Crítica de música: Max Esquivel, un lujo de jazz

El compositor costarricense Max Esquivel cumplió su cometido de poner la barra alta en el Teatro Nacional.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Una idea puede ser considerada pretenciosa cuando no se tienen los adeptos o no se hace el esfuerzo suficiente para asegurarse de concretarla. Por el contrario, la propuesta es ambiciosa cuando se ofrece todo lo necesario para poner la barra alta y superar el intento con creces.

La propuesta del bajista Max Esquivel quizá fue arriesgada, al atreverse a llevar su música original al Teatro Nacional. No para tocar en el foyer, sino en la sala principal.

El riesgo radicaba en el hecho de que su nombre quizá no es de dominio público, mientras que su obra evidentemente no le apuesta a una audiencia masiva. Sin importar lo primero y menos lo segundo, su presentación Jazz Deluxe no le hizo espacio a las dudas, al conseguir una importante asistencia y al dejar plasmada en el escenario el talento compositivo así como la excelencia interpretativa de él y sus invitados internacionales. Su apuesta fue ambiciosa y bien lograda.

Desde el primer tema, The Cold, Hard Maths, se estableció un punto de partido cargado por la intensidad y el orden musical. El bajo eléctrico tuvo su primer solo pronto, mientras que, desde ese momento, se alineó con la batería en una dupla que se haría inseparable por el resto del recital.

El israelí Daniel Dor presentó artilugios de ahí en adelante, sin por ello robarse el show. Su presencia en el libreto fue quizá la más llamativa, al demostrar su don para los matices y el control anímico de cada obra. A lo largo del concierto también tuvo reiterados solos para brillar y lucirse inclusive con detalles en los platillos.

Más adelante, el tema Tulpen se ofreció como una balada suave que refrescaba el repertorio y agregaba versatilidad al itinerario, si bien, en conjunto, las obras también dejaron ver que Esquivel cuenta con un norte marcado como compositor.

Dentro del itinerario sorprendió La Via Appia, altamente emocionante y con espacios atinados para que saltaran al frente el bajo y el saxofón del virtuoso y veloz Chad Lefkowitz-Brown. Rescato también Perfectly Beautiful Trouble, de gran complejidad rítmica, así como 28 de octubre, con una atractiva introducción del pianista/tecladista Gabrio Chakarji y pasajes con dosis de sensualidad, a cargo del resto de la banda.

Por su parte, la vocalista croata Thana Alexa dejó la impresión de tener su sello único en medio del mar de cantantes femeninas que hay dentro del jazz. A su capacidad de improvisación se le suma su posibilidad de vocalizar con diferentes sonidos, siempre peculiares. Además, su uso de los loops le permite ensamblar armonizaciones con tremenda imaginativa.

Quizá el lunar de la alineación quedó con el cuarteto Vitali, opacado con facilidad por el resto de la banda. Se sintió que su presencia estaba de más, su rol aportaba poco y los arreglos eran poco interesantes. Sumado a esto, hubo reiteradas y evidentes fallas en varias entradas.

Por último, en cuanto a la guitarra del canadiense Jordan Peters, fue interesante verla ocupar un espacio secundario en gran parte del concierto, para luego oírle su sonido original más hacia el final, un poco dentro del rock, pero acatando las escalas apropiadas.

Al final, el sabor de boca que deja el concierto es más que grato. A la vez, genera ilusión el éxito con el que un artista pueda apostar por lo propio en un espacio privilegiado y, no solo salirse con la suya, sino también justificar porqué hace sentido que su espectáculo se titule Jazz Deluxe.

Ficha técnica

Artista: Max Esquivel e invitados

Lugar: Teatro Nacional

Fecha: 27 de octubre