Sin llegar a ser obra maestra, la nueva película de Disney y Pixar ha sido lanzada por la ruta de las plataformas caseras. Se titula Soul (2020) y hay que reconocerle su magnífica elaboración visual, su elegante ruptura con los estilos tradicionales del cine animado y su seductora atmósfera en pos de lo narrativo.
Los responsables son los directores Pete Docter y Kemp Powers, quienes han ido más allá de la imaginación común. Ellos también son guionistas con Mike Jones. El tema no es fácil de ser tratado y menos en estos tiempos.
La narración (si se quiere tradicional) acude a circunstancias no tan simples, como son la relación entre la vida y la muerte, la de del alma con el cuerpo, la de la Tierra con otros universos metafísicos y entre la nada y el ser.
Uno, como espectador, pronto se dará cuenta que la moraleja de la fábula nos conduce hacia el valor de la existencia y hacia la discutible tesis de que la vida vale la pena ser vivida por encima de cualquier barrera o de cualquier complejidad.
Por más creativo que sea con su muestra visual, es muy simple su relato o argumento con personajes que mueren o están por morir y con personajes que aún no están preparados para vivir en la Tierra.
Los acontecimientos tienen que ver con “un gran antes” y con “un gran después”: extraño mundo.
LEA MÁS: Pixar anunció ‘Luca', su nueva joya animada
Con el suficiente cuidado de no tocar asuntos religiosos desde una sola visión, el filme no deja de serlo al mencionar la separación del cuerpo y el alma en sus personajes, con sus distintas evoluciones. Lo cierto es que recarga tintas con este asunto, al punto que la narración gira en demasía sobre dicho argumento.
Como decía Stephen Hawking de la filosofía, igual podemos decir de este filme animado, o sea, que no se ha mantenido al corriente de los desarrollos modernos de la ciencia, en particular de la física”. Como Platón, el filme nos induce a pensar que el alma es inmortal.
El discurso es evidente y, a la larga, necesario en la lógica interna del relato. No pretende ser una enseñanza científica. Para las familias tradicionales y niños, el filme aspira a reforzar lo que planteó Kant de la inmortalidad del alma, al verla como una esperanza.
Lo cierto es que el filme se presenta como entretenimiento, pero no tan ingenuo: es también un discurso (lo repito). Algo así como lo que decía Descartes: “[mi] espíritu es más fácil de conocer que [mi] cuerpo”. ¿Lo notaron?
Por ahí, la estructura lógica de la película pierde claridad por secuencias, porque se empantana como si se plagiara a sí misma y, más allá de su imaginación, resulta rocambolesca (hasta con exceso de personajes secundarios). No es de lo mejor de Disney con Pixar.
SOUL
Título original: Soul
Estados Unidos, 2020
Género: Animado
Directores: Pete Docter, Kemp Powers
Elenco: Animado
Duración: 100 minutos
Calificación: TRES estrellas ( * * * ) de cinco posibles
Plataforma: Disney+