No es la artista del medio tiempo ni tiene previsto cantar; sin embargo, Taylor Swift es la estrella más brillante del Super Bowl 2024, que se realiza en el Allegiant Stadium en Las Vegas, Estados Unidos. Toda la atención mediática y de los fans está alrededor de la célebre cantante y compositora estadounidense de 34 años.
Siempre leal y sonriente, ella asistió al gran evento deportivo porque su novio Travis Kelce se disputa la final de la NFL con los Kansas City Chiefs.
Su sola llegada generó una enorme expectativa. El sábado 10 de febrero, un día antes del partido, la intérprete de Anti-Hero se encontraba en Tokio, Japón, como parte de su gira de conciertos. Se presentó, corrió y tomó un jet privado para llegar a tiempo a la final.
Esta no es la primera ocasión en que Swift asiste al estadio para apoyar a su pareja; de hecho, es recurrente que enfoquen sus expresiones durante la transmisión de los partidos y claro, en especial, porque es famosa y su sola imagen es una mina de oro.
Para el Super Bowl 2024, la artista ingresó al recinto vestida de negro, con un abrigo rojo de los Chiefs y un bolso en forma de balón con el número 87 (en alusión a la cifra que Kelce usa en los partidos).
Se mostró tranquila y acompañada de Ice Spice, la popular cantante de Boy’s a liar, para luego reunirse con la actriz Blake Lively.
Los fanáticos de la cantante, los leales swifties, se encargan de reportar en muchas cuentas cada uno de los movimientos de la artista. Antes de que iniciara el partido, ya habían dado a conocer que se reunió con algunos familiares del jugador, como Jason Kelce, hermano de Travis y jugador de la NFL.
Las empresas también se montaron en esta ola y trataron de aprovechar la sensación que provoca Swift. Por ejemplo, en el Mandalay Bay Convention Center, en Las Vegas, el público podía comprar mercancía con referencia a su música y a sus líricas.
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La propia NFL no le pierde el ojo a los encuentros de Swift y Kelce. En uno de sus posteos en X (anteriormente Twitter), la liga recapituló algunos momentos del jugador, quien se podría convertir en bicampeón esta noche, con inserciones de la artista apoyándolo desde las gradas.
Durante la primera mitad del partido, donde los Chiefs pedían 10-3, también captaron a la cantante tomando una de sus bebidas y le aplaudieron en redes sociales que se la tomó con una sorprendente rapidez.
En este Super Bowl, de edición número 58, se decidirá al ganador entre los San Francisco 49ers y los Kansas City Chiefs. Además, el espectáculo de medio tiempo estuvo a cargo de Usher, quien trató de superar la Taylormanía al acompañarse con Alicia Keys, Ludacris y el rapero Lil Jon.
Al sonar los éxitos de Yeah y OMG, Swift se mostró sorprendida por la interpretación de Usher, el rey del R&B, quien se deslizó sobre patines durante una parte de su actuación. Lo observó junto a Lana del Rey, luego de que la cantante subiera a su sección de asientos para ver la presentación.