Alex Rodríguez es un vecino de Finca 8 de Palmar Sur de Osa. Tiene 54 años de vivir en esa comunidad y en todos esos años, ha visto ‘siete llenas’ entre huracanes y tormentas que afectaron al cantón puntarenense.
En su criterio, la más fuerte fue la tormenta tropical Nate, en octubre del 2017, porque el agua subió tanto que por más que pusiera en alto los enseres, el agua rebasó y su impacto fue muy ‘grosero, alto y violento’. En tanto, la tormenta tropical Julia asegura que el agua entró rápidamente pero el mismo día se vació. Eso sí, la fuera de la corriente lo obligó a amarrar la moto de su hijo a un árbol, para evitar que se la llevara el agua.
“Esta tormenta de ayer (domingo), Julia, llenó rapidísimo pero en poco tiempo fue bajando, ahora estamos sacando barro de la casa pero no ha quedado sedimento y hojas como en las otras, fue violenta al entrar, fue correntada lo que entró”, mencionó el vecino de la zona agrícola.
Los otros fenómenos que ha experimentado don Alex desde 1968 son el huracán Juana en 1988 que dejó 28 muertos y destruyó 600 viviendas. En 1996 también vivió un nuevo ciclón con el paso del huracán César desde el 26 de julio hasta el 28 de julio.
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Pasaron 14 años para que una nueva amenaza afectara al habitante de Palmar Sur, cuando en 2010 el huracán Tomas impactó al país del 2 al 8 de noviembre, para don Alex en esta ocasión fueron dos llenas que dejaron unos 23 fallecidos.
Años después, en 2017 se enfrentó a la tormenta tropical Nate la que cataloga como la más fuerte y la que más duro en bajar el agua que inundó casas y calles. Precisamente, Osa, fue uno de los cantones con más pérdidas.
“Para mí Nate fue la más fuerte en volumen de agua, porque tenía el agua a una altura de metro sesenta o metro ochenta”, expresó Rodríguez.
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Y la más reciente, antes de la tormenta tropical Julia, fue el huracán Iota de categoría 5 que para el lugareño fue moderado y menos dañino, pero en momentos sintieron su efecto como cuando recuerda que le llegó el agua hasta las rodillas.
“Esta de ayer la comparo con el huracán César y con Juana, porque llenó y el mismo día se vació en la tarde. Otros como Iota si duraron más. Nosotros nos confiamos porque siempre el comportamiento de los huracanes el nivel del agua ha sido de metro veinte o metro treinta no pasaba de ahí y cuando vino la tormenta Nate subimos los muebles a esa misma altura pero el agua lo rebasó, Nate fue la más violenta y la que mas duró en bajar y la segunda fue César, quedó mucho lodo y barro”, añadió.
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‘A cómo pudimos guindamos la moto’
Entre lo que pudo rescatar don Alex estaba una motocicleta que utiliza su hijo para trabajar, según dice, el agua se la estaba llevando y a cómo pudo, la agarró y con un ayuda de otro vecino, la guindaron en un árbol para resguardarla de la corriente.
“Todo fue muy rápido, la familia salió y ya teníamos el agua por los tobillos, normalmente el hombre de la casa se queda guindando las últimas cosas, pero como fue tan rápido no nos dio tiempo porque en esos momentos ya teníamos el agua casi a la cintura”.
“Salimos y vimos que la moto ya iba a lo lejos, había un camión sacando motos pero esta quedó de última y ya no había campo, entonces entre otro compañero y yo la agarramos, trajimos un mecate y la guindamos ahí en ese árbol”, decía mientras señalaba el automotor que aún continúa colgado.