Sobre un escenario, la seguridad que expresa la cantante tica Sharon Abarca es contagiante. Su voz y su talento la han llevado a ser una de las intérpretes más cotizadas en el país; sin embargo, desde hace mucho, la artista libra una lucha interna consigo misma, una lucha de la cual ha salido avante.

La intérprete de 28 años, vecina de Grecia y diseñadora publicitaria, aprovechó sus redes sociales para contarle al mundo que hizo ‘las paces con su cuerpo’ y que se siente plena y feliz después de haber sufrido depresión, ataques de ansiedad y hasta soledad. Abarca encontró en el ejercicio, el buen comer y la meditación; sus espacios para crecer más como ser humano y, además, darle a su físico el valor que se merece.

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Desde hace varios meses la cantante tomó la decisión de hacer cambios en su vida, pero el proceso no ha sido fácil. Una situación muy personal fue el detonante que llevó a Sharon a modificar sus costumbres.

“Estuve a punto de casarme con alguien, estuve a pocos meses de casarme con mi novio; pero las cosas no pasaron como hubiera querido”, contó.

“Además de esa situación, yo también estaba viviendo un proceso de búsqueda interna porque no me sentía bien conmigo misma, en muchas áreas de mi vida. La ruptura no fue un pretexto para el cambio, pero fue la gota que derramó el vaso, ya que me di cuenta de que necesitaba sanar yo antes de decidir compartir mi vida con alguien más”, recordó la artista.

Sharon insistió en que se sentía frustrada en diferentes aspectos, no solo en la parte física, pero que confesó que cuando se veía frente a un espejo no se sentía bien.

“Siempre he sido una persona de buscar soluciones. Sí, lloré todo lo que tenía que llorar, pero no me iba a quedar estancada. He experimentado la depresión y sé que no quiero volver a ahí, entonces tenía que tomar decisiones y hacer cambios para mí”, agregó.

Paso a paso

Un día Sharon le comentó a su mejor amiga que quería hacer actividad física, pero que no sabía cómo hacerlo porque nunca había conectado con algún deporte. La recomendación de su amiga fue que tomara un tiempo al día para salir a caminar, escuchando música movida y alegre.

Sharon hizo caso a la recomendación, pero aún faltaba más por hacer. A la vida de la artista llegó un amigo doctor, especialista en control de peso. Él le ha dado a Sharon varios consejos para que mejore su alimentación y, principalmente, para que reconozca la diferencia entre hambre y antojos por ansiedad.

“Mi amigo me ayudó a darme cuenta de que cuando hay una pérdida de peso lo importante es cómo te sentís, porque es el cuerpo el que necesita vivir en paz. Mi cuerpo tenía triglicéridos, el colesterol alto, estaba de mal humor, cansado y adolorido”, explicó Abarca.

“Cuando empecé a caminar lo hice sin ninguna presión, lo hice libre. Con la comida ha pasado igual porque antes tuve muchos problemas con dietas porque me frustraba, me obsesionaba y después venían los atracones. Ahora que me desligué de toda la idea de perder peso por obligación, y lo estoy haciendo por sentirme bien, mi cuerpo empezó a actuar por si solo, empezó a curarse de adentro hacia afuera”, dijo.

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Sharon, quien ahora ya no solo camina sino que corre, combina la actividad física con la buena alimentación y espacios para meditar. En su rutina diaria no pueden faltar los momentos para ella misma, se despeja ciertos lapsos del día de la computadora y se dedica unos minutos para pensar en ella, para preguntarse cómo se siente.

“Hice las paces conmigo misma. Ha sido lindo porque este cambio no lo hice por nadie más, ni por la presión de nadie, lo hice por mí y para mí”, expresó.

Sharon recordó que cuando fue participante Tu cara me suena, el año pasado, recibió muchas críticas de un sector del público por su peso, algo que la afectó mucho personalmente.

“Fue algo muy fuerte porque además estaba pasando un momento muy duro. En ese momento lo que hice fue sumirme en mi episodio y no hacerle caso a los comentarios. Ahora que empecé con el cambio lo hice por mí, no porque nadie me dijera algo”, agregó.

En este proceso físico Sharon ha perdido 12 kilos de peso en cuatro meses, pero lo más importante para ella es que durante todo el camino ha ganado en seguridad, confianza y amor propio.

“Me siento muy feliz, cuando me veo en el espejo veo un estuche, pero lo más importante es que el cambio ha venido de adentro hacia afuera y eso es algo que no refleja el espejo. Soy una persona normal que ha llevado un proceso y que trató de hacer un cambio en su vida para sentirse mejor”, expresó.

En aspectos de salud también ha mejorado mucho. Abarca comentó que antes tenía tendencia a la presión alta y que actualmente se le ha regulado; los exámenes de sangre han reflejado una mejoría notable ya que no presenta triglicéridos ni colesterol malo y el bueno ha subido.

“De todo, lo que más agradezco es haberme despedido de los ataques de ansiedad y de la depresión, también de los medicamentos. Todo esto me ha ayudado a construirme como una nueva persona”, finalizó.