La apertura de nuevos módulos en el complejo penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela, dejará espacio para que el CAI Gerardo Rodríguez, conocida como cárcel del Virilla, sea exclusiva para indiciados.
Las instalaciones recién estrenadas, llamadas arcos modulares por la forma de sus techos, consisten en cuatro módulos para 525 privados de libertad trasladados del Virilla.
Esta movilización inició la semana anterior y contempla a 1.125 sentenciados de la Gerardo Rodríguez, que pasarán a los arcos y al módulo E de La Reforma.
De esta manera, Justicia libera espacios en la cárcel Virilla, que opera desde 1999 y disminuye el hacinamiento en San Sebastián, San José, el otro reclusorio para indiciados del país.
Justicia ya recibió una orden del juez de Ejecución de la Pena, Roy Murillo, de liberar espacios en San Sebastián, donde la sobrepoblación al 30 de setiembre era de un 70%, antes de una reubicación de 200 reclusos, precisamente al Centro de Atención Institucional (CAI) Gerardo Rodríguez.
La ministra de Justicia, Marcia González, explicó que una vez que Virilla se convierta en un centro para indiciados, se espera que albergue entre 900 y 950 personas.
“No quiero traerme gente que no sea de la GAM, porque el desarraigo es fuerte. En Virilla quedaría población indiciada de un perfil más bajo, y en San Sebastián quedarían los perfiles más complicados, porque tiene una mejor contención”, indicó González.
En arcos modulares ya funcionan tres de los cuatro módulos, y el que falta será entregado en enero.
Las autoridades esperan que detalles finales, como la finalización del área de visitas y la colocación de teléfonos, estén listos en los próximos días.
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El proyecto, que costó ¢1.500 millones, fue iniciado en octubre del 2015 y abandonado por la constructora Mavacon cuatro meses después, debido al impago de los salarios de los trabajadores.
La construcción fue reanudada por la actual administración.
Anuncian nuevos espacios
Adicional a estas obras, Justicia construirá un proyecto llamado Terrazas dentro del complejo penitenciario La Reforma, con 1.248 espacios nuevos divididos en dos sectores: uno para privados de libertad indiciados y el otro para condenados.
Los trabajos costarán cerca de ¢15.300 millones y estarán a cargo de la empresa Van der Laat y Jiménez. Se espera que la sección para indiciados esté lista en octubre del 2020, y la etapa restante quedaría para inicios del 2021.
“Terrazas, arcos modulares, proyectos de regionalización de la mujer, comunidades teurapéuticas y unos módulos que estamos poniendo en los centros más hacinados van a significar el año entrante 1.700 espacios adicionales. Entre el año pasado y este hemos habilitado 2.400 espacios”, afirmó la ministra de Justicia.
“Cuando terminemos de hacer los traslados de arcos modulares y la habilitación de varios espacios en todo el sistema, el hacinamiento va a bajar a un 29%”, señaló González.
Según datos al 30 de julio pasado, la sobrepoblación alcanzaba un 36,7%, y en 15 de los 21 centros penales se rebasaba la capacidad.
El movimiento de reclusos ha generado temores, entre algunos privados de libertad, de que se mezcle población incompatible.
35 indiciados del CAI Jorge Arturo Montero, conocido como La Reforma, enviaron una carta a medios de comunicación en la que externan preocupación por su traslado al Virilla, pues “toda la población masiva va a estar reunida en el patio, centros de entrenamiento, etc. y eso se va a convertir en una ‘carnicería’”.
“No nos oponemos al traslado, sino a la mala estructura que nos expone la integridad física, incluso nuestras vidas, porque ya incluso hay guerra declarada entre pabellones, tanto acá como los que vienen de otros centros”, dice el documento.
González desmintió los cuestionamientos, y aseguró que los planes de Justicia son contrarios a lo que temen los reclusos.
“Estamos separando la población por perfiles. La policía hizo un trabajo, junto con los equipos técnicos, para no mezclar los que son de ciertas bandas”, apuntó la jerarca.