Príncipes Jorge y Carlota serán pajecito y dama de honor en boda de Enrique y Meghan Markle

Palacio de Kensington oficializa las últimas informaciones del enlace pero guarda silencio sobre ausencia del padre de la exactriz.

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Londres. El príncipe Jorge y la princesa Carlota tendrán papeles prominentes en la boda real este sábado 19 de mayo.

El Palacio de Kensington confimó este miércoles que Jorge, de 4 años, será un pajecito y Carlota, de 3, una dama de honor, en la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle.

Los príncipes son los hijos mayores del príncipe Guillermo –el hermano de Enrique– y su esposa Catalina. El tercer hijo de la pareja, el príncipe Luis, quien nació el mes pasado, no asistirá al pomposo enlace.

El palacio detalló que en total habrá seis damas de honor de entre 2 y 7 años, y cuatro pajecitos de 4 a 7.

Guillermo será el padrino de bodas. Markle ha decidido no tener una madrina para la ceremonia en la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor.

En el informe de Kensington de este miércoles se omitieron los reportes de la prensa estadounidense de este martes que el padre de Meghan, Thomas Markle, no asistirá a la boda por problemas de salud.

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La oficina de prensa del príncipe Enrique afirmó que no hará declaraciones más allá de un comunicado emitido hace dos días en el que se pidió “comprensión y respeto” para el padre de Markle.

Thomas, de 73 años, es un retirado director de fotografía de Hollywood que vive en México y está divorciado de la madre de Markle. Él contó al cibersitio de farándula TMZ que debía someterse a un procedimiento para tratar arterias coronarias bloqueadas, incluyendo un stent.

Con un tratamiento de este tipo normalmente se descartaría hacer un viaje largo a Inglaterra inmediatamente después.

Thomas Markle tenía programado pasar unos días antes de la boda en Gran Bretaña para conocer a la reina Isabel II y otros miembros de la familia real. Todavía aparece agendado para caminar con su hija hasta el altar el sábado en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor.

El palacio no ha anunciado un plan alternativo para el papel de Thomas Markle. Se espera que haga un anuncio oficial si se confirma que no viajará a Gran Bretaña para la boda.

La madre de Meghan Markle, Doria Ragland, sí visitaría a la reina esta semana antes de las nupcias. También subirá con su hija a la capilla la mañana de la ceremonia.

Euforia al tope

Algunos parientes lejanos de Meghan Markle han llegado a Gran Bretaña aunque no fueron invitados.

Por su parte, admiradores devotos de Enrique y Markle ya se están congregando en puntos con vista privilegiada afuera de los imponentes muros del Castillo de Windsor.

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Unos pocos portaban carteles con buenos deseos para la pareja, y otros banderas estadounidenses en honor a las raíces de Markle.

Oficiales de Windsor han advertido al público que se esperan grandes multitudes en la ciudad el sábado. Muchas calles serán cerradas y se implementarán procesos de seguridad adicionales.

A la sombra de la fortaleza, la espectadora Bianca Louzado eligió un pañuelo violeta con las fotos del príncipe Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, y dos gorras de béisbol con motivos monárquicos.

“íSomos grandes fans!”, comentó esta mujer india mientras le daba una de las gorras a su hijo de 10 años.

Louzado vino desde Mumbai con su familia para ver la boda del príncipe con la actriz estadounidense el sábado, y se acercó al castillo para comprar algunos recuerdos.

“Mis padres vinieron a la boda de Carlos y Diana en 1981, yo tenía sólo dos años, y desde entonces los seguimos (a la familia real)”, aseveró su marido Alan.

Enrique es uno de los miembros más populares de la familia real. Sus deslices de juventud, y la pérdida trágica de su madre Diana llegaron al corazón de mucha gente.

“Creo que Enrique necesita un poco de suerte en la vida”, estimó Matty De Bruyn, una sudafricana de 68 años, de Ciudad del Cabo.

De Bruyn se acercó a Windsor para ver el ambiente previo, pero no vendrá el día de la boda. “Creo que será un manicomio”.

Windsor es una atracción turística todo el año, y mucha gente había planeado visitarla mucho antes de que se anunciara la boda. Los turistas de Londres también pretenden celebrar el enlace.

Eric Márquez, de 40 años, de Ohio (este de Estados Unidos), es uno de los pasajeros de un autobús turístico que ofrece tomar el té mientras pasa por lugares emblemáticos de la monarquía británica como la casa de Enrique en el palacio de Kensington.

“Desde que tenía 11 años soy esa clase de muchacho estadounidense superfascinado por la realeza”, narró Márquez.

De la misma manera en el Reino Unido hay locura por el matrimonio real, el más reciente de la monarquía en siete años.

Souvenirs de todo tipo, gastronomía, decoraciones con los rostros de la pareja y hasta condones alusivos a la ocasión, son parte de los artículos que abarrotan escaparates y sitios públicos de ese país.