducción teórica que explica los por qué de las distintas recomendaciones que se dictan en los talleres.

“Son talleres abiertos al público. La idea es que participen mujeres que quieran aprender a maquillarse, sin barreras de edad o características faciales, porque enseñamos muchas técnicas como maquillaje para pieles maduras, para pieles jóvenes, maquillajes más dramáticos como para actrices o bailarinas, entonces abarcamos a todas las poblaciones de mujeres”, enfatizó Víquez, quien recientemente viajó a México para una capacitación en maquillaje.

También, el proyecto contempla la realización de talleres privados para empresas.

El rango de precios por taller es de ¢30.000 a ¢35.000 por persona e incluye desde el material teórico hasta un kit de maquillaje para las labores prácticas. Cada taller tarda entre cuatro y cinco horas.

Como sobreviviente de cáncer y como parte de la responsabilidad social que tanto Víquez como Jones procuraron con Lu-Mi Makeup Design, ellas ofrecen talleres benéficos en distintas fundaciones dirigidas a pacientes oncológicas. El más reciente fue el miércoles anterior en la Fundación Anasovi.

“Estoy tan feliz y agradecida con Dios porque esta ha sido una experiencia increíble. La recepción ha sido mejor de lo que yo creía”, dijo Lussania, quien comentó que la apertura de talleres se anuncian en los perfiles de Facebook e Instagram de Lu-Mi Makeup Design.