Una empresa nacional creó una calcomanía para cobrar pasajes en buses públicos. El pegajoso invento persigue dos objetivos: viajes más seguros y veloces, y un modo de pago más simple.
Este adhesivo es el pilar de un sistema inteligente para gestión de transporte público llamado GoPass, que desarrolla la compañía tica Dopamind.
El fin de la calcomanía es agilizar el abordaje de pasajeros y minimizar el uso de billetes y monedas en autobuses. Al llevar las unidades menos dinero, podría bajar el riesgo de asaltos.
Cada adhesivo contiene un sensor para pago digital. Este se enlaza a una base de datos con un número de identificación único y un saldo disponible.
Cuando el pasajero sube al autobús, solo acerca la calcomanía a un lector en la entrada y allí mismo se da el cobro.
El aparato en el vehículo posee enlace a Internet para conectarse a la base de datos donde se registran las calcomanías.
De esa forma, cada pasaje cobrado se va restando al saldo que tenga registrado el usuario. Al terminarse el dinero, la persona solo deberá recargar con más colones el mismo adhesivo. Las recargas de saldo podrán realizarse desde Internet, mediante una aplicación para teléfono celular o en diversos tipos de comercios.
“En vez de darle a la persona una tarjeta, mejor una calcomanía o un llavero. Son más difíciles de olvidar y muy sencillos de portar. El adhesivo puede pegarse atrás del celular y listo”, explicó Isaac Portocarrero , presidente y desarrollador de Dopamind ">Dopamind .
Aparte de la calcomanía, la plataforma GoPass provee una aplicación móvil con GPS para que los usuarios sepan por dónde está su autobús, ya que estos también tendrían geolocalización.
Por último, GoPass ofrecería un contador de pasajeros consistente en un pequeño artefacto localizado en la parte superior de la puerta de entrada. Esto sustituiría el actual sistema de barras.
Portocarrero afirmó que están finalizando las pruebas y prevé que en un mes empezarán los ensayos de GoPass en algunos autobuses de rutas josefinas como La Uruca, Desamparados, Aserrí, Periférica, Alajuelita y Hatillo.
Dispuestos a probar. Maritza Hernández, empresaria de autobuses y concesionaria de las rutas de Hatillo y Alajuelita, confirmó su interés en probar el sistema.
Como ella, Luis Diego González, de la empresa Discar (ruta Periférica) también dijo estar interesado en hacer la prueba.
“Estamos dispuestos a probar una nueva tecnología para ayudar a estos jóvenes ticos que incursionan en este tipo de desarrollo tecnológico”, dijo González.
Hernández, presidenta de la Cámara Nacional de Transporte, manifestó que todos los empresarios accederán a probar este sistema o cualquier otro tipo de solución, pero enfatizó que, por ahora, la prioridad es otra.
Para Hernández, el principal interés del sector es que el Gobierno defina cuáles serán los términos técnicos de referencia para implementar el pago electrónico en autobuses en Costa Rica.
“Como Dopamind, hay otras empresas listas. Lo que urge, para evitar la multiplicidad de soluciones, son los parámetros técnicos y jurídicos para que las empresas tengan condiciones para probar sistemas”, manifestó.
Sebastián Urbina, viceministro de Transporte, precisó que, aparte de Dopamind, hay otras 14 empresas interesadas en ejecutar el cobro electrónico en los autobuses .
Según Urbina, el Consejo de Transporte Público ya revisa observaciones que recibió en un borrador de propuesta para cobro electrónico sometido a consulta pública el mes anterior.
Sin fecha de cuándo estará el texto final, Urbina espera que el cobro electrónico arranque este año con un proveedor definido y reglas claras de ejecución.