Parkinson, drogas y golpes: nada detiene a Ozzy Osbourne

El ícono del heavy metal lanzará este viernes 21 de febrero ‘Ordinary Man’, un álbum en el que se imagina el final de su existencia y que le ayudó a sobrellevar todo el proceso que había experimentado en el último año, al que califica como el peor de toda su vida

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Bastón, sombrero de copa, anteojos redondos con lentes morado y capa. Ozzy Osbourne es tan genialque hacerse viejo solo le ha ayudado a verse más raro. El llamado príncipe de la oscuridad ya tiene 71 años, pero eso no lo ha detenido para seguir espantando.

El músico británico tiene planeado lanzar este 21 de febrero Ordinary Man, su más reciente disco como solista en los últimos 10 años, y luego de eso se montaría en un bus para continuar la gira No More Tours, haciendo referencia a su éxito No More Tears.

Ozzy tenía pensado visitar Estados Unidos en mayo, pero, como es costumbre, la vida tuvo otros planes.

El príncipe de la oscuridad informó en su sitio oficial que cancelaría todos sus conciertos en Norteamérica, esto mientras mejora su estado de salud.

Meses atrás debió posponer los conciertos en Estados Unidos tras sufrir una caída que lo obligó a someterse a una cirugía en la espalda. Sin embargo, hace unos días le confesó al público que tiene varios años viviendo con Parkinson. De pronto sus 71 años –muchos de ellos vividos de fiesta– le empezaron a pesar.

“He burlado la muerte tantas veces”, le dijo Ozzy recientemente al periódico Los Angeles Times. “Si mañana leyeras ‘Ozzy Osbourne no se despertó esta mañana’, no dirías ‘¡Oh Dios mío!”, sino, ‘Bueno, ya le tocaba’”, agregó, con el cínico sentido del humor que le caracteriza.

Eso sí, Osbourne se ha mantenido promocionando su nuevo disco, que dice, le salvó la vida. Habla también de sus miedos y de momentos en los que abusó de las drogas, decisiones que fueron parte de su realidad hasta hace siete años. "La vida ha sido muy aburrida desde entonces”, le dijo a la revista Rolling Stone).

Tampoco ha evitado hablar de que hace 50 años grabó con Black Sabbath el disco del mismo nombre que lo llevó a hacerse una de las figuras más respetadas por la comunidad metal.

Sin Black Sabbath no habría Ozzy, pero él demostró que por su propio mérito podría dejar huella en la música y así lo hizo. Sus discos solistas, su festival Ozzfest y hasta el reality show The Osbournes dejaron claro que al cantante le sobraba ingenio y personalidad para mantenerse a flote.

"Hay una frase en Ordinary Man donde digo ‘No quiero morir como un hombre común’ , que no creo que vaya a hacer”, afirmó Ozzy en un comunicado. Su historia habla por sí misma.

Nuevo disco

Ordinary Man, álbum número 12 que Ozzy publicará como solista, tiene un inminente sabor a despedida.

La revista Rolling Stone tuvo acceso a una sesión de escucha privada del disco, en donde tuvieron la oportunidad de oír un tema llamado Goodbye. En esta Ozzy canta: “Lo siento, lo siento, realmente intenté vivir la vida. Perdónenme por no decir adiós”. La canción termina con el artista preguntándose si en el cielo habrá té.

Ozzy también se cuestiona por qué sigue vivo en el tema que le da nombre al disco, una canción en la que asegura no haber estado preparado para la fama. Esas confesiones son acompañadas por un piano triste, interpretado nada menos que por Sir Elton John, una de las tantas figuras que participan de este álbum.

“Slash es un querido amigo mío, como lo es Elton”, declaró el cantante en un comunicado enviado por Sony Music.

“Cuando estaba escribiendo Ordinary Man me recordó a una vieja canción de Elton y le dije a Sharon: ‘Me pregunto si él cantaría en ella’. Le consultamos y he aquí, él estuvo de acuerdo, canta y toca el piano en la canción".

El tema Holy for Tonight también sorprendió a los periodistas, pues en ellos, Ozzy contempla abiertamente los momentos previos a su próxima muerte.

Con esas descripciones el álbum suena triste, pero eso no quiere decir que se alejó de la música que ha hecho normalmente.

El primer sencillo, Under the Graveyard, es como oír una nueva versión de War Pigs de Black Sabbath, en el sentido en el que la música es lenta, pero tiene esa aura de que todo está a punto de estallar (incluso el fraseo tiene parecidos).

El disco, según Ozzy, fue hecho muy rápido. Convocó en el estudio a Duff y a Chad Smith, de los Red Hot Chili Peppers, quienes se apuntaron a hacer “el disco más pesado que pudiéramos”, aseguró McKagan a Rolling Stone.

A la grabación también se sumó Tom Morello, quien toca en el tema Scary Little Green Men y Charlie Puth, quien toca piano en Straight to Hell.

El encargado de reunir todos estos talentos fue Andrew Watt, un productor de 29 años a quien Ozzy conoció colaborando con el rapero Post Malone.

La canción Take What You Want de Post Malone fue la primera colaboración entre ambos y, posiblemente, asuste a los fanáticos de los dos: a los roqueros que no oyen hip-hop y a los jóvenes que no crecieron oyendo solos de guitarra en las canciones pop.

