‘Game of Thrones’: Repaso de ‘The Last of the Starks’, episodio 4 de la temporada 8 (SPOILERS)

La alegría tras la victoria fue efímera: todos los personajes principales de la serie estrella de HBO cierran la semana con corazones angustiados y dientes apretados, a la espera de que el infierno se desate en King’s Landing

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Dracarys...

En adelante encontrará abundancia de detalles de The Last of the Starks, cuarto episodio de la octava temporada de la serie de HBO, Game of Thrones, transmitido el 5 de mayo. Si no quiere exponerse a los spoilers, abandone la lectura de inmediato.

La batalla de Winterfell ya es noticia vieja. La que suponíamos sería la gran lucha de la temporada final de GOT resultó ser solo un oscuro entremés (literalmente), cuyas consecuencias se superaron en menos de 10 minutos. No importa que la dimensión de la masacre que presenciamos la semana pasada fuese insana, pues a nadie le duró el duelo. El capítulo de este domingo empezó con un breve recuento de los caídos, en medio de un funeral masivo en las afueras de Winterfell, y el mejor discurso que Jon Snow dirá en su vida. Muy inspirador.

El Norte se ha salvado y la vida sigue. La serie aprovecha y nos despide de personajes que no tienen ya mayor relevancia y que deben quedar en el camino. Nos resta concentrarnos en el puñado de estrellas principales, entre quienes se decidirá el futuro de los Siete Reinos. Con solo dos capítulos por delante, ya no hay espacio para historias secundarias.

Hagamos recuento: resueltas quedan, en gran parte, las tramas de Tormund, Brienne, Podrick, Sam y Gilly, Gendry, Bronn e, incluso, el lobo Ghost. De todos ellos nos despedimos, sin tener claro si volverán a ver acción en lo que resta de la temporada (nadie apostaba por Tormund y véanlo, feliz de regreso a más allá del Muro).

Sin embargo, vamos por partes:

Dani, pese a sentirse como pez fuera del agua en el Norte, es quien cambia el tono sombrío de la cena de la victoria en Winterfell al conferirle, de la nada, el título a Gendry de legítimo heredero del apellido Baratheon. La reina rompió el hielo (mal chiste) y los sobrevivientes se entregaron a la celebración y la bebida. El jolgorio deparó en situaciones incómodas, especialmente cuando Tormund y otros norteños proclamaron las múltiples glorias de Jon Snow, quien no tiene que hacer nada para igual dejar mal parada una y otra vez a su reina (terrible que hasta la reconocieran haber montado un dragón, como si Dany no hubiese hecho lo mismo desde hace años). Daenerys está triste, es evidente, y Varys es el único que parece notarlo.

En medio de las copas y las risas, Sansa y The Hound tienen una conversación que retoma su pasado en King’s Landing y todo el sufrimiento que vino para ella en la capital (lindo detalle el recordar lo de Little Bird). Podrick topó con suerte, y las aspiraciones de Tormund de enamorar a Brienne llegaron a un final, cortando uno de los pocos hilos cómicos de la serie.

Como era de esperarse, Brienne y Jaime Lannister finalmente consumaron la atracción que empezó a construirse desde muchas temporadas atrás, dándole a la audiencia un breve y feliz triunfo. Incluso, los productores jugaron con nosotros al sugerirnos que Jaime saldría del juego de tronos y se daría una oportunidad con Brienne, al anunciar que no marcharía al sur con el resto de las fuerzas que apoyan a Daenerys. Jaime siempre será un Lannister y su historia no está prevista que termine de un modo feliz: su tóxica relación con Cersei es más fuerte que todo y, al final, decide dejar atrás a una desconsolada Brienne para cabalgar de nuevo a King’s Landing al encuentro de su hermana/amante: Cersei siempre ha sacado lo peor de Jaime y el gemelo sabe que el destino les guarda al menos un careo más.

A la capital también cabalgan, por su cuenta, el disfuncional dúo de The Hound y Arya Stark, con agendas llenas de sangrientas cuentas por cobrar. Ambos dicen no tener intenciones de volver a Winterfell.

Otra vez, Jon Snow...

Dany lo tiene claro: para que lo suyo con Jon Snow funcione, él no debería contarle a nadie la verdad sobre su origen Targaryen. Él le dice que tranquila, que ella siempre será su reina, que a él no le interesa el trono, que todo va a salir bien.

