Crítica de música: Ed Sheeran, asombroso y puro

Una oferta musical honesta dentro del ámbito estrictamente comercial

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Ed Sheeran tiene 26 años; una edad con la que todavía podría decirse que es una joven promesa.

Su talento, sin embargo, alcanza para calificarlo como joven leyenda.

El nivel de su espectáculo unipersonal sobrepasa la calidad de otros artistas "del momento" que, en directo, requieren de maquillajes musicales, de artilugios cuasimágicos y de una gran cantidad de personal complementario para compensar falencias interpretativas.

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Al perfil individual de Sheeran, en cambio, podría calzarle el típico slogan de un bazar: "de todo y más".

Un alto porcentaje de su show está fundamentado en pedales de loops, con los que él mismo logra hacerse cargo de la percusión, varias capas de guitarras, hasta cuatro coros y una voz principal.

No hay trampa alguna en echar mano de la tecnología de estos implementos, pues de todas formas hay un gran mérito en su uso funcional cuando el resultado final es tan limpio y se sustenta en un excelente sonido.

La repetición de los mismos recursos de manera inagotable puede generar una sensación de monotonía. Esto, sin embargo, podría ser también un pecado de quienes no estén apropiados del repertorio y por eso se encuentren desubicados en él.

La fórmula del artista inglés incluye tanto melodías pegajosas, un poco de folk alegre, otra poca de melancolía, así como bloques de intenso rap. Al orbitar entre estos mundos se abren múltiples puertas sonoras.

A raíz de esto es indispensable acotar que la diversidad de público que convocan sus conciertos es un reflejo del gran alcance y la variedad de sus composiciones.

Sus obras calzan bien para musicalizar una tierna película de Disney, para calentar un trepidante concierto de Eminem, para amenizar en un pub, para levantarse motivado por la mañana o para cerrar una fiesta nocturna.

Una vez hecho el recuento anterior es necesario recordar que, evocando cualquiera de estos escenarios, el músico es capaz de interpretar dichas canciones sin la necesidad de estar acompañado por una banda. Él lo hace todo y se da el lujo de hacerlo con un grado cercano a la perfección.

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Su omnipresencia sonora en el escenario es sorprendente, pero a la vez Ed Sheeran podría ser el "compa" que lleva la guitarra a la playa, la saca durante la fogata y provoca que nadie quiere que se acabe la velada.

El músico, sin tener que recurrir demasiado a las palabras, proyecta una imagen cargada de humildad y de pureza artística. (Sí; esto puede estar presente también en la música comercial.)

Quien no sepa del éxito de su discografía podría suponer que Sheeran es un artista emergente, que no está consciente de su poder artístico, que todavía no se la cree.

En la audiencia también habrá quienes no se la crean, pero no por desconfianza, sino por plena admiración.

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EL CONCIERTO

Artista: Ed Sheeran

Fecha: 6 de junio

Lugar: Parque Viva

Producción: Move Concerts