'Hacer y Deshacer': El 'lettering' se convierte en pasión y negocio en Costa Rica

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Mientras maneja no puede evitar hacer un escaneo de cada rótulo que se encuentra en la calle. "Este se podría rediseñar, este también se podría rediseñar, este no tanto, este sí", se dice. Encuentra oportunidad de negocio en cada cosa que la rodea, y aunque el ejercicio que hace al conducir no la lleva a cerrar contratos directamente, para Paula Díaz es imposible dejar de analizar todo lo que está a su alrededor desde el diseño, base de sus operaciones desde hace unos 15 años.

Diseñar logos, crear la línea gráfica para una marca, pintar murales y personalizar libretas y separadores de libros son algunos de los servicios que genera gracias a su creatividad y a su buen trazo, pues desde hace algunos años se dedica a crear piezas bajo el lettering y la caligrafía, un movimiento que está en tendencia dentro y fuera del país.

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¿Qué es lettering?

El lettering es dibujar o ilustrar las letras y a través de ellas podés contar una historia, además del mensaje que ya tiene la palabra. La caligrafía es lo que todos hacemos desde que aprendemos a escribir, y el resultado depende estrictamente de la herramienta que utilicemos, no es lo mismo escribir con un lápiz, un lapicero o una pluma de casquillo.

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Con el lettering y algunas otras técnicas Paula Díaz, de 36 años de edad, se dedica a diseñar e ilustrar de manera independiente. Luego de pasar por importantes agencias de publicidad y empresas de comunicación en el país, y tras haber experimentado con un primer proyecto personal (llamado Amigo Félix) hace 10 años, hoy está fortaleciendo su nueva marca: TIPOteca Costa Rica.

¿Qué es TIPOteca Costa Rica?

Es como una biblioteca de letras y papel.

Antes tenía una marca de papelería que se llamaba Amigo Félix, pero la maté, porque tenía más de 10 años. La amaba por sobretodas las cosas. Amigo Félix es una canción de Enrique y Ana, canción que me cantaba mi papá cuando yo estaba chiquitita, le tenía un gran cariño, pero decidí evolucionarla (la marca), porque quería hacerla más fuerte y más formal. Hacía libretas, sketchbooks, álbumes... ahora hago eso mismo, pero le integré todo esto del lettering y la caligrafía. Es el reflejo de mi madurez como diseñadora. Y aunque no estudié diseño de productos, sí me encanta todo este proceso de crear productos tangibles y no solo diseños que se quedan en una computadora. Me encanta sentir el papel, crear algo a partir de una hoja de papel bond, un material super simple y al que todos tenemos acceso, podemos crear desde una libreta, hasta una rana de origami, o escribir cosas que pueden ser trascendentales. Es increíble.

¿De dónde viene la inspiración para que esa hoja de papel bond resulte en algo increíble?

Yo no dejo de pensar, de repente veo algo que me inspira, una palabra, una canción, siempre estoy escuchando música y escucho una frase que me gusta y de ahí salen cosas.

¿Qué la ha inspirado últimamente?

Ahorita estoy de fiebre con las plumas de casquillos, para hacer caligrafía más a mano. Entonces estoy practicando el nombre de mi marca en papel, estoy con la fiebre de la marca también.

¿Y bajo TIPOteca Costa Rica qué productos ofrece?

Tengo bastantes productos, yo no limito la marca. Cada vez que puedo invento algo nuevo que pueda entrar bajo ese concepto de letras y papelería. Libretas engrapadas, con resorte, sketchbooks, que son estos cuadernos para dibujar, tarjetas, invitaciones, todo lo que tenga que ver con papel, afiches, cuadros con algún mensaje a mano.

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¿Cómo aprendió a hacer todos estos artículos?

Me encanta estar en cursos y en talleres de lo que sea. Trato de estar activa en ese sentido, porque me gusta mucho aprender. Soy muy inquieta, me aburro de lo que ya sé, entonces quiero cambiarlo, o hacer algo nuevo. He llevado cursos de encuadernación, lettering y caligrafía.

También había llevado un curso de cerámica, de papel hecho a mano… Siento que estoy en un momento en el que estoy combinando todo lo que aprendí en determinado momento, por más pequeño que sea. Todo lo que uno aprende en algún momento lo utiliza.

¿Y dónde aprendió a hacer lettering y caligrafía o naturalmente todos los diseñadores saben hacerlo?

