A las 9 p. m. de este domingo 28 de mayo, apenas una hora después de concluido el clásico y la gran final entre el Deportivo Saprissa y la Liga Deportiva Alajuelense, el Sistema de Emergencias 9-1-1 atendió 45 llamadas por violencia intrafamiliar, 14 llamadas más que en un domingo cualquiera a esa hora.
Aunque para entonces el cuadro morado se había llevado la copa 38, la mayor cantidad de alertas se registran al concluir los encuentros y no tanto durante, pues según los registros del 9-1-1 a las 6 p. m. se atendieron 25 llamadas y una hora después, a las 7 p. m., fueron 36.
Este domingo entre las 6 p. m. y las 9 p. m. ingresaron 143 llamadas al Sistema de Emergencias, 20 llamadas más con respecto al promedio registrado cada domingo de enero a abril de este año (123).
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De acuerdo con Marvin Palma, jefe de operaciones del 9-1-1, este comportamiento en las llamadas por agresiones, reporte de escándalos o riñas aumenta al final de los partidos. La principal causa con la que se asocia es el consumo excesivo de alcohol o drogas.
“Es un comportamiento normal que después del partido se dispara por todas las emociones que están en juego, entonces es luego de que termina que empezamos a recibir más llamadas de vecinos que reportan escándalos, personas que reportan agresiones intrafamiliares o riñas”, explicó Palma.
Precisamente, el domingo es el día en que más se atienden llamadas por violencia intrafamiliar, independientemente de los encuentros deportivos .Un ejemplo fue el pasado 7 de mayo cuando no hubo ningún partido de relevancia y a las 9 p. m. se registraron 43 alertas telefónicas por violencia doméstica.
Si los datos se comparan con los del jueves 25 de mayo que también hubo final nacional, igualmente a las 9 p. m., el resultado disminuye. Por ejemplo, a esa misma franja horaria ese día solo hubo 19, en relación a las 45 del domingo 28 de mayo.
Palma añadió que las mujeres y niños son las víctimas más afectadas y las provincias costeras como Puntarenas, Guanacaste y Limón es de donde más se reciben llamadas. Debido a la alta demanda, el 9-1-1 reforzó con un 20% más de personal este domingo, en promedio los fines de semana hay de 41 a 42 personas y el domingo participaron 50 operadores.
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Atención de llamadas
Palma aclaró que quien llama al 9-1-1 tiene que estar preparado porque se le realizan varias consultas en específico, entre esas ¿Cuál es la situación que está ocurriendo? y una dirección exacta.
“La función de nuestros operadores es averiguar si está en peligro la vida de una persona o no y tramitar el incidente cómo corresponda; ya sea para Fuerza Pública, Cruz Roja, Patronato Nacional de la Infancia (PANI) e Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu). El manejo de las llamadas es en línea, mientras el operador está recolectando la información, también se está alertando a la institución que va a responder”, mencionó.
En promedio el tiempo de respuesta del Sistema de Emergencias 9-1-1 es de dos minutos cada alerta; sin embargo, la toma y registro de la dirección en cada caso es donde más invierten tiempo, ya que muchas veces quienes llaman no logran ubicar exactamente dónde se encuentran, por estrés o desesperación.
Las preguntas que la institución realiza van orientadas a determinar si hay armas, heridos o algunas características de las personas sospechosas, sobre todo en agresiones, para que la Policía los pueda identificar.
En general, la causa más frecuente de llamadas son las urgencias médicas como fiebres, virus estomacales, entre otras, pero si se visualiza la violencia como un todo y no categorías específicas como riñas, asaltos, violencia intrafamiliar y homicidios, esta se convierte en la que ocupa el primer lugar de incidencias. De hecho, el 55% de los casos que atiende el 9-1-1 están relacionados a asuntos policiales.
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