Ingeniero civil: Piscinas pudieron haber sido factor en deslizamiento en Garabito

Construir al borde de taludes conlleva un alto riesgo, explicó el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Olman Vargas

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Las piscinas en los condominios pudieron haber sido uno de varios factores para que el jueves pasado colapsaran cinco propiedades del residencial privado Altos de Leonamar, en Punta Leona de Garabito.

Así lo afirmó el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Olman Vargas, este lunes en declaraciones a La Nación.

“Habrá que hacer los análisis correspondientes, pero eran casas que tenían piscina, por ejemplo. La piscina genera una gran carga de agua sobre el terreno”, explicó Vargas.

“Habría que ver cómo estaba el manejo de las aguas, ese terreno se pudo haber saturado, sobre todo en condiciones de lluvia fuerte como las que tuvimos el año anterior. Parece que recientemente hubo un sismo en la zona, habría que ver si eso afectó”, añadió el ingeniero civil.

Vargas detalló que existen riesgos altos cuando se construye al borde de un risco, pues se debe analizar el terreno para cerciorarse de que tenga las condiciones necesarias de resistencia para poder soportar la carga de una deformación a lo largo del tiempo.

Esto incluye estudios de suelo, reconocer la conformación del talud, cuál es su pendiente, y tomar en cuenta las condiciones de lluvia del sitio donde se va a construir.

Este lunes, el alcalde de Garabito, Tobías Murillo, indicó que las construcciones son de hace 15 años. Al respecto, el ingeniero agregó que el paso del tiempo es un aspecto a considerar, pero las obras siempre se diseñan con una cantidad de tiempo en mente.

“Un ingeniero nunca le va a diseñar para seis meses. Siempre se diseña para lo que se llama el período de diseño, para diez, para 20, para 40, para 50 años. Obviamente, mientras usted diseñe para un periodo más largo, más cara le va a salir la obra, porque más resistente tendrá que ser”, explicó.

Una vez completada la construcción, al propietario le corresponde estar pendiente de su estado, y alertar a las autoridades correspondientes cuando note que existe algún problema. Otro asunto a considerar es que al comprar un edificio ya construido, el nuevo dueño debe ponerse al tanto de las condiciones en que se contruyó.

“Uno de los problemas es que muchas veces las obras también van cambiando de propietario. Entonces, en el tiempo se pierde la historia, para llamarlo de alguna manera, de una obra. Por eso siempre es importante, por ejemplo, si va a comprar una casa que ya está construida, pues llevar un profesional que vaya, que la revise, que le diga cuál es la condición”, manifestó.

Medidas iniciales

Los análisis preliminares de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) en Altos de Leonamar indicaron que una ladera inestable, con sobrepeso de algunas estructuras y el temblor de 4,6 grados del 30 de enero habrían facilitado el colapso de parte del condominio con vista a Playa Blanca.

“Las estructuras que cedieron lo hicieron de manera uniforme, incluso se encontró que, en algunas viviendas, ni siquiera los vidrios se rompieron”, había declarado el pasado viernes Blas Sánchez, geólogo de la CNE.

La CNE recomendó a la administración del lugar realizar los estudios necesarios para la estabilidad de ladera y para descartar si existe alguna otra zona de inestabilidad que no se haya activado y que sea necesario reforzar con una obra de contención, para brindar seguridad a las demás viviendas.

Luego, el domingo, el Ministerio de Salud ordenó el desalojo inmediato de siete viviendas del residencial y la posterior demolición de cinco de las siete casas, debido a que quedaron en condición de inhabitabilidad “por presentar una condición ruinosa y peligrosa”.