En Costa Rica no hay nada formal, hasta ahora es que esto se está dando a conocer más. En la universidad yo llevé más tipografía que lettering y caligrafía, pero sí tuve un gran maestro y todas las cosas que me enseñó todavía las aplico. También ha sido aprender con mucha práctica, tratando de tener una constancia diaria y de experimentar con varios materiales, porque no me gusta quedarme con una técnica.

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Además de hacer todo lo que tiene que ver con papelería, los años de estudio y práctica le han permitido a esta diseñadora gráfica graduada de la UCR pintar murales en sitios al aire libre, como el que hizo para la cafetería Barrio, ubicada en Barrio Escalante, o el que trabajó para Little Monsters (Sabana Sur), el preescolar donde estudia su hija de dos años, Amalia. Pero también a crear joyería con sus diseños, como un mapa de Costa Rica que hace en acrílico y que fue la sensación en el pasado Festival Internacional de Diseño (FID7), escenario que le sirvió para presentar de manera oficial su trabajo en TIPOteca Costa Rica.

Compartir conocimiento

TIPOteca Costa Rica es el negocio en el que Paula comercializa un mundo lleno de detalles hechos a mano, pero es también un espacio para compartir conocimiento: desde hace tres años ofrece talleres en distintos lugares y para distintos públicos sobre lettering y caligrafía.

"Empecé por una petición de una agencia de publicidad que vio mi trabajo en redes sociales, de hecho amo las redes sociales porque son una fuente de trabajo para mí. La agencia me pidió ir a dar un taller, y yo, aunque no soy maestra, en el último trabajo que tuve aprendí a enseñar", explica.

De esa manera empezó a dar un taller introductorio al lettering y la caligrafía. Y conforme fue pasando el tiempo incluyó otras opciones: el nivel 2 de lettering y caligrafía, lettering en pizarra, lettering y caligrafía con acualera y otro de composición. Por ahora, el introductorio es el que tiene más demanda.

"Le doy el taller no solo a diseñadores o a personas que tengan que ver con el mundo del diseño. Han llegado doctores, psicólogos, de todo. Yo creo que ya le he dado el taller introductorio como a 500 personas y eso realmente me hace feliz", cuenta Paula.

Los cursos cuestan entre ¢25.000 y ¢35.000, tienen una duración de tres horas y los ofrece en San Pedro, en el taller que tiene en casa, o en Combai Mercado Urbano (Escazú). También ofrece el servicio personalizado para grupos de mínimo cinco personas.

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Más movimiento

Además del trabajo de Paula Díaz, en Costa Rica el movimiento de lo hecho a mano, de ilustrar letras y generar mensajes chivas solo porque sí, o como branding para una marca está en crecimiento y existen otros proyectos igual de exitosos, basados en el diseño, pero con estilos distintos, como por ejemplo Crema y Naranja y Cotidiano.

Crema y Naranja es un estudio de diseño e imagen a cargo de Laura Vásquez; Cotidiano es el proyecto de Daniela Alpízar y está basado en ilustración y diseño utilitario.

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Crema y Naranja

Hace 10 años, mientras trabajaba como diseñadora en un periódico, Laura Vásquez empezó a darle forma a su proyecto personal. En un principio se dedicaba a crear invitaciones de boda, pero con el tiempo evolucionó a un estudio de diseño, que hoy representa su pasión y su fuente principal de ingresos.

"Crema y Naranja es un estudio de diseño integral, tiene cuatro principales ramas: ofrecer talleres (de caligrafía, acuarela...); la papelería para eventos, que está enfocada en conceptualizar y no en hacer papelería genérica; branding; y organización de eventos. Es diverso, pero todas las ramas tienen el común denominador que es el diseño", explica Laura.

Trabajar en lo que más le gusta y para lo que más se ha preparado es viable porque considera que en Costa Rica, y por una tendencia internacional, se está generando "una revalorización de las artes".

"Hay que aprovechar la tendencia, aunque no sé cuánto va a durar, esa es la pregunta del millón, y sobretodo en nuestro país, que es tan pequeño y donde todo se agota", confiesa Laura, quien también reconoce que la parte administrativa ha sido la más complicada desde que decidió dedicarse únicamente a Crema y Naranja.

"Yo ahora puedo decir que vivo de Crema y Naranja, todavía estamos en ese proceso. Pero lo más difícil son los trámites, vos podés tener toda la fuerza para crear algo, pero los trámites en este país… trámites con el contador, que tenés que tener un patrono...", explica.

