Hillsong hizo un vibrante debut en Costa Rica

Hillsong Young & Free y Hillsong United convocaron a miles de personas para un concierto bilingüe en el Centro de Eventos Pedregal.

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Manos en alto, voces al cielo y ojos cerrados. Con estos gestos miles de personas disfrutaron de las presentaciones de los grupos Hillsong United y Hillsong Young & Free en el Centro de Eventos Pedregal, el martes 21 de agosto por la noche.

Esta fue la primera visita al país de las dos bandas fundadas en la iglesia Hillsong de Australia, y que han recorrido el mundo con sus canciones. Hillsong United inició en 1998 y dos décadas después, es el grupo de música cristiana para jóvenes más importante en el mundo.

Si se escucha las notas de sus instrumentos, bien podría creerse que se está en frente de un grupo como Coldplay, que mezcla el pop, el rock y la música electrónica para hacer pop bailable.

Pero si se escucha con atención, se sabe que el contenido del grupo está dirigido a la adoración y que cada acorde y nota es “para poner el nombre de Jesús en alto”, como lo repitieron los miembros de ambos grupos.

Dos pasarelas salían del escenario para asegurar que los vocalistas pudieran acercarse al público durante las tres horas de concierto. La asistencia se pudo estimar entre las 7.000 y 8.000 personas.

Más que un concierto

Han pasado ya más de 20 años desde que Hillsong United empezó a hacer música, por lo que –puede uno imaginarse– surgió la necesidad de hacer un grupo que apelara a los más jóvenes y con un sonido más cercano a lo que suena en los grandes festivales musicales.

De allí nació Hillsong Young & Free, grupo que a las 7:40 p. m. salió al escenario para arrebatarle gritos de emoción a la audiencia presente.

El grupo tiene un sonido más apoyado en los sonidos de EDM, la música electrónica que producen nombres como Calvin Harris y eso se sintió desde el inicio del concierto, con Let Go y Wake.

Una serie de pantallas gigantes de led acompañaban a los músicos en escena. Estas permitían que el público ubicado al fondo del recinto pudiera observar a los intérpretes y también seguir las canciones, puesto que había subtítulos en inglés y español de lo que se estaba cantando.

Ese carácter bilingüe del concierto se sintió desde Wake una de las muchas canciones que Hillsong tradujo para popularizar en Latinoamérica. Junto a Renee Sieff, miles de jóvenes cantaban “Tú vives en mí / vives en mí / soy tuyo para siempre”.

Los vocalistas rotaban. Alexander Pappas se encargó de cantar con su guitarra Love Won’t Let Me Down en español; mientras que Melody Wagner cantó Every Little Thing, todas igual de coreadas por el público.

“Estamos muy agradecidos de que estén aquí está noche. ¿Quién vino a alabar a Jesús?”, preguntó Aodhan King al público. “Esto no es un concierto, vinimos para poner en alto el nombre de Jesús. ¿Están listos? ¡Alcen sus manos!" dijo, mientras empezaba una plegaria.

El clímax de la presentación de Young and Free fue el tema Sinking Deep, liderado por King pero acompañado por casi todos los asistentes.

A las 8:50 p. m. ellos salieron de escena no sin antes recordarle a la audiencia que había camisetas y otra mercadería del grupo a la venta.

Luego, por 20 minutos, un predicador se dirigió hacia la audiencia para recordarle que más que un concierto, esto era una reunión de adoración para ser celebrada no por fanáticos de la música, sino por una familia.

Unidos

A las 9:10 p. m. entraron a escena los miembros de Hillsong United, cantando el tema Wonder. Ese es también el nombre del disco que promocionan, el quinto álbum en su carrera.

Jonathon Douglas, conocido como JD, se encargó de cantar una versión en español de Go, además de One Way y luego pasar a Take It All Away, tema en el que abandonó el micrófono y dejó que el público emocionado se encargara de interpretar los versos.

Luego llegó el turno de Taya Smith, quien cantó Not Today y Hossanna. Ella aprovechó las pasarelas para dejar que el público la viera de cerca, pero aunque ella estuviera escondida en el fondo su poderosa voz haría que todos los ojos estuvieran sobre ella.

“Costa Rica, ¡pura vida!”, exclamó Joel Houston a la audiencia. “¡Hagan bulla! Nos encanta estar aquí, significa mucho para nosotros que hayan venido aquí. Vamos a orar un momento. Gracias Dios porque te preocupas por todas las personas que están aquí…”, comenzó el vocalista.

La oración dio pie para interpretar El eco de su voz, un tema completamente en español. Junto con las versiones en español de Fire Fall Down y de So Will I, quedó claro que el público la estaba pasando muy bien repasando esas canciones que de seguro antes solo había podido escuchar en sus casas.

El concierto fue la excusa para reunirse a disfrutar juntos momentos de adoración. Hubo otra prédica de unos 10 minutos dirigida a las familias y a estudiar otro salmo, esta vez acompañada del sonido de una guitarra.

Los músicos volvieron a escena e interpretaron No Other Name, acompañados de un coro de miles de personas. Se sentía como un encuentro que debía haber ocurrido hacía mucho tiempo, pero que llegaba en el momento justo, una noche fresca y sin lluvia en pleno agosto.

Los momentos memorables continuaron: se interpretaron Beautiful Name (versión en español); la esperada Oceans, en la poderosa e inspiradora voz de Taya; y temas como With Everything, This is Living y el gran cierre con Alive.

Hillsong United se llevó una calurosa bienvenida en su primer concierto en el país y el público, por supuesto, se quedó queriendo más. No cabe duda de que el próximo encuentro, de haberlo, será aún más familiar.