Roger Federer, Jenna Ortega y Michelle Yeoh tuvieron su historia con Costa Rica antes de la fama

Celebridades internacionales aterrizaron en suelo tico antes de explotar en la esfera mediática. ‘Revista Dominical’ le presenta una serie de historias curiosas sobre estrellas que estuvieron entre nosotros y que no imaginamos cuánto fervor generarían a futuro

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Costa Rica, un país conocido por su belleza natural y encanto tropical, ha sido destino habitual de muchas estrellas internacionales que aterrizan en estas latitudes para vacacionar, gozar las playas y desprenderse del ritmo frenético al que suelen estar sometidas día a día.

Todos los años se pueden hacer largas listas de megaestrellas que pasan por suelo tico, pero es curioso pensar, más allá de lo evidente, que ha habido figuras que han visitado Costa Rica en etapas tempranas de sus carreras y, años después, ganaron una notoriedad superlativa.

Desde deportistas hasta empresarios, Costa Rica ha recibido a personalidades que posteriormente consiguieron celebradas carreras.

A continuación, recordamos algunas fascinantes historias de nombres de renombre internacionales que tuvieron un curioso y si se quiere casi anónimo paso por nuestro país.

Roger Federer sudó en Escazú, años antes de ganar en Wimbledon

En enero de 1996, un joven suizo de 14 años y cinco meses de edad hizo presencia en la Copa de Café de Costa Rica. Apareció como un notable tenista, con habilidades, pero era imposible que alguien sospechara que aquel muchachito acabaría convirtiéndose en una leyenda.

La Copa del Café, prestigioso torneo juvenil de tenis que ha atraído a jugadores de todo el mundo, presentó en su cartel a un tal Roger Federer, hoy considerado uno de los mejores tenistas de todos los tiempos (y quien apenas en el 2022 se retiró de las canchas).

“Su Majestad”, como se le conocería en el futuro, llegó a San Rafael de Escazú, en San José, para enfrentarse a otras jóvenes promesas del deporte blanco, en el inicio de su brillante carrera.

Federer tuvo que superar dos rondas preclasificatorias en el torneo tico, las cuales dominó sin mayores problemas, según datos del periodista e historiador del deporte Rodrigo Calvo.

Su primer triunfo fue consecuencia del retiro del rival, mientras que en la segunda ronda eliminó al panameño Carlos Vargas. Aquellos encuentros se realizaron en el Costa Rica Country Club.

Durante la segunda ronda eliminatoria, el joven tenista suizo capturó la atención de los aficionados al eliminar al argentino Federico Cardinali. Sin embargo, el desgaste físico (según detalla el periodista Rodrigo Calvo) le impidió avanzar a la siguiente fase, donde fue derrotado por el estadounidense Diego Ayala con un marcador de 6-4 y 6-1.

“La organización no tenía fotos de él, ni en qué casas de familias de socios del Country Club se hospedó Roger. Su presencia en la Copa del Café se debe a un registro, pero no hay imágenes de él en la competencia”, cuenta Calvo, al recordar aquella edición.

El campeón individual de esa edición de la Copa de Café fue el francés Arnaud Di Pasquale, quien se impuso en la final al argentino Mariano Puerta con un doble 6-4.

Aunque Federer no regresó a participar en futuras ediciones del torneo costarricense, su carrera no hizo más que despegar. En 1997, a los 16 años, tomó la decisión de abandonar los estudios de secundaria para dedicarse plenamente al tenis. Ese mismo año, conquistó cinco títulos individuales de la Federación Internacional de Tenis, entre ellos los prestigiosos Orange Bowl y Wimbledon, en categorías juveniles.

Su ascenso en el ranking mundial fue meteórico. En 1998, terminó como el tenista número 1 “junior” del mundo antes de dar el salto al profesionalismo. Dos años después, en el 2003, logró su primera victoria en el torneo más prestigioso del tenis: Wimbledon.

A lo largo de su carrera, Roger Federer ha acumulado un palmarés colosal con 111 títulos, incluyendo 20 títulos individuales de Grand Slam y numerosos triunfos en torneos ATP. Su destreza en la cancha y su elegancia fuera de ella lo han convertido en una leyenda del tenis, cuyo legado trasciende fronteras y lo posiciona como uno de los íconos más influyentes en la historia del deporte.

Michelle Yeoh vino mucho antes de ser oscarizada

Hoy su rostro es tremendamente reconocido a nivel mundial gracias a la película Everything Everywhere All At Once (2022), filme que este año arrasó en las temporadas de premios hollywoodenses y le valió a ella la estatuilla de mejor actriz.

Pero en el ya lejano 2009, Michelle Yeoh vino al país a la sombra del gran piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher, quien aterrizó en San José la segunda semana de enero de ese año.

Ambos llegaron como invitados especiales en las actividades del lanzamiento de la campaña Carreteras Seguras, un programa internacional para reducir el número de accidentes de tránsito.

La campaña tuvo su lanzamiento en Costa Rica gracias al éxito que obtuvo el país con la promoción del uso del cinturón de seguridad, por la cual recibió un reconocimiento mundial en el 2006.

Aquel lanzamiento incluía la llegada de Corinna Schumacher (esposa del piloto) y la compañía del exjefe del equipo Ferrari Jean Todt, quien era pareja de Yeoh y que, se dice, ambos fueron “juntados” por el propio Michael.

Yeoh ofreció una conferencia de prensa junto al piloto de F1 en la que informaron que traían una donación de un millón de dólares para seguridad vial. Aquella visita fue opacada por el terremoto de Cinchona, cuando el propio Schumacher se llevó los aplausos al visitar zonas afectadas y abrazar niños, por lo que pocos recuerdan que Yeoh vino al país con el piloto alemán aun cuando, para aquel entonces, la intérprete ya tenía una reputación ganada por haber participado en películas como Crouching Tiger, Hidden Dragon (2000) y Memorias de una Geisha (2005).