Para no morir en el intento ha buscado asesoría, cursos para emprendedores y procura organizar sus tareas para que la semana sea provechosa. Los lunes se dedica a responder correos y atender a proveedores, los martes empieza a organizar los encargos o talleres que tiene y los fines de semana, o da los cursos o se dedica a practicar, especialmente lettering.

"El lettering es de mucha práctica. Y como ahora todo se hace a través de computadoras al principio cuesta acomodar el movimiento de la mano, eso le pasa a muchos que vienen por primera vez al taller que doy", cuenta.

Entre sus talleres está, además de los de lettering, uno de producciones mágicas, en el cual enseña cómo con elementos naturales y cotidianos se puede organizar una mesa hermosa para algún evento o para tomar fotos de algún producto que se quiera promover a través de redes sociales.

"Si las personas ven que las cosas están hechas a mano les genera mucha emoción, y más si lo pueden hacer ellas mismas", afirma.

Cotidiano

Desde que Daniela terminó la carrera de Artes Plásticas decidió buscarse sus propias oportunidades laborales. Llegó a trabajar como empleada en un par de empresas, pero ha sido más feliz fuera de ellas, muy a pesar de todo lo que representa emprender en este país.

Su inclinación hacia el diseño funcional y facilidad para mezclar manualidades con conocimientos más técnicos le permitieron ir creando productos para vender en ferias y tiendas. Empezó haciendo las típicas jarras con mensajes, pasó por textiles y todo tipo de papelería como tarjetas postales.

Con esa experiencia creó hace tres años Cotidiano, un proyecto en el que las tazas ya no son su prioridad.

"El producto estrella ahora mismo es el diseño de murales. Todavía mantengo las jarras y la papelería en tiendas de diseño, pero descubrí una dosis de adrenalina inigualable al pintar paredes, y estar al aire libre, porque estar frente a la compu es muy frustante. Le estoy dando prioridad a los murales y a los minimurales en pizarras", explica Daniela Alpízar, de 28 años.

Trabajar en formato grande y mediano es su prioridad ahora, la cual combina con la creación de logos para marcas o productos. Ella, por ejemplo, es la creadora de los logos de todos los sabores de los helados de Los Paleteros.

"A los muchachos de Los Paleteros los conocí en una feria en diciembre del 2015 y en febrero del año pasado me escribieron por Instagram, me dijeron que estaban buscando a alguien que estuviera trabajando en caligrafía. Yo en ese momento había empezado a travesear mis folletos de la U y publicaba bocetos en Instagram. Empezamos con cinco sabores y conforme inventan nuevos, ahí voy yo detrás haciendo los logos", cuenta Daniela.

Además, ya trabajó en el primer mural de Los Paleteros, en el cual, con trazos precisos, creó un diseño basado en lettering y caligrafía.

"Soy sumamente afortunada porque me dan mucha libertad creativa. Sí hay ciertos lineamientos, como que todo iba a ser en blanco, las paredes iban a ser negras, le íbamos a dar prioridad a la forma y al contenido textual y no hacer alboroto con colores", relata sobre su mural para Los Paleteros y otro que hizo para Pizzoteca.

Para poder vivir de un negocio propio al principio Daniela contó con el apoyo de sus padres, más tarde encontró a José Meléndez, un socio inversionista que le permite moverse con más facilidad en el mundo de las pequeñas y medianas empresas. Eso y mucha capacitación en temas administrativos han sido clave para vivir del arte.

"En la U a mí me dieron una formación súmamente artística, es Artes Plásticas con énfasis en Diseño Gráfico, desde el título te lo recalcan, pero no solo podemos vivir del arte, necesitamos remuneración y no estamos preparados para salir al mercado. Al empezar a gestionar y decidir 'por dónde empiezo', 'a quién llamo', 'cuáles son los mejores proveedores'... te das cuenta de que necesitas bases en administración, mercadeo y contabilidad", afirma Alpízar. Llegó a pensar que debía regresar a la universidad a sacar alguna de estas carreras, pero ha encontrado cursos y talleres del Ministerio de Cultura y Procomer que la han guiado en su travesía.

Mientras tanto se dedica a practicar nuevas técnicas y herramientas con su puño y letra. Hace unos días, cuando visitamos a Daniela para esta entrevista, estaba estrenando un libro para aprender a hacer lettering en pizarra y la primera práctica no tenía pinta, para nada, de ser la primera.

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Contacto

Paula Díaz (TIPOteca Costa Rica): Facebook, Instagram.

Laura Vázquez (Crema y Naranja): Facebook, Instagram.

Daniela Alpízar (Cotidiano CR): Facebook, Instagram.