El año fatal

Ozzy le reveló al programa Good Morning America que tenía Parkinson sentado al lado de su esposa Sharon Osbourne. Para Ozzy, el 2019 fue “el año más difícil y complicado” que había hasta ahora.

Su estado de salud despertó rumores de que estaba en su lecho de muerte, por lo que en otras entrevistas se dejó decir que había sido “un año de mierda”.

Ozzy ni siquiera compara este asunto a cuando lo echaron de Black Sabbath. En ese entonces tenía 30 años y energía; en el 2019, sentía que no tenía la fuerza para hacer un disco.

“Andrew fue quien me sacó toda esa energía y le estoy muy agradecido por eso”, le dijo Ozzy a la revista Louder.

“Este álbum fue un regalo de una fuerza mayor. Para mí es prueba de que nunca deberíamos rendirnos”, agregó.

Según le expresó el cantante a Los Angeles Times, fue diagnosticado con Parkinson desde el 2003, es decir, lo sabía desde la época en que él y sus hijos formaban parte del reality The Osbournes.

Es inevitable recordar a Ozzy temblando y tartamudeando en ese programa, algo que en ese momento se veía como el efecto de haber consumido drogas por mucho tiempo, pero que ahora toma sentido.

La mediación de Parkinson le ha ocasionado al artista problemas con su memoria a corto plazo (lo que podría complicarle dar conciertos) y así, su prioridad es viajar a Suiza en abril para recibir un tratamiento en el que duraría, mínimo, seis semanas.

50 años de Sabbath

Ozzy siempre ha querido distanciar su figura en el escenario de John Osbourne, el muchacho de Aston, Inglaterra, que no encontraba un espacio en el mundo.

"De niño le tenía miedo a todo y era una presa fácil para los que hacían bullying, así que cuando puedes agarrar licor, drogas o lo que rayos sea, sentía que, finalmente, había encontrado algo para mí”, confesó en una entrevista con A&E.

Bio estrenará en el verano estadounidense un documental que cuenta cómo el pequeño John se transformó en Ozzy. Lo que extraña es que no hayan hecho de esta historia una película, como ocurrió recientemente con Freddie Mercury y Elton John.

Hablamos de uno de los padrinos del heavy metal como se le conoce, un hombre que trabajó en un matadero, pues no era bueno en otras cosas, y que salió despedido de ese lugar cuando golpeó con un tubo a un compañero que se burlaba de él.

El altercado llevó a Ozzy a la cárcel, lugar al que regresó después de tratar otra fallida carrera como ladrón.

Desesperado, puso un anuncio en una tienda de música de su comunidad, lo que le permitió conocer al bajista Geezer Butler y al guitarrista Tony Iommi. Con ellos grabaría el álbum Black Sabbath, que este 13 de febrero cumplió 50 años de haber salido al mercado. (sí, 1970 fue hace medio siglo ya).

La banda lanzaría ese mismo año Paranoid, disco que los coronaría como los embajadores de un nuevo sonido y crearía toda una ola de bandas de metal británico.

La caída

En 1978, después de múltiples giras y cientos de anécdotas de Ozzy perdiendo el control, sus compañeros decidieron sacarlo del grupo.

El videoclip del sencillo Under the Graveyard muestra a un joven listo para tomar hasta morir en un hotel en California y eso, supuestamente, es lo que hizo el príncipe de la oscuridad durante tres meses tras ser echado de su banda.

Al final del video una mujer llega a acompañarlo mientras pasa la tormenta y el joven se reforma; el videoclip termina con una foto de la boda de Ozzy y Sharon Osbourne, quien a veces no recibe suficiente crédito por transformar a Ozzy en un ícono.

Durante los 80 se lanzó Blizzard of Ozz y cuatro álbumes más, todos llegando al estatus platino. El 20 de enero de 1982, Ozzy le arrancó la cabeza a un murciélago en un concierto en Des Moines, Iowa, y el metal nunca volvió a hacer lo mismo.

Ozzy empezó a abusar del alcohol y las drogas (mucho por competir con su amigo Lemmy Kilmister de Motörhead), comenzó a pelearse con Sharon, al mismo tiempo que su guitarrista murió en un accidente de avión… Y bueno, las caídas siguen.

La película que se podría hacer de todo esto es tan obvia que su esposa y familia ya la están planeando.

“No me pregunten nada. Mi familia está involucrada y le dije a mi esposa: ‘suerte con eso’. Para conseguir que mis tres hijos se pongan de acuerdo en algo hay que levantarse muy temprano en la mañana”, le dijo a Los Angeles Times.

“Nuestra historia es una de amor, solo pasa que él es un músico”, aseguró Sharon al mismo medio. “Trabajaremos en esa cinta callados, a nuestra manera. Será algo diferente a lo que todos se imaginan”, adelantó.

En el 2016 se supo que el cantante británico estaba teniendo un romance con la mujer que le cortaba el pelo y después de eso fue a terapia por adicción al sexo. Pero Sharon lo recibió de vuelta y ya suman 38 años juntos.

“Me encantaría ver si alguien escribe ‘y vivieron felices para siempre', porque sería una mentira. Pero también eso suena como una vida aburrida, eso de ‘felices para siempre”, afirmó Ozzy.