Después de venir al país, la actriz ha sido parte de producciones como Crazy Rich Asians (2018), Shang-Chi and the Legend of the Seven Rings (2021), Avatar: The Way of Water (2022), Transformers: Rise of the Beasts (2023) y Guardians of the Galaxy Volumen 2 (2017).

Merlina filmó en Costa Rica siendo solo una niña

A sus 20 años es una figura requeteconocida en el mundo del espectáculo: es un rostro estelar en Netflix, ha asistido a eventos exclusivos como el MetGala, tiene más de 40 millones de seguidores en su cuenta de Instagram y es la protagonista de Merlina, la exitosa serie que refrescó a Los locos Addams. Sin embargo, cuando Jenna Ortega era una niña de 10 años, estuvo en Costa Rica filmando una película.

Aquella producción se tituló After Words, un largometraje protagonizado por Marcia Gay Harden, Huguette Urhausen, Ronald Canadá y Óscar Jaenada, el cual se rodó en el 2012 en el país y llegó a las salas de cine en el 2015.

La película narra la historia de Jane, una mujer introvertida y amante de la lectura, quien pierde su empleo como bibliotecaria, cae en depresión y considera quitarse la vida pues hasta ese momento los libros eran su vida. Sin embargo, antes de ejecutar su drástica medida, decide viajar a un lugar hermoso: Costa Rica.

En territorio tico conoce a Juan, un guía de turístico que la lleva hasta la región central de Costa Rica. Allí, Jane se siente en el paraíso y reconsidera sus decisione.

En la película, Jenna interpreta a la niña Anna Chapa, la hija de Juan y su principal motor de vida.

Durante su estadía en Costa Rica, Jenna rodó en un centro educativo y se fotografió con un grupo de escolares. Fue precisamente ella quien documento el momento en su cuenta oficial de Instagram.

En el 2016 la actriz compartió una fotografía en la que se ve acompañada por niños ticos. “Cuando fui a filmar a Quepos, Costa Rica”, escribió.

Hoy, Jenna Ortega tiene 20 años y su fama se ha incrementado significativamente por protagonizar Merlina, una producción de Tim Burton para Netflix. La serie de ocho capítulos encabezó en su momento el top de lo más visto en esa plataforma en el mundo y fue una de las producciones más celebradas del 2022.

Jorge Vergara pasó por Costa Rica antes de su era Saprissa

Aunque todos lo recordamos como aquel directivo que lanzó al Deportivo Saprissa a una de sus eras más doradas, Jorge Vergara visitó suelo tico mucho antes de estar al frente del equipo tibaseño.

Fue en el 2001 que, antes de incursionar en el ámbito deportivo (inclusive antes de tomar riendas del club de fútbol Chivas de Guadalajara), el empresario mexicano vino a Costa Rica desde una trinchera muy distinta: la del cine.

El magnate era el productor ejecutivo de la película Y tu mamá también, protagonizada por unos jóvenes Diego Luna y Gael García Bernal (hoy megaestrellas de Hollywood) y dirigida por el cineasta (hoy oscarizado) Alfonso Cuarón.

De hecho, el propio Vergara aparece en la película. Bueno, aparece únicamente su nuca pues Cuarón decidió usarlo como extra para una secuencia en donde el cerebro de Omnilife interpreta al presidente de México, el cual es siempre visto de espaldas.

Dentro de todo el polvorín mediático de la película, hay relatos de que a Vergara no se le preguntó nada cuando se hizo una actividad promocional con la prensa en el hotel Intercontinental, en Escazú. No llamó la atención de los periodistas que estuvieron en la conferencia e inclusive en las notas periodísticas de aquel momento apenas y aparece mencionado, opacado por la presencia de un Gael García que venía precedido por la fama ganada con Amores perros.

Dos años después, en el 2003, Vergara irrumpió en el fútbol costarricense con la compra del Deportivo Saprissa y su nombre quedaría ligado para siempre con el equipo tibaseño, el cual llevó al título de la Concacaf y la participación en el Mundial de Clubes. De ahí en adelante siempre tendría los reflectores puestos, hasta el día de su muerte, en el 2019.

Major Lazer aterrizó en Costa Rica años antes de sus hits

Hay una gran nostalgia cuando se recuerda las ediciones del Festival Imperial, uno de los eventos de música más legendarios en la historia del país que trajo bandas de primer nivel antes que existiera todo un circuito festivalero en el continente.

En su tercera y por ahora última edición, en el 2012, vinieron grandes nombres como Maroon 5, Bjork, LMFAO, Moby, The Flaming Lips, Cage the Elephant y Manchester Orchestra; geniales artistas con los que hoy difícilmente uno se podría ilusionar en un evento similar en Costa Rica.

Dentro de aquel luminoso cartel aparecía el nombre de Major Lazer, un trío musical electrónico con miembros estadounidenses y jamaiquinos encabezados por el productor Diplo.

En su presentación en La Guácima no capturaron mayor atención. Tan solo tres años después del Festival Imperial, explotaron absolutamente.

Con el tema Lean On, en colaboración con la cantante MO, Major Lazer sonó en todo el planeta, en todas las radios, en todas las fiestas. A partir de ahí tendrían más temas pegados como Cold Water, Que Calor, Light it Up, Bubble Butt, Sua Cara y Rave de Favela, piezas que los llevaron a presentarse en los más prestigiosos festivales del planeta como Lollapalooza, Coachella, Bonarroo y Tomorrowland, entre otros.

Los ticos que en el 2012 ya tenían en el radar a estos talentosos productores electrónicos pueden hoy rajar de que vieron venir el futuro.