Como siempre, Jon Snow no sabe nada.

La inflexible nobleza y honestidad del ya-no-bastardo ha desesperado antes a los seguidores de GOT y, desde luego, tras revelarse el mayor misterio de la serie, Jon de nuevo tenía que ser el más correcto y compartirlo con sus hermanas Stark, ingenuo en las eventuales consecuencias de aquellas explosivas informaciones. El juramento de guardar el secreto de Sansa no aguantó ni una hora y la señora de Winterfell contó a Tyrion todo el rollo del parentesco de Jon, a sabiendas de que su exesposo haría lo propio con Varys. Como bien dijo el eunuco, cuando ya ocho personas (Jon, Dany, Bran, Sam, Sansa, Arya, Tyrion y Varys) están al tanto de algo, el secreto se transforma en información.

Y la información es poder (y Sansa lo sabe).

Team Dany, team Jon

Tyrion Lannister y Varys sostienen un par de diálogos intensos sobre los posibles escenarios que se abren ante la posibilidad de que Jon pueda ser el rey de los Siete Reinos. Algunas opciones discutidas son:

– Que Dany y Jon gobiernen juntos, en igualdad de condiciones, como pareja real (Tyrion). Es el escenario ideal y, por tanto, el menos probable: esto es GOT y un final tan Disney sería antinatural.

– Que Dany imponga su personalidad y voluntad sobre Jon (Varys). Ella quiere ser reina a toda costa; él no quiere ser rey de nada. Tiene mucho sentido.

– Que Jon sea rey, solito (Varys). Implica, desde luego, traición a Dany, lo cual aterroriza a Tyrion pero no a Varys. La Araña es un operario práctico, que ha servido a muchos monarcas pero sin lealtades, siempre esperando a colocar en el Trono de Hierro a un gobernante justo y mentalmente estable. Y dentro de sus parámetros, Jon parece tener más puntos a favor que la Reina Dragón.

– Que Cersei los mate a todos (Tyrion). Demasiado fácil para los guionistas.

Su debate se da a bordo de uno de los barcos de Dany, mientras la flota navega de regreso a Dragon Stone para preparar el ataque contra Cersei y esperar el arribo de las tropas que marchan a pie desde Winterfell, al mando de Jon y Davos. Y es ahí donde, de nuevo, Cersei se reinserta de modo brutal, tras dos semanas de ausencia

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Cersei 2 - Dany 0

Si contabilizamos los enfrentamientos militares entre las fuerzas de Daenerys y Cersei desde la llegada de la Reina Dragón a Westeros, es claro que la monarca Lannister lleva ventaja. La alianza con el psicópata Euron Greyjoy ha sido tremendamente rentable para Cersei, pues el pirata ha aportado más a su causa que la suma de todas las casas nobles que se pasaron al bando de la Targaryen.

Por segunda vez, la flota de Euron volvió a tomar por sorpresa a las fuerzas de Dani (¿se acuerdan cuando capturó a Yara y las Sand Snakes?), en un ataque perfectamente ejecutado casi a las puertas de Dragon Stone. Comentario aparte: ¿en serio es tan difícil tener buenos vigías? Cuesta creer que Dany dejara su residencia sin un solo vigilante o alguien que pudiese enviar un cuervo alertando que un montón de barcos con velas negras se escondían en aguas vecinas.

Euron se unió en infamia al Rey de la Noche en la lista de asesinos de dragones, siendo ahora Rhaegal la víctima de la imprudencia militar de Daenerys. Y sí, la muerte del segundo dragón nos hizo saltar de la silla, nos conmocionó y justo de eso se trata GOT. Después de ver, la semana pasada, un montón de muertes presupuestadas y predecibles, bendita la hora en la que se pierde un personaje cuando nadie se lo esperaba.

El ataque también arrasó con la flota Targaryen, y los pocos sobrevivientes deben lanzarse al mar con la esperanza de alcanzar la costa a nado (Varys y Tyrion, campeones sorpresa de aguas abiertas). Grey Worm le pide a Missandei ocultarse bajo cubierta y, sin que sepamos cómo, tras el naufragio la amiga y mano derecha de Dany termina como prisionera de Cersei. Y ahí todos supimos que aquel sería su último episodio.

Cuando una amiga se va...

La conquista de Westeros está teniendo un alto costo emocional para Daenerys Targaryen. Sin haber atacado aún King’s Landing ya perdió a buena parte de sus ejércitos, dos de sus hijos dragones, a su eterno protector y a su mejor amiga. Súmenle a lo anterior que se enamoró del único hombre con más derecho que ella a reclamar el Trono de Hierro y se entenderá por qué la Reina Dragón está llegando al límite (como bien apunta en varias oportunidades Varys, quien saltó de la intrascendencia en los capítulos pasados a tener un peso casi crucial en lo que vendrá; hacía falta su intriga política).

Desde luego, Missandei no saldría con vida de King’s Landing y Cersei se dio un gustazo al ejecutarla frente a una impotente Dany y un desconsolado Grey Worm. La decapitación de la fiel asistente y consejera a manos de la Montaña nos remontó a las crueles ejecuciones, en las primeras temporadas, de queridos personajes como Ned Stark. Game of Thrones en su extremo más crudo, tal y como lo recordábamos.

Cersei, más hábil por ahora que todos en el juego de tronos, abrió las puertas del castillo al pueblo, con el fin de usar a miles de inocentes como escudos humanos. Dany quiere desatar el infierno sobre la capital, pero, quizá por última vez, escucha a Tyrion y Varys y cede a sus pedidos de un diálogo final con Cersei para evitar una masacre, quien, en respuesta, le cortó la cabeza a Missandei y dejó su cadáver caer desde lo alto de los muros. Uf...

Eso sí, hay que aplaudir la escena final de Missandei, quien se despidió de la serie como las grandes, aprovechando las últimas palabras concedidas (torpemente) por Cersei para decir una única palabra, una invitación directa a su reina y amiga para bañar en fuego a aquellos malditos: “Dracarys”.

Apuntes sueltos

- Cersei logró sacarnos un suspiro preocupado cuando sus arqueros esperaban la orden para acribillar a Tyrion. Estos dos merecen al menos una escena más juntos, con buen diálogo.

- Gendry es oficialmente un Baratheon (el último) y señor de Storm’s End, gracias a los buenos oficios de Dany. Linda recompensa para un humilde herrero que nunca aspiró a la grandeza. Una lástima que su escena más emotiva fuese para llevarse una decepción, pues su impulsiva y bien intencionada propuesta de matrimonio a Arya fue elegantemente rechazada por la superninja Stark. Ciao, Gendry.

- El corrientazo de Bronn perdonó a Tyrion y Jaime a cambio de que le otorguen Highgarden al final de la guerra. Toda una pérdida de glamour para la antigua casa de los Tyrell, como de seguro bien apuntaría Lady Olenna.

- Sam y Gilly le prometen a Jon Snow que si su futuro bebé es un varón, se llamará igual que él. ‘Espero sea una niña’, les contesta, en la frase más ingeniosa del episodio.

– Jon Snow es un ingrato: repartió besos y abrazos como por 10 minutos antes de irse de Winterfell, pero el infeliz no hizo por donde despedirse de Ghost, su mascota y amigo desde el primer capítulo de la serie. Nadie ha salvado a Jon de la muerte más veces que Ghost. Eso no se hace.

– Cersei le dice a Euron que el bebé que espera es de él. El tipo está tan contento que parece no reparar en que algo anda mal con las fechas, pues ni por enterado se dio cuando Tyrion gritó a los cuatro vientos que Cersei está embarazada.

- ¿Se terminó el rol de Bran? Sin ya el elemento mágico que venía con el Rey de la Noche y sus zombis, parece que el Cuervo de Tres Ojos no tiene mucho que hacer desde Winterfell, de cara al conflicto que se dará en el sur. Algo más debe tener la serie reservado para él.

– Y sí, este será el capítulo recordado por el infame y divertido vaso desechable de café que apareció un par de segundos frente a Daenerys. Y en Starbucks aplauden las ganancias del chasco.

Ausencias: Yara Greyjoy (quien recuperó las Islas de Hierro y ya debe estar al tanto de la muerte de su hermano Theon).

Muerte de la semana: Missandei y Rhaegal (no vimos su cadáver pero asumimos que sí murió, ¿cierto?). Dany se está quedando sin amor.

Lo que viene: Todo apunta a que la próxima semana se desarrollará la batalla de King´s Landing, con un presumible duelo entre la flota de Euron Greyjoy y Dany sobre Drogon. Por la cara de susto con la que el pirata cierra el avance revelado por HBO, esperaríamos lo peor para él.